El gasto militar tensa la convivencia interna de Sumar y el pacto de Gobierno

IU endurece el tono contra el PSOE después de aprobar una partida millonaria para gasto en defensa y compras de armamento a empresas de Israel Yolanda Díaz pide la rectificación de la compra de armas a Israel e IU abre la puerta a salir del Gobierno “La situación es complicada”. La frase, pronunciada por un dirigente de Izquierda Unida en las últimas horas, revela que la crisis que vive el Gobierno no es como las demás. La formación que lidera Antonio Maíllo se desmarcó del tono del resto de partidos de Sumar y cargó este miércoles con mucha dureza contra el PSOE por los recientes movimientos en política exterior de Pedro Sánchez. El aumento del gasto militar y las compras de armamento a empresas israelíes ponen en aprietos no solo la convivencia interna de la coalición de Yolanda Díaz, también tensan como nunca antes en la legislatura las relaciones en el seno del Consejo de Ministros. El Gobierno aprobó este miércoles un plan de más de 10.500 millones para políticas de defensa y ciberseguridad. De ese dinero, casi 2.000 millones, un 19% del total, irán para comprar o fabricar armas y vehículos militares. Con esos más de 1.900 millones de euros se adquirirán aviones de combate, fragatas y buques nuevos, vehículos blindados, sistemas antimisiles y munición, según el detalle facilitado por Moncloa.  Sumar reaccionó prácticamente al momento el martes tras conocer los planes de Sánchez sobre el plan de gasto en defensa. La Vicepresidencia Segunda presentó una serie de observaciones en las que calificó las partidas de excesivas y defendió que no tenían justificación, especialmente unos 2.000 millones que irán destinados “a la fabricación o compra de nuevos instrumentos de defensa y disuasión”. Es decir, armamento y no elementos relacionados con la ciberseguridad o el salario de las tropas que sí están incluidos en el resto de partidas del plan. Este miércoles Sumar también reclamó al Ministerio del Interior que cancele la compra de armamento a Israel. Se trata de la formalización hace una semana de un contrato de dos lotes de munición del calibre 9 milímetros a dos empresas israelíes por valor de más de 5,5 millones de euros, a pesar de que el pasado mes de octubre el departamento de Fernando Grande-Marlaska aseguró que había iniciado un “proceso para rescindir el contrato de compra”. La formalización se produjo la pasada semana, el día 16, y el anuncio de la misma fue publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público dos días después, en plenas vacaciones de Semana Santa.  Tanto desde la coalición de Gobierno como desde el grupo parlamentario se han movido para pedir al ministro que rectifique y ya preparan una solicitud de comparecencia para que dé todos los detalles sobre esa operación en el Congreso de los Diputados. No obstante, tanto Díaz como la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, intentaron contemporizar en las últimas horas y evitar hablar de un escenario de confrontación con el PSOE. La vicepresidenta habló de la buena salud del Gobierno y García aseguró que las discrepancias eran “sanas” y sobre todo transparentes en la relación con el socio de Gobierno.  El análisis no lo comparte en absoluto Izquierda Unida. “El enfermo está fastidiado”, ironizaba un dirigente en respuesta a la analogía de las ministras de Sumar. El coordinador general del partido, Antonio Maíllo, aseguró en la mañana del miércoles que la actitud “irresponsable” del PSOE abría una “crisis de Gobierno”. Ya el martes por la noche, la dirección del partido celebró una reunión en la que se constató que lo aprobado por el Gobierno en defensa merecía un rechazo contundente. Por la mañana, sus dirigentes desayunaban con la noticia de la compra de armamento a empresas israelíes. “La decisión unilateral del PSOE y de Pedro Sánchez dentro del Gobierno de la política de aumento de gastos militares es un acto de irresponsabilidad que pone y que abre una crisis de gobierno”, dijo Maíllo. “Si a eso se une la noticia hoy de que el ministro Marlaska y el Ministerio del Interior ha incumplido la propia orden del Consejo de Gobierno de cancelar los contratos a empresas israelíes, estamos hablando de decisiones unilaterales que dificultan mucho la estrategia del Gobierno de aquí al 2027”, añadió. Moncloa rebaja la gravedad del choque En la Moncloa, sin embargo, rebajan considerablemente la gravedad del momento. Por un lado, el roce del Consejo de Ministros del martes lo dan por solventado con la escenificación de la discrepancia que llevaron a cabo los de Yolanda Díaz con la presentación de las objeciones.  La parte socialista del Ejecutivo no comparte las formas de sus socios de coalición y considera “un error” la estrategia de oposición interna a una hoja de ruta comprometida con Europa y con la OTAN. Pero los socialistas la respetan e incluso la comprenden por el delicado juego de equilibrio

