"El arancel nos inquieta, pero no dejaremos ese mercado": así afrontan las empresas españolas el golpe de Trump

"Estamos buscando fórmulas para suavizar lo máximo posible este arancel con marketing del vino de valor".

Abr 10, 2025 - 05:53
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"El arancel nos inquieta, pero no dejaremos ese mercado": así afrontan las empresas españolas el golpe de Trump

El queso manchego curado de seis meses es el producto que más le compran los estadounidenses a Pedro García Navalmoral, presidente de Quesos Navalmoral, una empresa de Totanés (Toledo) que es el segundo fabricante nacional de la denominación de origen Queso Manchego, solo por detrás de García Vaquero.

Navalmoral vende dos millones de kilos al año de queso al país de Donald Trump, que acaba de iniciar una guerra arancelaria contra medio mundo. "Evidentemente es un problema, un problema que ahora tenemos que compartir el ganadero, los fabricantes y el importador, porque si algo aprendimos de la primera legislatura de Trump, cuando también nos impuso aranceles, es que la cadena de distribución estadounidense no está dispuesta a ayudar", explica a 20minutos Pedro García Navalmoral.

El fabricante de quesos de Toledo acaba de mantener una reunión, vía telefónica, con sus socios importadores en EEUU que le ha dejado "bastante tranquilo". Primero porque no le han quitado ni un queso de su previsión de compra para este año y, segundo, porque sus socios norteamericanos creen que habrá negociación entre el Gobierno de Trump y la UE para reducir una nueva tasa que inicialmente iba a ser del 20%.

Y la verdad es que no van del todo desencaminados: este miércoles por la tarde, horas después de que entrasen en vigor los aranceles adicionales que el presidente norteamericano había decidido imponer a determinados países, él mismo anunció una pausa "inmediata" de 90 días sobre dicha aplicación. Esto supone que durante esos tres meses, abiertos a negociaciones, la base arancelaria global será del 10%.

"El arancel cero no va a retornar al queso, durante su anterior legislatura Trump lo puso al 25% y luego lo bajó, por eso creemos que el presidente de EEUU está sembrando miedo para negociar mejor con el resto de países. Va a ser una negociación dura, pero confiamos en que se pueda rebajar", dice el empresario manchego. Mientras llegan y no las rondas políticas, García Navalmoral pide al Gobierno español "no enemistarse con Trump" y a la UE "férrea unidad para mostrar más fortaleza".

Este miércoles ha salido el último barco con quesos desde Totanés hacia EEUU. Para el siguiente envío, el presidente de Quesos Navalmoral se ha comprometido con sus importadores a valorar una posible rebaja. Aprovechará que el precio de la leche ha bajado "muchísimo". "Entre esa bajada y con el ajuste de mi beneficio y el del importador, lo asumimos. Aunque, si una negociación entre EEUU y la UE termina por rebajar el arancel al 10%, pues tendremos menos que ajustar", manifiesta.

Para Entrepinares, grupo quesero, el estadounidense también es un mercado importante. "El arancel nos ha puesto nerviosos, pero no vamos a renunciar a este mercado", explica Gabriel Martínez, su director general. "Hemos hablado con nuestros importadores y ellos están tranquilos. La anterior tasa que puso Trump al queso, del 25%, duró solo unos meses. Allí creen que todo es una estrategia de Trump para negociar con más fuerza con el resto de países". Según Martínez, los importadores son los más interesados en que se reduzca y están confiados en que así sucederá, por lo que todavía no han pedido esfuerzos en rebajas de precio a Entrepinares.

"Al año vendemos 250.000 kilos de queso a EEUU, es un volumen importante, sobre todo en nuestro queso manchego, Lordi. Mantenemos el precio de anteayer y no han bajado los pedidos, pero me imagino que si esto continúa mucho tiempo los importadores nos demandarán apoyo y tendremos que valorar un acercamiento", dice el director general del mayor grupo de producción nacional de quesos.

