De quien más se fía un hombre es de otro hombre y yo me dejé llevar por el amor de su esposo, por su fascinación. Ver a alguien tan enamorado cuando ha pasado mucho tiempo es un extraño destello de luz. Pocas veces he visto una mirada tan dulce, tan sentida. Esta mirada que vuelvo a ver cada vez que comemos o cenamos juntos, y que siempre me conmueve, y que siempre me recuerda lo fuertes que el amor nos hace en nuestra fragilidad extrema. Toda la abundancia de la vida en una gota de condensación. Como un niño que hubiera decidido no marcharse nunca de su edad, así vi que era mirada Carmen por su marido, y así aprendí...
Ver Más