Cien días de furia y aranceles: Trump 'rompe' las reglas de la economía... salvo en impuestos
Si hay una presidencia disruptiva hasta la fecha, esta es la del magnate. Menos en materia fiscal... Como los republicanos Reagan y George Bush (padre e hijo) aspira a rebajarlos también.

A los vecinos de Estados Unidos, Canadá y México, a la Unión Europea, a los mercados financieros de todo el mundo y, sobre todo, a los más de 75 millones de estadounidenses que votaron a la demócrata Kamala Harris, los 100 primeros días de la segunda presidencia de Donald Trump se han hecho 'eternos'. A la guerra arancelaria, pausada hasta el próximo mes de julio, con la excepción de su pulso con China se suman las presiones sobre el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell para que rebaje los tipos de interés (incluso, para que presente su dimisión) y una política intervencionista que se está volviendo también contra gigantes como Amazon. Si hay una presidencia disruptiva hasta la fecha, esta es la del magnate. Menos en impuestos... Como los republicanos Reagan y George Bush (padre e hijo) aspira a rebajarlos.
¿"Un Trump desencadenado"?
Para el investigador sénior en el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), Víctor Burguete, estamos ante "un Trump desencadenado" que al contrario que entre 2017 y 2019 "controla las dos cámaras del Congreso y las grandes empresas están más alineadas con la política económica de Estados Unidos". En su opinión, "los contrapoderes son más débiles" que en su anterior legislatura. Sin embargo, el también profesor asociado de la Universidad Pompeu - Fabra Barcelona School of Management (UPF-BSM) apunta que todas las políticas que está impulsando el mandatario estadounidense se encuentran en su programa económico. A su juicio, gran parte de la opinión pública internacional pensaba que el actual presidente estadounidense iba de farol: "El problema es que hay una diferencia entre lo que anuncia, lo que la gente espera de él y lo que realmente hace", advierte este experto.
"El problema es que hay una diferencia entre lo que anuncia, lo que la gente espera de él y lo que realmente hace", Víctor Burguete (CIDOB)
El catedrático de Economía en la Universidad CEU San Pablo, Rafael Pampillón, se muestra más optimista que Burguete y asegura que "la realidad, los mercados financieros y sus caídas (que algo se han recuperado" han venido a ponerle 'puertas' a las ambiciones del inquilino de la Casa Blanca. Al respecto, Pampillón recuerda que "el 60% de los americanos tienen una parte de su ahorros invertidos en acciones de empresas estadounidenses, así como en fondos de inversión y los libros de texto dicen que los aranceles les perjudican". Un jarabe de sabor desagradable no apto para todos los paladares.
El ejemplo práctico de cómo se conduce Trump en este complejo contexto, lo hemos tenido este pasado miércoles, cuando se conoció que el PIB del país cayó un 0,3% en el primer trimestre a ritmo anualizado. Una mala cifra que, desde el Buró de Análisis Económico (BEA), se atribuyó al incremento de importaciones y a los recortes en el gasto público puestos en práctica por la nueva administración. Se trata de la primera caída en 3 años, y ya bajo el mando del republicano (tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero), cuando inicialmente los analistas esperaban un alza del 0,4%. ¿Cómo reaccionó el magnate? En su red social Truth Social echó la culpa a su antecesor demócrata Joe Biden - "nos dejó malas cifras"- y aseguro que cuando el "auge" comience "será como ningún otro". Incluso añadió: "¡¡¡Tengan paciencia!!".
Una FED con vocación de contrapeso
Otra de las 'normas' que ha roto en sus 100 primeros días Trump 2.0 es la independencia monetaria, en concreto, la de su banco central: la sacrosanta Reserva Federal (FED, en inglés). Una institución que preside desde 2018 el abogado e inversor Jerome Powell. Pampillón (Universidad CEU San Pablo) recuerda "que no puede despedir a Powell: la única forma es que estuviera enfermo o corrompido". De momento, el máximo responsable de la FED aguanta el pulso y no tiene prisa por rebajar los tipos de interés. "Una lección de la historia es que la no independencia del banco central de un gobierno acaba generando inflación y problemas en los mercados financieros (exceso de deuda, crisis financieras)", apunta Pedro Aznar quien es profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE. Al respecto, cree que el riesgo vendrá en 2028 cuando haya que sustituir a Powell. A Trump le quedará, al menos un año, en la Casa Blanca.
"No puede despedir a Powell: la única forma es que estuviera enfermo o corrompido", apunta Rafael Pampillón (Universidad CEU San Pablo)
¿Make America Great Again (MAGA)?
Entonces, ¿que persigue Donald Trump con la ruptura de la práctica totalidad de las 'normas', que habían regulado la economía hasta la actualidad? Burguete (CIDOB) ve dos objetivos principales detrás de su 'política' económica: "Recuperar la grandeza de la industria de Estados Unidos, favoreciendo las inversiones en el interior y controlando las exportaciones, a través de los aranceles", apunta este experto. En paralelo, el ahora presedente pretende "generar ingresos, en palabras de la retórica trumpista, que los extranjeros paguen el déficit y la deuda estadounidenses". Es decir, el republicano pretende compatibilizar la atracción de los empleos de las manufacturas estadounidenses a través de las rebajas fiscales con un fuerte control del comercio exterior. Especial mención merece el Impuesto de la Renta, que es federal, y cuya eliminación quiere el presidente.
El "viaje" en el tiempo de Trump
¿Cómo? Cojan el DeLorean y viajemos a finales del siglo XIX, cuando no existía el IRPF estadounidense y la política de aranceles estaba en boga. Es precisamente de esta última fuente de donde pretende obtener los ingresos necesarios para financiar estas rebajas fiscales. A lo que se sumarían los recortes en el gasto público. Para el también profesor asociado de la Universidad Pompeu - Fabra Barcelona School of Management (UPF-BSM), todo lo anterior queda patente porque en estos 100 días de furia y aranceles, ha creado dos nuevas agencias federales: el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que encabeza el multimillonario Elon Musk (Tesla, Space X...), y un nuevo organismo para la gestión de los ingresos aduaneros.
¿Lo conseguirá? Para el analista senior de CIDOB las "evidencias empíricas" son poco alentadoras para Trump y aporta 2 argumentos: la mitad de lo que recauda en la actualidad el gobierno central en Estados Unidos tiene su origen en el Impuesto de la Renta, que ahora quiere eliminar el magnate y durante la primera administración de Trump (2017-2021), según se menciona en la propia página web de la Casa Blanca, el 92% de los impuestos derivados de la subida de aranceles se destinó entonces a compensar a los agricultores perjudicados por las represalias comerciales de otros países y bloques económicos (la misma Unión Europea, por ejemplo).
el 92% de los impuestos derivados de la subida de aranceles se destinó entonces a compensar a los agricultores perjudicados por las represalias comerciales de otros países, según se menciona en la propia web de la Casa Blanca
O lo que es lo mismo: No será nada fácil sustituir al IRPF estadounidense con los aranceles y, aún más complicado, hacerlo en medio de un cruce de contramedidas arancelarias. A todo esto se les suma, añade este experto, que cuanto mayores promesas de rebajas de impuestos hace más difícil tiene renegociar los aranceles e ir más allá de la cuota 'universal' del 10% o el 25% para los automóviles. Al final, todo se reduce a conocer de dónde saldrá el dinero para pagar la 'fiesta'. "Por eso, para Trump es muy importante que no haya represalias. Así no tiene que compensar", recalca Burguete.