El queso, el vino, el aceite y las aceitunas, los ibéricos, el vinagre o el brandi, pero también la maquinaria industrial, productos químicos, motores, herramienta o cerámica es de lo que España exporta en mayores cantidades a EEUU. El agroalimentario, el químico o el industrial son los sectores más afectados por la guerra comercial desatada por el proteccionismo de Trump, que aspira a que su país vuelva a producir bienes que o nunca produjo o lleva décadas sin elaborar.

Empresarios de estos sectores, consultados por 20minutos, afirman que ya están revisando sus estrategias de comercio mundial, en continuo contacto con los importadores, que son quienes abonan el arancel, mientras confían en que haya la rebaja sea definitiva, bien gracias a la presión interna o fruto de las negociaciones que se abran entre EEUU y la UE.

El vino: menos ventas, pero de más valor

Bodegas Marqués del Atrio, gestionada por la quinta generación de la familia Rivero, cuenta con ocho bodegas en La Rioja, Galicia, Navarra, Rueda o El Bierzo, lo que significa que está presente en cada zona importante de vino español. Su director general, Jorge Rivero, explica a 20minutos que la exportación es el 40% de su negocio y su filial en Miami sirve al mercado estadounidense el 6% de la producción.

"Llevamos mes y pico con todo este tema de los aranceles de Trump, desde que empezó el rumor, cuando se hablaba incluso de un arancel del 200% que nos habría sacado del mercado", señala. Si finalmente sí se confirma una subida al 20%, esta empresa se verá obligada a buscar fórmulas para "suavizarlo lo máximo posible, con campañas de comunicación, de marketing, para potenciar los vinos de valor, y que sean un poco menos sensibles al precio".

"Lo peor es la incertidumbre, porque para hacer proyectos de medio plazo, la incertidumbre es lo peor que puedes tener. Si ya sabemos lo que es, tomo medidas, saco la artillería, pero si después cambia, entonces es que te quedas con una cara de como de no saber por dónde vas".

En conversación con su equipo en Estados Unidos, con el que mantiene dos reuniones diarias desde que se empezó a hablar de estos aranceles, el director de Marqués del Atrio resalta la suerte, entre comillas, de que el vino español se venda más barato que el italiano o el francés. Si el francés está en torno a los ocho euros el litro de media, el italiano está en cinco y el español, en dos. "Por lo que podemos tener recorrido y vernos menos afectados", considera Rivero. En Bodegas Marqués del Atrio no han parado las máquinas, actualmente el grupo produce 26 millones de botellas al año, pero sí que están revisando contratos y tienen algunos envíos en 'stand by', a la espera de pactar la recarga arancelaria.

Su estrategia pasa por el momento por descargar el arancel en el distribuidor, aunque eso suponga aceptar menos ventas, pero focalizándose en vinos de valor: "No aspiramos a vender más unidades, sino mejor producto". Sus bodegas exportan Rías Baixas Albariño, el más vendido en EEUU, Marqués del Atrio Crianza Rioja y Faustino Rivero. Además, Jorge Rivero reconoce que la familia está sondeando nuevos mercados. "Esto que está ocurriendo te hace pensar y, si teníamos inversiones más lentas, en Brasil, Japón, mercados que son emergentes, te planteas derivar recursos ahí. Tenemos que pensarlo".

Aceite de oliva: apostar por calidad y reducir costes

En Deoleo, líder mundial de aceite de oliva, esta semana se han mostrado "prudentes" ante el 'arancelazo', que llegaba justamente en una campaña con los precios del aceite de oliva en tendencia de bajada "significativa".

En un comunicado, Deoleo ha recordado que Estados Unidos es "uno de los mercados prioritarios" del aceite de oliva, y que ya cuentan con "una hoja de ruta clara" para defender el sector dentro de EEUU, un país con poca producción local del oro verde. Apuestan, dicen, por divulgar los beneficios saludables del aceite para consolidarse en el mercado. Y por garantizar la calidad del producto, base sobre la que están dispuestos a estudiar "medidas que contribuyan a reducir costes y a mejorar la competitividad".