Abr 24, 2025 - 07:40
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El gasto militar tensa la convivencia interna de Sumar y el pacto de Gobierno

El gasto militar tensa la convivencia interna de Sumar y el pacto de Gobierno

IU endurece el tono contra el PSOE después de aprobar una partida millonaria para gasto en defensa y compras de armamento a empresas de Israel

Yolanda Díaz pide la rectificación de la compra de armas a Israel e IU abre la puerta a salir del Gobierno

“La situación es complicada”. La frase, pronunciada por un dirigente de Izquierda Unida en las últimas horas, revela que la crisis que vive el Gobierno no es como las demás. La formación que lidera Antonio Maíllo se desmarcó del tono del resto de partidos de Sumar y cargó este miércoles con mucha dureza contra el PSOE por los recientes movimientos en política exterior de Pedro Sánchez. El aumento del gasto militar y las compras de armamento a empresas israelíes ponen en aprietos no solo la convivencia interna de la coalición de Yolanda Díaz, también tensan como nunca antes en la legislatura las relaciones en el seno del Consejo de Ministros.

El Gobierno aprobó este miércoles un plan de más de 10.500 millones para políticas de defensa y ciberseguridad. De ese dinero, casi 2.000 millones, un 19% del total, irán para comprar o fabricar armas y vehículos militares. Con esos más de 1.900 millones de euros se adquirirán aviones de combate, fragatas y buques nuevos, vehículos blindados, sistemas antimisiles y munición, según el detalle facilitado por Moncloa. 

Sumar reaccionó prácticamente al momento el martes tras conocer los planes de Sánchez sobre el plan de gasto en defensa. La Vicepresidencia Segunda presentó una serie de observaciones en las que calificó las partidas de excesivas y defendió que no tenían justificación, especialmente unos 2.000 millones que irán destinados “a la fabricación o compra de nuevos instrumentos de defensa y disuasión”. Es decir, armamento y no elementos relacionados con la ciberseguridad o el salario de las tropas que sí están incluidos en el resto de partidas del plan.

Este miércoles Sumar también reclamó al Ministerio del Interior que cancele la compra de armamento a Israel. Se trata de la formalización hace una semana de un contrato de dos lotes de munición del calibre 9 milímetros a dos empresas israelíes por valor de más de 5,5 millones de euros, a pesar de que el pasado mes de octubre el departamento de Fernando Grande-Marlaska aseguró que había iniciado un “proceso para rescindir el contrato de compra”. La formalización se produjo la pasada semana, el día 16, y el anuncio de la misma fue publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público dos días después, en plenas vacaciones de Semana Santa. 

Tanto desde la coalición de Gobierno como desde el grupo parlamentario se han movido para pedir al ministro que rectifique y ya preparan una solicitud de comparecencia para que dé todos los detalles sobre esa operación en el Congreso de los Diputados.

No obstante, tanto Díaz como la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, intentaron contemporizar en las últimas horas y evitar hablar de un escenario de confrontación con el PSOE. La vicepresidenta habló de la buena salud del Gobierno y García aseguró que las discrepancias eran “sanas” y sobre todo transparentes en la relación con el socio de Gobierno. 

El análisis no lo comparte en absoluto Izquierda Unida. “El enfermo está fastidiado”, ironizaba un dirigente en respuesta a la analogía de las ministras de Sumar. El coordinador general del partido, Antonio Maíllo, aseguró en la mañana del miércoles que la actitud “irresponsable” del PSOE abría una “crisis de Gobierno”. Ya el martes por la noche, la dirección del partido celebró una reunión en la que se constató que lo aprobado por el Gobierno en defensa merecía un rechazo contundente. Por la mañana, sus dirigentes desayunaban con la noticia de la compra de armamento a empresas israelíes.

