Carlos Alcaraz venció a Lorenzo Musetti, se consagró en el Masters 1000 de Montecarlo y vuelve al N° 2
El español se coronó por primera vez en el Principado y se encumbra como el gran favorito en la gira europea sobre polvo de ladrillo
Carlos Alcaraz ya no es un “niño maravilla”. Hace tiempo que es un “adulto” del circuito. Pero no deja de crear, divertirse y sonreír como si fuera un adolescente sin preocupaciones. Dibujó una semana contundente en Montecarlo, sobre el polvo de ladrillo del primer Masters 1000 de la temporada en superficie lenta. En la final derrotó Lorenzo Musetti, el italiano de exquisito revés a una mano, por 3-6, 6-1 y 6-0. Así, el español llegó a los dieciocho títulos en su carrera, el sexto de Masters 1000, la categoría de torneos más alta después de los Grand Slams.
Alcaraz llegó al Principado hace un puñado de días siendo el número 3 del ranking y sale hacia el ATP 500 de Barcelona -su próximo desafío- como el 2°, recuperando el sitio que le quitó en noviembre pasado el alemán Alexander Zverev. Todavía tiene por delante al sancionado -por doping- Jannik Sinner. Sin embargo, ganando en Montecarlo por primera vez, ya se encumbra como el gran favorito para la valiosa -y extenuante- gira europea sobre polvo de ladrillo. Carlitos conoce cada secreto de la superficie que Rafael Nadal dominó como nadie. De todos modos, lo que lo hace aún más peligroso es su capacidad y humildad para reconocer los problemas -tenísticos, emocionales- y buscar el camino para solucionarlos. Eso hizo en estos días. Eso confesó.
“Lo primero que se me pasa por la cabeza es mi familia, mi equipo, la gente cercana que tengo. Ha sido un año bastante complicado, después de Miami [el 21 de marzo perdió en su debut en la Florida, ante el belga David Goffin, por entonces 55° del tour] fue un mes difícil de gestionar por todo lo que estaba pasando. Traté de enfocarme en lo importante. Y haber solventado los problemas que he tenido me pone súper... súper contento. He disfrutado de esta semana como hacía rato que no lo hacía", reconoció Alcaraz, de 21 años.
¿Cuáles fueron esos obstáculos emocionales? Ante la ausencia momentánea de Sinner, Alcaraz sintió la presión de quienes le indicaron que estaba ante un inmejorable panorama para regresar a la cima del tour. “Mucha gente me pidió, y me pide, que aproveche esta ausencia de Jannik para volver a la cima. Y esta presión, probablemente, me mató”, apuntó el jugador entrenado por Juan Carlos Mosquito Ferrero (esta semana en Montecarlo estuvo acompañado por Samuel López, excoach de Pablo Carreño Busta). Este domingo, tras vencer a Musetti, añadió: “Estoy contento de ganar en Montecarlo por primera vez. Fue una semana difícil, con situaciones complicadas, realmente. No fueron fáciles los últimos games, ni dentro ni afuera de la cancha. Trabajar duro trae resultados”.
La última función en el Principado mostró una firme versión de Musetti (23 años) desde el arranque. Sin embargo el italiano fue sintiendo el desgaste y en el arranque del tercer set sintió un pinchazo en la pierna derecha, recibió atención médica, pero prácticamente no pudo seguir compitiendo. Pese a las evidentes limitaciones atléticas, no se retiró, se quedó en la cancha hasta el final, un gesto valioso para el espectáculo. Tras la final más importante de su carrera (nunca había logrado una victoria más allá de los octavos de final en un Masters 1000), Musetti avanzará cinco posiciones en el ranking, hasta el undécimo escalón, el lugar más destacado de su carrera. “Por supuesto que no es la forma que uno quiere ganar un partido. Lorenzo tuvo una semana muy dura, con partidos largos y ha sabido conseguir uno de los mejores resultados de su carrera. Ojalá que su lesión no sea importante”, se lamentó Alcaraz.
El jugador nacido en la pequeña localidad murciana de El Palmar no tiene demasiado tiempo para descorchar champagne. Este mismo domingo viajará desde Montecarlo a Barcelona, donde el martes debutará en el tradicional Conde de Godó (Sebastián Báez y Tomás Etcheverry serán los argentinos presentes en el main draw) frente a un rival de la clasificación. Alcaraz persigue la doble corona de Montecarlo-Barcelona en poco tiempo, una hazaña conseguida por última vez en 2018, por un tal... Nadal. Desde el primer momento, con respeto y mucha prudencia, Alcaraz evitó las comparaciones con el catorce veces campeón de Roland Garros. Pero íntimamente se desafía a dejar su huella sobre el polvo de ladrillo. Ostenta un récord de 17-1 en tierra batida desde mayo pasado (tras conquistar su primer trofeo de Roland Garros, la medalla plateada olímpica en París 2024 y Montecarlo). Y, con lo más importante de la gira sobre polvo por delante, Alcaraz pretende seguir pisando firme. Tiene todo para hacerlo.
Lo mejor de Alcaraz-Musetti