Bruselas prepara su plan 'antiTrump', pero dejará que primero "gobierne el caos"
Mientras el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, establecía contacto con su homólogo estadounidense, en la sala de máquinas de Bruselas se diseña una estrategia de contraofensiva. Los Veintisiete miran al horizonte de los 90 días de armisticio fijados por la Administración de Donald Trump y, aunque preparan una respuesta unitaria para el peor escenario posible, dejarán que el caos gobierne la situación y que el desorden fuerce a la Casa Blanca a claudicar en su escalada arancelaria. Dicho de otro modo, permanecer en un discreto segundo plano, templar entre bambalinas a China y fiarlo todo al poder disuasorio del mercado. Lo cual no implica que en la sala de máquinas del Ejecutivo comunitario se trabaje sin descanso en una solución si el presidente de Estados Unidos insiste en su cruzada contra el mundo. Los contactos europeos con Washington han arrojado más dudas que certezas sobre el plan de Trump y su tregua de tres meses. El tiempo va consumiéndose poco a poco y aún es pronto para valorar las negociaciones. En Bruselas, tras tomar la temperatura a los inquilinos de la Administración republicana, se toman el asunto con relativa calma. Saben que hay tiempo suficiente como para evitar el desastre. Todo ello mientras, en paralelo, intenta templar al gobierno chino, que ha entrado de lleno en la escalada arancelaria. Tampoco ayuda la indefinición de Estados Unidos porque asumen que entorpece los puentes de diálogo con el Ejecutivo comunitario y, por este motivo, urgen a Washington a significarse para resolver alguna que otra incógnita. Así lo verbalizó el comisario europeo Maros Sefcovic, quien resaltó la voluntad de los Veintisiete a cerrar un acuerdo justo con Estados Unidos. De sus palabras se desprende, además, que el posible pacto debe pivotar sobre la reciprocidad, valorando los esfuerzos comunitarios, habida cuenta de la retirada de todos la contraofensiva comercial mientras la Casa Blanca mantiene los aranceles al acero. "Necesitamos saber qué quiere realmente Estados Unidos", matizó ante los mensajes contradictorios que lanzan los republicanos desde el Despacho Oval. Plan de contingencia… Los inputs que llegan de Estados Unidos tras la primera semana de tregua declarada no rebajan ni la histeria de los mercados ni alimentan la confianza de los socios europeos. Es más, en Europa se respira cierto temor a que Trump siga con su huida hacia adelante y acabe por desestabilizar por completo la economía mundial. Para evitar la hecatombe se trabaja entre bambalinas en la sala de máquinas del Ejecutivo comunitario. Europa se pertrecha ante posibles represalias y potencia sus alianzas comerciales fuera del eje transatlántico. La presidenta de la Comisión Europea ha dado orden de acelerar los contactos con países del Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (también conocido como CPTPP). O lo que es lo mismo, potencias como China o países como Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Singapur o Vietnam. A dos de ellos acudió el presidente del Gobierno de España la pasada semana en el marco de su gira asiática. Un viaje confeccionado codo con codo por...
Mientras el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, establecía contacto con su homólogo estadounidense, en la sala de máquinas de Bruselas se diseña una estrategia de contraofensiva. Los Veintisiete miran al horizonte de los 90 días de armisticio fijados por la Administración de Donald Trump y, aunque preparan una respuesta unitaria para el peor escenario posible, dejarán que el caos gobierne la situación y que el desorden fuerce a la Casa Blanca a claudicar en su escalada arancelaria. Dicho de otro modo, permanecer en un discreto segundo plano, templar entre bambalinas a China y fiarlo todo al poder disuasorio del mercado. Lo cual no implica que en la sala de máquinas del Ejecutivo comunitario se trabaje sin descanso en una solución si el presidente de Estados Unidos insiste en su cruzada contra el mundo. Los contactos europeos con Washington han arrojado más dudas que certezas sobre el plan de Trump y su tregua de tres meses. El tiempo va consumiéndose poco a poco y aún es pronto para valorar las negociaciones. En Bruselas, tras tomar la temperatura a los inquilinos de la Administración republicana, se toman el asunto con relativa calma. Saben que hay tiempo suficiente como para evitar el desastre. Todo ello mientras, en paralelo, intenta templar al gobierno chino, que ha entrado de lleno en la escalada arancelaria. Tampoco ayuda la indefinición de Estados Unidos porque asumen que entorpece los puentes de diálogo con el Ejecutivo comunitario y, por este motivo, urgen a Washington a significarse para resolver alguna que otra incógnita. Así lo verbalizó el comisario europeo Maros Sefcovic, quien resaltó la voluntad de los Veintisiete a cerrar un acuerdo justo con Estados Unidos. De sus palabras se desprende, además, que el posible pacto debe pivotar sobre la reciprocidad, valorando los esfuerzos comunitarios, habida cuenta de la retirada de todos la contraofensiva comercial mientras la Casa Blanca mantiene los aranceles al acero. "Necesitamos saber qué quiere realmente Estados Unidos", matizó ante los mensajes contradictorios que lanzan los republicanos desde el Despacho Oval. Plan de contingencia… Los inputs que llegan de Estados Unidos tras la primera semana de tregua declarada no rebajan ni la histeria de los mercados ni alimentan la confianza de los socios europeos. Es más, en Europa se respira cierto temor a que Trump siga con su huida hacia adelante y acabe por desestabilizar por completo la economía mundial. Para evitar la hecatombe se trabaja entre bambalinas en la sala de máquinas del Ejecutivo comunitario. Europa se pertrecha ante posibles represalias y potencia sus alianzas comerciales fuera del eje transatlántico. La presidenta de la Comisión Europea ha dado orden de acelerar los contactos con países del Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (también conocido como CPTPP). O lo que es lo mismo, potencias como China o países como Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Singapur o Vietnam. A dos de ellos acudió el presidente del Gobierno de España la pasada semana en el marco de su gira asiática. Un viaje confeccionado codo con codo por...
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