El precioso pueblo del Pirineo con hasta siete ermitas bañado por un río
Esta localidad del Valle de Arán no es solo una de las más bonitas de Lleida, sino también de España. Se trata de una pequeña, pero impresionante villa en el norte de Cataluña que es ideal para los amantes del turismo rural.

Pocas regiones hay tan apasionantes en España como el Valle de Arán. Esta comarca situada en el norte de Cataluña, al noroeste de la provincia de Lleida, se ubica justo en la frontera con Francia y además de tener unos parajes naturales impresionantes como son los de los Pirineos, también alberga fascinantes pueblos que, a pesar de su pequeño tamaño, son absolutas joyas y unos destinos de turismo rural perfectos. Prueba de ello es la localidad de Bossòst, una de las más bonitas de la zona.
Aunque en esta parte de la Península Ibérica, bautizada como 'la Suiza Catalana', hay otras poblaciones espectaculares, como Salardú, Arties o Vielha, la realidad es que Bossòst destaca no solo por sus estrechas callejuelas y sus casas de piedra con tejados de pizarra, sino por tener un extraordinario patrimonio arquitectónico religioso: además de una magnífica iglesia, una de las más representativas del estilo románico que impera en esta zona, también cuenta con hasta siete ermitas.
Las siete ermitas de Bossòst: fruto de una leyenda
Siete es un número muy alto de ermitas para un pueblo de tan solo 1.140 habitantes, pero todo tiene una explicación... en este caso, legendaria. Cuenta la leyenda que, un buen día, un pastor subió a sus ovejas a las montañas pirenaicas que rodean Bossòst, y allí se encontró con un monje al que transmitió la preocupación de los vecinos del pueblo por el avance descontrolado de la pandemia de la peste.
El monje le dijo al pastor que, para frenar la incidencia de la peste y poner a salvo a los vecinos, debía construir siete ermitas en el pueblo, de las cuales solo quedan seis en pie: la de Sant Fabian y Sebastian, la de Sant Ròc, la de Sant Cerat, la de Sant Joan Crisòstom, la de Sant Antoni y la de la Pietat. La séptima en discordia, la de Santa Eulàlia, está en ruinas, aunque eso no evita que hacer una ruta para conocerlas todas sea una de las mejores cosas que se pueden hacer en el pueblo.
Eso sí, la principal maravilla arquitectónica de Bossòst no es ninguna de sus ermitas, sino la impresionante Iglesia de la Asunción de María. Este extraordinario templo fue erigido en el siglo XII y es uno de los más representativos del estilo románico, que está presente en la gran mayoría de arquitectura religiosa del Valle de Arán. Por ello, hacer una escapada a la región es sin duda una de gran opción para huir de la rutina, y Bossòst es una parada imprescindible en el itinerario.
Cómo llegar a Bossòst
El trayecto entre la ciudad de Lleida y Bossòst es de unas dos horas y 40 minutos por carretera. Desde la urbe hay que tomar la N-240 para después hacer lo propio con la N-230 a la altura del municipio de Alpicat. Es un destino perfecto para hacer una escapada y así desconectar durante un fin de semana.