El impresionante castillo renacentista que esconde un palacio gótico-mudéjar en uno de los pueblos manchegos con más encanto

La tumultuosa y multicultural historia de España nos ha dejado un patrimonio histórico-artístico casi inabarcable para el viajero de hoy. Podríamos empezar con una buena ruta por castillos y fortalezas repartidos por cada comunidad, y sin duda  tendríamos que hacer una parada en tierras manchegas. El bonito pueblo de Belmonte, que ya merece una visita, acoge uno de los castillos más espectaculares de nuestro país, por dentro y por fuera. En la comarca de La Mancha Conquense, a unos 96 km de la capital provincial de Cuenca, Belmonte es un municipio lleno de encanto cuyas virtudes le han ganado un hueco entre los Pueblos Mágicos de España. Su historia parece remontarse a tiempos visigodos, pues se localizaron en La Colegiata ruinas identificadas como tal y que situarían su origen muchos siglos antes de lo que inicialmente se pensaba. Fuera como fuese, las fuentes escritas mencionan ya a Belmonte en el siglo XIII al referenciarse en el libro de cuentas del rey Sancho IV, adquiriendo un siglo más tarde el el privilegio de Villa. Localidad por tanto de alma medieval, fue bajo el marquesado de Villena cuando vivió su mayor esplendor al construirse la mayor parte de los monumentos que le dieron esplendor y hoy forman parte del patrimonio histórico manchego, como el recinto amurallado, la mencionada Colegiata de San Bartolomé y, por supuesto, su magnífico castillo. Un palacio fortaleza lleno de sorpresas Con un recinto amurallado de forma pentagonal, el Castillo de de Belmonte destaca como mole imponente desde su alto terraplén, dominando el paisaje y protegiendo, majestuoso, el pueblo que se despliega a sus pies. Su origen data de época renacentista, cuando don Juan Pacheco, primer marqués de Villena y uno de los hombres con más poder e influencia en la época, ordenó la construcción en 1456 con fines residenciales y un marcado perfil defensivo militar, al estilo medieval. Pero ya los tiempos estaban cambiando, y el interior del edificio haría gala de un uso más señorial con gran gusto decorativo y buscando las máximas comodidades, dotándole así de una doble función muy marcada. Visitar el castillo por dentro es imprescindible para experimentar ese contraste entre la recia fortaleza defensiva exterior, de altos muros de piedra, murallas a modo de barrera artillera y tres puertas de acceso, conectando la primera con el pueblo. La Puerta de los Peregrinos o de Santiago debía contar en sus tiempos con un puente levadizo, y la última permitía ya el acceso propiamente al castillo. Destacan, además, los torreones de distinto diámetro que flanquean el recinto. El castillo fue abandonado progresivamente desde finales del siglo XV al perder su uso residencial del marquesado, reutilizándose a menudo con fines militares. Ya en el siglo XIX, fue Eugenia de Montijo quien se propuso recuperarlo y ordenó su restauración, tarea que completaría su bisnieto, el XVI Duque de Peñaranda. En 1931 fue declarado Tesoro Artístico Nacional, pero el edificio volvió a sufrir daños tras la Guerra Civil, abandonado otra vez después de utilizarse en la contienda. Por suerte, hoy el Castillo de Belmonte luce un magnífico estado de conservación gracias a las últimas rehabilitaciones emprendidas entre 2008 y 2016 por la Casa Ducal de Peñaranda y Montijo con la colaboración de instituciones públicas. Aunque es de propiedad privada, funciona como museo adaptado al turismo y espacio multiusos para eventos, siendo una visita imprescindible si se pasa por la zona, previo pago de la entrada, que puede incluir el parque temático Trebuchet Park, con más de 40 armas de asedio. Desde el patio de armas que recibe al visitante, el interior, de original planta pentagonal, ofrece un recorrido a través de salas musealizadas con espacios tan impresionantes como la Sala de Embajadores y su cúpula mocárabe, el bello artesonado del siglo XV del Salón de Gobierno, las armaduras de la Torre del Homenaje o la sorprendente cúpula de madera con astros de yeso del dormitorio original del primer marqués. Las lujosas techumbres de estilo mudéjar y la rica colección de muebles, capillas, decoraciones y estancias, hacen que sea uno de los grandes castillos históricos de nuestro país. Imágenes | Castillo de Belmonte - Turismo Cuenca - José Luis Filpo Cabana En DAP | Uno de los mejores ejemplos de castillo roquero de España se encuentra en Guadalajara: se han rodado escenas de 'Juego de Tronos' En DAP | El imponente palacio-castillo medieval en el que puedes dormir para visitar el corazón del jamón de Extremadura - La noticia El impresionante castillo renacentista que esconde un palacio gótico-mudéjar en uno de los pueblos manchegos con más encanto fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs

Abr 6, 2025 - 10:30
 0
El impresionante castillo renacentista que esconde un palacio gótico-mudéjar en uno de los pueblos manchegos con más encanto

El impresionante castillo renacentista que esconde un palacio gótico-mudéjar en uno de los pueblos manchegos con más encanto

La tumultuosa y multicultural historia de España nos ha dejado un patrimonio histórico-artístico casi inabarcable para el viajero de hoy. Podríamos empezar con una buena ruta por castillos y fortalezas repartidos por cada comunidad, y sin duda  tendríamos que hacer una parada en tierras manchegas. El bonito pueblo de Belmonte, que ya merece una visita, acoge uno de los castillos más espectaculares de nuestro país, por dentro y por fuera.

