Esta semana se presenta muy intensa para Alberto Núñez Feijóo. La próxima cumplirá su primer trienio al frente del Partido Popular y este fin de semana lo celebra en Sevilla, la ciudad donde sus compañeros lo eligieron líder y aplaudieron como presidente del Gobierno 'in pectore' al que solo faltaba pasar por unas urnas de trámite para ocupar La Moncloa. Tres años y no pocas frustraciones después, el gallego al que tanto costó acudir a la llamada de la corte se muestra insistente en el objetivo pese a la tenaz resistencia de Sánchez, al lastre de Mazón y a la amenazadora sombra de Ayuso.

Poco sospechaba el por cuatro veces elegido presidente de la Xunta de Galicia y reclamado por su partido para echar a Pedro Sánchez, y por todas las encuestas del país, que la alfombra triunfal mudaría inesperadamente en una travesía del desierto en la oposición que va camino de durar toda una legislatura. Ni indultos, ni amnistía, ni la siempre eficaz bandera de la unidad de España fue suficiente para la reconquista del poder que la derecha política, económica y mediática dieron por descontada antes de tiempo.

Este lunes, Feijóo ha querido conjurar aquel entusiasmo colectivo que le hizo abandonar su querida Galicia y, también, someter las dudas que se ciernen sobre su titubeante liderazgo. Ante el Comité Ejecutivo del PP ha reclamado su figura como única alternativa al actual Gobierno remarcando que el encargo para el que fue elegido, aunque esté tardando, llegará. Un mensaje que reiterará este fin de semana ante la Interparlamentaria del partido que se reúne en Sevilla, donde presentará sus nuevas armas contra el resistente sanchismo.

Desgastadas Cataluña o la economía como principales herramientas de oposición Feijóo continuará cabalgando sobre la supuesta corrupción sanchista y sumará otro inesperado ariete contra Moncloa: el rearme que exige Europa y que está convencido terminará por quebrar las alianzas parlamentarias que sostienen al Gobierno, una nueva munición que estrenará este mismo miércoles en la difícil comparecencia del presidente ante el Congreso para defender el aumento del gasto de Defensa.

"El gallego al que tanto costó acudir a la llamada de la corte se muestra insistente en el objetivo pese a la tenaz resistencia de Sánchez, al lastre de Mazón y a la amenazadora sombra de Ayuso"

Las recientes derrotas parlamentarias del Gobierno abonan el entusiasmo que Feijóo pretende resucitar en el PP pero los últimos mensajes del entorno monclovita sobre su posible renuncia a presentar Presupuestos para evitarse choques con los socios y continuar gobernando no son buenas noticias para el gallego. Y que las actuales encuestas vuelvan a señalar al PP ampliando su distancia del PSOE quizá tampoco, visto el efecto que tuvieron hace ahora tres años.