Ibéricos y Brandi: Osborne se centrará en Europa

Los ibéricos y el Brandi de Jerez también se ven afectados, por lo que Bodegas Osborne está valorando diferentes escenarios en medio de una "incertidumbre actual", señala Rocío Osborne, su portavoz: "Sabemos cuál es el arancel, pero no sabemos cómo va a afectar al consumo final. Y por eso calculamos los costes si trasladamos el 100% del arancel al precio, el 50%, el 25%, así como también estamos valorando opciones logísticas de importación que puedan abaratar el coste. Tenemos una sociedad en EEUU y podríamos mandar piezas sin despiezar y realizar la segunda manufactura, el loncheado, allí, lo que variaría el arancel".

En conjunto, la empresa de Puerto de Santa María, Cádiz, vende a EEUU el 10% de sus ibéricos y vinos, unos siete millones de euros (sus ventas internacionales son el 36%). "El impacto es importante. No solo por el arancel, sino porque creemos que conllevará una caída en consumo de nuestros productos, al perder competitividad con productos domésticos, e incluso por una crisis en el consumo estadounidense".

Mientras tanto, en Osborne ya trabajan para desarrollar "mercados con menos incertidumbre", apostando por pesos pesados como Alemania y otros países en el seno de la UE: "Una zona que nos da mayores certezas y no tiene estos grandes cambios regulatorios".

Vinagre de Jerez: "Todo está un poco en el aire"

Bodegas Páez Morillas vende desde hace treinta años varios contenedores de vinagre de Jerez cada año a EEUU. "Ahora todo está un poco en el aire. Realmente no sabemos qué repercusión va a tener esto", se lamenta Esperanza Páez Morillas, directora de exportaciones. "Nuestros clientes no han decidido si reducen perdido o cómo lo van a hacer. Entramos en un periodo de conversaciones internas y mientras tanto nosotros viéndolas venir. Pero no sé hasta que punto estamos dispuestos a reducir el precio y nos tememos que el perjudicado final sea el consumidor".

El principal importador de su vinagre es una cadena de supermercados de Houston, Texas, que se queda el 90% y a quienes les embotellan una marca propia. Es el cliente que más preocupados tiene a los de Jerez de la Frontera, que siguen a expensas de saber qué demandan. "Creemos que será el consumidor final el que lo pagará. Se lo cobrará el importador, porque aunque negociemos un poquito, yo no tengo por qué pagarlo".

Maquinaria: confianza en el lobby americano

Hablando en condición de anonimato, porque no quieren que la publicidad interfiera en su reputación comercial, el portavoz de una empresa vasca que fabrica tornos para sectores industriales en EEUU — siderurgia, bienes de equipo, de defensa— reconoce que se van a ver muy afectados por los aranceles de Trump. No en vano el 95% de sus producción es exportada, y EEUU es su segundo mercado en volumen de ventas, solo por detrás de Europa.

Situada en un valle guipuzcoano en el que abunda el hierro, los bosques y el agua, la empresa desconoce todavía si va a aplicar íntegro el porcentaje al precio final. Tienen la confianza puesta en que los lobbies internos logren convencer al Gobierno de EEUU de echar marcha atrás, al menos en su sector, con el argumento de que nadie fabrica lo que ellos hacen. "Confiamos en que desarrollen letra pequeña y nuestro producto, por necesario, ya que ellos no lo fabrican, deje de estar gravado. Si quieren mejorar la productividad necesitan nuestras máquinas (europeas, japonesas o chinas). No hay otros equipamientos".

Son ellos los que fabrican, por ejemplo, máquinas para fabricar perfiles y chapas de acero o los depósitos de combustible de los cohetes aeroespaciales. Esta semana les visita un cliente de EEUU que les va a comprar una máquina por valor de un millón de euros. Si al final el arancel se queda en el 20%, "cuando la reciban les costará 1,2 millones".