El poderío del
Barça alcanza límites insospechados. Después de sufrir el duro golpe de quedarse a pocos minutos de pelear por el triplete al caer ante el Inter tras remontar un 2-0 en contra en
San Siro, afrontó el
Clásico contra el
Real Madrid con una fuerza mental que le permitió superar un adverso 0-2 y liquidar al rival que podía disputarle la Liga. Y lo hace en apenas 25 minutos, con cuatro golazos de los que ponen la carne de gallina, aceleran el corazón y sacan el grito de “campions” del alma.
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