“La decisión unilateral del PSOE y de Pedro Sánchez dentro del Gobierno de la política de aumento de gastos militares es un acto de irresponsabilidad que pone y que abre una crisis de gobierno”, dijo Maíllo. “Si a eso se une la noticia hoy de que el ministro Marlaska y el Ministerio del Interior ha incumplido la propia orden del Consejo de Gobierno de cancelar los contratos a empresas israelíes, estamos hablando de decisiones unilaterales que dificultan mucho la estrategia del Gobierno de aquí al 2027”, añadió.

Moncloa rebaja la gravedad del choque

En la Moncloa, sin embargo, rebajan considerablemente la gravedad del momento. Por un lado, el roce del Consejo de Ministros del martes lo dan por solventado con la escenificación de la discrepancia que llevaron a cabo los de Yolanda Díaz con la presentación de las objeciones. 

La parte socialista del Ejecutivo no comparte las formas de sus socios de coalición y considera “un error” la estrategia de oposición interna a una hoja de ruta comprometida con Europa y con la OTAN. Pero los socialistas la respetan e incluso la comprenden por el delicado juego de equilibrios internos que obliga a ejercer entre los suyos la vicepresidenta segunda. 

“Es verdad que los ministros de Sumar han planteado observaciones”, admitió el presidente del Gobierno durante su comparecencia del martes en la Moncloa para presentar el millonario plan de gasto. Un roce al que restó relevancia. “Tenemos una discrepancia que hemos gestionado desde el respeto y desde el diálogo. No somos partidos iguales, tenemos nuestras diferencias. Pero siempre las afrontamos desde el respeto y desde el diálogo. Y lo que es más importante, el europeísmo une a este Gobierno de coalición”, recalcó. 

La gestión interna del contrato de armamento israelí sí implicó este miércoles, en cambio, la necesidad de sofocar un incendio político. En la Moncloa aseguran que no estaban al tanto de que la decisión de Interior de seguir las recomendaciones de la Abogacía del Estado para no rescindir el acuerdo fuera inminente. Y que por eso no tuvieron margen ni para desactivar la bronca con Sumar, ni para controlar los tiempos que admiten como “poco convenientes” por haberse llevado a cabo justo el día después de aprobar 10.500 millones de euros en Defensa con el socio de coalición en contra. 

En cualquier caso, la de la ruptura de la coalición o la reforma del Ejecutivo es una hipótesis descartada en el equipo de Pedro Sánchez, donde aseguran que el presidente y Yolanda Díaz tuvieron la posibilidad de hablar directamente del tema este miércoles. Esas mismas fuentes aseguran “tener constancia” desde “las más altas instancias de Sumar” de que el Gobierno no está siquiera cercano a la ruptura. 

La reacción de IU tiene que ver con las contradicciones a las que se enfrenta al mantenerse dentro de un Gobierno que ha emprendido una política de rearme. La partida millonaria aprobada permitirá alcanzar el compromiso alcanzado con la OTAN de invertir el 2% del PIB en defensa. La organización que lidera Antonio Maíllo nació en la década de 1986 como respuesta a las movilizaciones sociales contra la entrada de España en la Alianza Atlántica. Casi 40 años después, forma parte del Gobierno que hará uno de los desembolsos más grandes para cumplir los compromisos con ese organismo multilateral.

Por eso el tono de sus dirigentes este miércoles fue tan duro que puso en cuestión el relato de Yolanda Díaz sobre esta partida. La vicepresidenta había defendido que este incremento del gasto se hará sin recortes sociales, pero el portavoz de IU en el Congreso, Enrique Santiago, le corrigió este miércoles: “10.000 millones destinados al rearme son 10.000 millones que no se utilizan en solventar el gravísimo problema de la vivienda”. El secretario general del Partido Comunista de España (PCE) llegó a abrir la puerta de una posible salida del Gobierno por este asunto. 

“Es una decisión que tenemos que tomar colectivamente. Nosotros barajamos todos los escenarios. Las decisiones unilaterales tomadas por otros son las que provocan determinadas consecuencias graves”, dijo Santiago en una rueda de prensa tras ser preguntado precisamente por una ruptura del Gobierno. Acto seguido argumentó que si esa decisión se terminara tomando la responsabilidad no sería de Sumar o de Izquierda Unida. 