En la comarca de La Mancha Conquense, a unos 96 km de la capital provincial de Cuenca, Belmonte es un municipio lleno de encanto cuyas virtudes le han ganado un hueco entre los Pueblos Mágicos de España. Su historia parece remontarse a tiempos visigodos, pues se localizaron en La Colegiata ruinas identificadas como tal y que situarían su origen muchos siglos antes de lo que inicialmente se pensaba. Fuera como fuese, las fuentes escritas mencionan ya a Belmonte en el siglo XIII al referenciarse en el libro de cuentas del rey Sancho IV, adquiriendo un siglo más tarde el el privilegio de Villa.

Localidad por tanto de alma medieval, fue bajo el marquesado de Villena cuando vivió su mayor esplendor al construirse la mayor parte de los monumentos que le dieron esplendor y hoy forman parte del patrimonio histórico manchego, como el recinto amurallado, la mencionada Colegiata de San Bartolomé y, por supuesto, su magnífico castillo.

Un palacio fortaleza lleno de sorpresas

Con un recinto amurallado de forma pentagonal, el Castillo de de Belmonte destaca como mole imponente desde su alto terraplén, dominando el paisaje y protegiendo, majestuoso, el pueblo que se despliega a sus pies.

Castillo2

Su origen data de época renacentista, cuando don Juan Pacheco, primer marqués de Villena y uno de los hombres con más poder e influencia en la época, ordenó la construcción en 1456 con fines residenciales y un marcado perfil defensivo militar, al estilo medieval. Pero ya los tiempos estaban cambiando, y el interior del edificio haría gala de un uso más señorial con gran gusto decorativo y buscando las máximas comodidades, dotándole así de una doble función muy marcada.

Visitar el castillo por dentro es imprescindible para experimentar ese contraste entre la recia fortaleza defensiva exterior, de altos muros de piedra, murallas a modo de barrera artillera y tres puertas de acceso, conectando la primera con el pueblo. La Puerta de los Peregrinos o de Santiago debía contar en sus tiempos con un puente levadizo, y la última permitía ya el acceso propiamente al castillo. Destacan, además, los torreones de distinto diámetro que flanquean el recinto.

Cupula

El castillo fue abandonado progresivamente desde finales del siglo XV al perder su uso residencial del marquesado, reutilizándose a menudo con fines militares. Ya en el siglo XIX, fue Eugenia de Montijo quien se propuso recuperarlo y ordenó su restauración, tarea que completaría su bisnieto, el XVI Duque de Peñaranda. En 1931 fue declarado Tesoro Artístico Nacional, pero el edificio volvió a sufrir daños tras la Guerra Civil, abandonado otra vez después de utilizarse en la contienda.

Por suerte, hoy el Castillo de Belmonte luce un magnífico estado de conservación gracias a las últimas rehabilitaciones emprendidas entre 2008 y 2016 por la Casa Ducal de Peñaranda y Montijo con la colaboración de instituciones públicas. Aunque es de propiedad privada, funciona como museo adaptado al turismo y espacio multiusos para eventos, siendo una visita imprescindible si se pasa por la zona, previo pago de la entrada, que puede incluir el parque temático Trebuchet Park, con más de 40 armas de asedio.

Artesonado

Desde el patio de armas que recibe al visitante, el interior, de original planta pentagonal, ofrece un recorrido a través de salas musealizadas con espacios tan impresionantes como la Sala de Embajadores y su cúpula mocárabe, el bello artesonado del siglo XV del Salón de Gobierno, las armaduras de la Torre del Homenaje o la sorprendente cúpula de madera con astros de yeso del dormitorio original del primer marqués. Las lujosas techumbres de estilo mudéjar y la rica colección de muebles, capillas, decoraciones y estancias, hacen que sea uno de los grandes castillos históricos de nuestro país.

Imágenes | Castillo de Belmonte - Turismo Cuenca - José Luis Filpo Cabana

En DAP | Uno de los mejores ejemplos de castillo roquero de España se encuentra en Guadalajara: se han rodado escenas de 'Juego de Tronos'

En DAP | El imponente palacio-castillo medieval en el que puedes dormir para visitar el corazón del jamón de Extremadura

-
La noticia El impresionante castillo renacentista que esconde un palacio gótico-mudéjar en uno de los pueblos manchegos con más encanto fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .