El milagro de Damian Lillard: «He pasado miedo»

Damian Lillard está muy cerca de regresar. El base –llamado a coliderar a los Milwaukee Bucks junto a Giannis Antetokounmpo en los playoffs que arrancan esta misma madrugada ante Indiana– ha superado en tiempo récord el mayor susto de su carrera: un coágulo de sangre que le fue diagnosticado el pasado 25 de marzo.

Un percance muy serio y que le ha tenido las últimas 14 jornadas de temporada regular apartado de las pistas. Y ahora, con el alta médica de su parte, su regreso es cuestión de días.

Lo que en otros casos ha supuesto el final de la temporada —e incluso de carreras enteras—, en Lillard ha sido abordado con una rapidez extrema que ha resultado crucial en una recuperación casi milagrosa.

Casos similares y menos afortunados

Tanto el jugador como la organización mostraron desde el primer momento un gran optimismo gracias a la detección temprana del problema y a la buena respuesta al tratamiento anticoagulante.

No todos han corrido la misma suerte: Victor Wembanyama dio por concluido el año competitivo tras un diagnóstico similar en su hombro derecho, y Ausar Thompson (Detroit) necesitó más de ocho meses para volver a jugar. Incluso una leyenda como Chris Bosh tuvo que retirarse en 2019 tras varias complicaciones por trombosis venosa profunda.

“Ha sido un poco aterrador”, reconocía Lillard este viernes. “He tenido lesiones, operaciones, rehabilitaciones… pero esto era algo distinto. Esto podía afectar a mi vida, no solo a mi carrera deportiva”.

El susto comenzó con una molestia aparentemente menor. “Estaba cenando y sentí mi pierna como hinchada, muy tensa. Fue entonces cuando decidí hablar con el equipo médico, porque sabía que eso no era normal”.

El diagnóstico fue casi inmediato y, con él, empezó el tratamiento. Parte de la receta fue que Lillard se mantuviese activo, con ejercicios en piscina y varias horas de bicicleta. En apenas cinco días, el guard de 34 años aseguraba sentirse “físicamente normal”, aunque con la prudencia de saber que el coágulo aún estaba presente.

«En cuanto me sienta listo»

Tres semanas después y tras quedar definitivamente limpio y con un éxito rotundo del tratamiento anticoagulante, Lillard volvió a los entrenamientos el pasado jueves. Aunque será baja en el primer partido de la serie ante Indiana Pacers, su presencia más adelante en la eliminatoria no está descartada. El propio jugador lo dejó claro: volverá en cuanto se sienta listo.

“En el momento en que me sienta preparado, volveré. No voy a estar esperando sin sentido. Cuando sienta que puedo jugar, voy a jugar”

— Dame Lillard

Imprescindible para pasar a semifinales

Tras unos primeros meses sin jugar a su mejor nivel, el veterano base se las arregló para ir alcanzando ese pico de forma y confianza para elevar sus guarismos a territorio conocido. Y tras 58 partidos de RS disputados, finalizó con promedios de 24,9 puntos (15º de la NBA) y 7,1 asistencias por noche (13º), además de ser el jugador de los Bucks que más minutos ha promediado por partido, con 36,1, por encima de los 34,2 de Anteto.

La franquicia lo sabe, la afición le espera y la serie ante Indiana podría depender, en gran parte, de su reaparición.

El susto ha pasado. Ahora, Damian Lillard solo piensa en volver a hacer lo que mejor sabe: decidir partidos grandes cuando más cuentan.

(Fotografía de portada de Dale Zanine-Imagn Images)

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