“La responsabilidad, decidamos lo que decidamos, no va a ser nuestra. En el acuerdo de Gobierno no hay nada que posibilite esta inmensa operación de rearme y mucho menos que posibilite cualquier colaboración o permisividad que con los graves crímenes internacionales que está cometiendo Israel contra el pueblo palestino”, dijo. 

Maíllo, en una entrevista en Hora 25 a última hora de la tarde, fue algo más suave al señalar que en cualquier caso la responsabilidad de la ruptura del acuerdo de coalición la tiene el Partido Socialista y ha dicho que su formación no tienen interés en romper el Gobierno pero precisó que no pueden dejar pasar la ruptura de un pacto por parte del partido de Sánchez.

“Siempre todos los escenarios están sobre la mesa. El problema es que sobre la mesa del PSOE está que han incumplido el acuerdo de gobierno. No sé por qué se pone el foco sobre si nosotros debemos salir, quien tiene la responsabilidad del gobierno es el PSOE. Quien tendría que salir es [el ministro del Interior, Fernando Grande-]Marlaska. Es una decisión que no se sostiene en un gobierno progresista”, dijo

Díaz descarta la ruptura

De hecho, IU reclamó este miércoles una reunión de la mesa de partidos de Sumar, el órgano del que se ha dotado la coalición para tratar los asuntos de coyuntura política y tratar de alcanzar posturas consensuadas. “Todos los escenarios están encima de la mesa” insistían fuentes de IU este miércoles.

Desde el entorno de Yolanda Díaz, no obstante, también se esfuerzan en alejar la idea de una ruptura y reafirman que el Gobierno goza de “buena salud” pese a las discrepancias evidentes con el PSOE. “En ningún caso está en peligro” el Gobierno de coalición, ha dicho el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, en declaraciones a los medios desde Barcelona, donde se encontraba celebrando la jornada de Sant Jordi. La vicepresidenta segunda suele defender en público que esas disputas es mejor resolverlas en el seno de la coalición y consideran además que las medidas que han tomado, como solicitar la comparecencia de Marlaska, son lo suficientemente contundentes.

En la parte socialista del Ejecutivo sí reconocen el pesar que produce no haber cumplido con la palabra dada en su día de que ese contrato sería rescindido para no llenar las arcas de compañías que van de la mano de Benjamin Netanyahu en la matanza perpetrada al pueblo palestino. Pero justifican la resolución adoptada por el departamento de Grande-Marlaska desde un punto de vista técnico.

“No es por la indemnización, es porque con un informe en contra de la Abogacía del Estado no hay un funcionario que te firme la resolución del contrato. Podría incurrir en un delito administrativo”, argumentan en la parte socialista del Ejecutivo. 

Desde Interior justifican su marcha atrás en la decisión de romper el acuerdo en que no había margen legal. “La Abogacía del Estado avisó que, en caso de anular, el resultado hubiera sido tener que abonar el precio a la empresa sin recibir el material contratado. Pero el Ministerio del Interior, pese a este episodio, comparte el compromiso del Gobierno español de no vender o comprar armamento al Estado israelí adquirido desde que estalló el conflicto armado en el territorio de Gaza”, sostienen fuentes del departamento que dirige Marlaska. 

Unos argumentos que no comparte, sin embargo, Izquierda Unida. “No es creíble que no haya mecanismos para de inmediato anular, resolver, dejar sin efectos, no ejecutar ese contrato. Un contrato de seis millones de euros es un contrato muy menor en la contabilidad nacional”, reflexionó Enrique Santiago en la rueda de prensa. “No es un problema contractual, es un problema político”, argumentó.

“Hay argumentos jurídicos suficientes para que España no se convierta en cómplice de un genocidio. Israel es uno de los pocos estados creado por una resolución de la ONU e incumple sistemáticamente todas las resoluciones de las Naciones Unidas. Ni seis millones ni 6.000 millones pueden justificar que España caiga en el riesgo de ser cómplice de un genocidio”, concluyó. 

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