En pleno eslalon por el abismo para alcanzar los playoffs de la Euroliga, el Madrid se dio un respiro en Bolonia. Vencieron los blancos a la Virtus por abrasión (67-80), con una contundencia que hacía meses que no ejercitaban en el plano continental. Es cierto que los de Ivanovic , penúltimos, dieron unas facilidades obscenas, debilucho su baloncesto y frágil su rostro para encajar golpes. Un panorama que le sentó de maravilla a Garuba , el mejor de los merengues y que parece haber encontrado su punto de forma óptimo. El internacional español fue un torbellino y formó una dupla muy interesante con Tavares de cara a las guerras venideras, potencia interior que, al fin, estuvo respaldada por el acierto...
Ver Más