Díaz confirma que la reducción de jornada se enviará al Congreso el próximo martes
El proyecto de ley para reducir la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales recibirá su último empujón en el Consejo de Ministros el próximo martes,...

El proyecto de ley para reducir la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales recibirá su último empujón en el Consejo de Ministros el próximo martes, 29 de abril, cuando será enviado inmediatamente al Congreso para iniciar su tramitación. Así lo confirmó este jueves la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la clausura del Congreso de CCOO Industria que se celebra en Toledo. A la medida, no obstante, le queda aún un largo camino por delante hasta ser aprobada definitivamente, y el Ejecutivo tendrá que afrontar una compleja negociación con Junts para sacar adelante el texto.
El momento en el que el Gobierno dará luz verde definitiva al proyecto de ley le servirá para afrontar las manifestaciones del Primero de Mayo con una buena noticia de la que está muy necesitado, especialmente después de una semana repleta de polémicas y choques internos: desde el plan de rearme de 10.000 millones de euros al contrato de compra de munición a Israel, que finalmente ha sido cancelado tras las críticas de Sumar e IU. Díaz aseguró este jueves que la reducción de jornada es "la medida que más desea el conjunto de los españoles, voten a quien voten", y pidió "convertir lo que es de sentido común en la calle en sentido común en el parlamento".
Al enviar el proyecto de ley al Congreso el próximo martes, el Ministerio de Trabajo logra que no se retrase aún más el calendario previsto para sacar adelante la norma definitivamente antes de fin de año. Tal y como publicó 20minutos, el Gobierno ha dedicado las últimas semanas a incluir en el texto algunos de los cambios técnicos que sugirió el Consejo Económico y Social (CES), un órgano consultivo del Gobierno conformado por patronales, sindicatos y organizaciones agrarias, pesqueras o de consumidores. Se trata de modificaciones de poco calado, que no afectarán al núcleo del texto, pese a que el CES, en su informe, pidió "dotar al anteproyecto de un marco más flexible que permita un cumplimiento efectivo de la norma".
No obstante, todas las fuentes consultadas asumen desde el primer momento que la norma deberá sufrir cambios en el Congreso con respecto al texto que saldrá del Consejo de Ministros para lograr el apoyo de una mayoría de los diputados. De hecho, fuentes de Trabajo ya se abrían a finales de febrero a recuperar una de las medidas que se pusieron sobre la mesa en las conversaciones que mantuvo del departamento que lidera Yolanda Díaz con las patronales para intentar lograr su apoyo a la medida: las ayudas a empresas, especialmente a las más pequeñas y frágiles (que son en las que, en mayor medida, aún mantienen una jornada de 40 horas semanales), para que puedan adaptarse a la reducción de la jornada laboral sin verse perjudicadas.
Ese tipo de ayudas —"medidas de acompañamiento", en el argot utilizado por el diálogo social— terminaron por no incluirse en el anteproyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros tras la negativa de las organizaciones empresariales a estampar su firma en ese texto, algo que sí hicieron los sindicatos. Pero Trabajo es consciente de que algunos aliados derechistas del Gobierno, muy especialmente Junts, con importantes vínculos con la patronal, ven con recelo la reducción de la jornada laboral. Y sus votos (o bien los del PP) son imprescindibles en el Congreso para que salga adelante el texto, por lo que resulta ineludible alcanzar un acuerdo con los independentistas catalanes.