El bombazo que Terelu ha contado sobre Carlo Costanzia justo antes de abandonar ‘Supervivientes 2025’

El corazón del reality está en el casting.

En un formato como Supervivientes, lo más importante no es solo el escenario salvaje ni las pruebas físicas: el verdadero motor es el casting. Telecinco lo sabe bien, y por eso cuida con mimo la elección de cada concursante. Necesita perfiles que enganchen, emocionen y generen conversación tanto dentro como fuera de la pantalla.

El reto no solo es que den juego, sino que se mantengan firmes cuando la realidad —y no el show— aprieta. Un abandono prematuro puede tirar por tierra la narrativa que el programa ha construido con tanto esfuerzo. Y eso implica buscar personajes fuertes emocionalmente, capaces de mostrar debilidad sin desmoronarse del todo.

Por eso, el viaje de Terelu Campos por Supervivientes 2025 ha sido especialmente relevante. No solo por su renombre, sino por su capacidad para conmover, abrirse y dejarse ver como pocas veces lo había hecho en televisión.

Una despedida cargada de emociones.

En la gala del pasado domingo 23 de marzo, presentada por Sandra Barneda, los espectadores fueron testigos de un momento clave: la decisión definitiva de Terelu sobre su continuidad. Pero antes de abandonar la aventura, quiso recorrer el simbólico Puente de las Emociones. Allí repasó algunos de los capítulos más delicados de su vida, desde la muerte de su padre hasta el nacimiento de su primer nieto.

“Desde la trágica muerte de su padre, hasta la profunda felicidad que siente desde que Alejandra Rubio dio a luz a su primer nieto, Carlo”, narró con emoción. Fue un testimonio íntimo y sin artificios, que tocó el corazón de muchos, incluida su hija, presente en el plató. La complicidad entre ambas se notó incluso a distancia.

No era una despedida cualquiera. Era una declaración de amor, de heridas y de nuevas etapas. Terelu quiso marcharse dejando claro que el reality le había removido por dentro, pero también la había reconciliado con partes de su historia.

La transformación en abuela.

Durante su paso por el puente, Terelu se detuvo especialmente en su nueva faceta como abuela. Habló sin rodeos de Alejandra y de cómo están afrontando esta nueva etapa. “Somos muy diferentes de carácter… Aun así, espero haber sido y seguir siendo una buena madre para ella”, expresó con sinceridad.

Recordó también cómo su hija ha sido juzgada desde que anunció su embarazo. “Se le ha hecho mucho daño por el simple hecho de haberse quedado embarazada pronto”, confesó, dejando ver su faceta más protectora. Pero, pese a las críticas, encontró un motivo de alegría incondicional: “Tiene una mente muy fuerte y yo estoy encantada de que mi hija me haya dado ese nieto”.

“Es muy difícil describir lo que es, dices: ‘No es mío, es de mi hija, pero es parte de mí’”, añadió. Una frase que resume, en pocas palabras, el vínculo profundo que siente con el pequeño Carlo.

Un nuevo capítulo familiar.

Lejos de quedarse en lo anecdótico, Terelu aprovechó el espacio para celebrar la felicidad de su hija. “Alejandra es feliz con su hijo y con Carlo”, aseguró. Su discurso incluyó también un reconocimiento especial a su yerno, Carlo Costanzia: “Tengo que agradecerle mucho. Es muy cariñoso conmigo, es un padrazo y creo que es una estupenda pareja”.

La emoción traspasó la pantalla. La propia Sandra Barneda notó la intensidad del momento y no dudó en dirigirse a Alejandra en plató. “No eres nada de lágrima fácil, pero fíjate todas las cosas que ha dicho tu madre”, le dijo la presentadora, dándole pie a reaccionar.

Y la joven no se contuvo: “Me ha hecho llorar y todo. Mira que yo aguanto, pero…”, admitió entre lágrimas. Un testimonio sencillo, honesto, que selló uno de los momentos más sinceros y emotivos que ha dejado hasta ahora esta edición de Supervivientes.