El Gobierno sólo bajará la deuda una décima en 2025, frente a los 1,1 puntos prometidos a Bruselas
Proyecta un estancamiento en la ratio de deuda/PIB en 2025, manteniéndose en el 101,7%. En base a sus compromisos con Bruselas, se esperaba una rebaja al 100,7%

El Gobierno ha actualizado su cuadro macroeconómico este miércoles, en el Consejo de Ministros extraordinario celebrado tras el apagón del lunes. Mantiene sin cambios las proyecciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), con un avance del 2,6% este año y del 2,2% en 2026 "pese a la incertidumbre global" y el impacto de la guerra arancelaria.
Sin embargo, en el cuadro presentado por el Ejecutivo hay un dato que llama más la atención, el de la deuda pública. Dibuja una senda descendente desde 2020 (cuando la ratio de deuda en relación al PIB se situaba en el 119,3%), con bajadas de al menos tres puntos al año, situándose a cierre de 2024 en el 101,8%.
La proyección para 2025 que ha publicado el Gobierno este miércoles plantea ahora un estancamiento, con una ratio de deuda que se mantendría en el 101,7%, con una mejora de apenas una décima. Esto contrasta con el compromiso del Gobierno de mantener la deuda en una senda descendente y reducirla en 1,1 puntos este año.
De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en el Informe sobre los Presupuestos iniciales de las Administraciones públicas 2025 publicado el 10 de abril, plateaba que su previsión estaba alineada con la del Gobierno al asumir un recorte de la deuda de un punto, hasta el 100,8% del PIB, frente al 100,7% que se esperaba del Gobierno.
El Plan fiscal enviado a Bruselas
Así consta en el Plan Fiscal Estructural de Medio Plazo (PFEMP) que el Gobierno envió a Bruselas el pasado otoño, en octubre de 2024. El compromiso plasmado para este año era el de reducir la deuda en 1,1 puntos respecto al nivel previsto en 2024.
Entonces planteaba una mejora en 2024 de 2,5 puntos, con una proyección de deuda a cierre de ese año del 102,5%. Por esa razón, la proyección para 2025 era que la deuda bajara al 101,4%, en los citados 1,1 puntos. Sin embargo, finalmente la deuda se rebajó en 3,3 puntos en 2024, hasta el 101,8%.
Pese a mejorar el compromiso de 2024, se esperaba que manteniese el de 2025 y rebajara la ratio de deuda en los 1,1 puntos comprometidos, hasta el 100,7% del PIB. El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) planteó la semana pasada en su previsión para España que el endeudamiento bajaría al 100,6% del PIB este año.
Entre otras cosas, porque tal y como recoge el Gobierno en el Plan Fiscal, existe una "salvaguarda de sostenibilidad de la deuda" en las reglas fiscales que marca que "la deuda debe reducirse, en promedio, al menos en 1 punto de PIB al año mientras esta exceda del 90% del PIB durante el periodo de ajuste", como es el caso de España.
Previsiblemente, el Gobierno alegará la anticipación de esa mejora de 0,7 puntos a 2024 para no realizar ajustes adicionales este año, ganando un margen para incrementar el gasto en partidas crecientes como la defensa o las pensiones. Sin embargo, la proyección de 101,7% significa no alcanzar ni siquiera el nivel marcado en el Plan Fiscal del 101,4%.
Conviene mencionar también que al medirse la deuda pública en relación al PIB, sólo el crecimiento del 2,6% previsto en el PIB acarreará una mejora de la ratio manteniendo la deuda constante o, en su defecto, dará más margen a las administraciones públicas para endeudarse sin afectar a la ratio.
Dicho de otra manera: puesto que el Gobierno plantea un crecimiento del 2,6% de la economía española y sólo una mejora de una décima en la ratio de deuda, esto significa que está asumiendo un incremento en el volumen de deuda pública muy similar al del PIB.