Así se fraguó el nombramiento de Prevost como nuevo Papa: "Omella ha sido un gran 'king maker', un hacedor de reyes"

Apenas 24 horas y solo cuatro votaciones fueron suficientes para el nombramiento del cardenal Robert Prevost como nuevo Papa. A la tercera fumata resultó elegido...

May 10, 2025 - 07:21
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Así se fraguó el nombramiento de Prevost como nuevo Papa: "Omella ha sido un gran 'king maker', un hacedor de reyes"

Apenas 24 horas y solo cuatro votaciones fueron suficientes para el nombramiento del cardenal Robert Prevost como nuevo Papa. A la tercera fumata resultó elegido el cardenal estadounidense, que regirá la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV, y para los tiempos que acostumbran a manejar en el Vaticano, eso significa que fue un cónclave muy rápido y en el que no hubo demasiado debate.

Aunque Prevost estaba en las quinielas desde el principio, no era uno de los favoritos que barajaban los medios de comunicación, que daban más opciones a los italianos Parolin, Zuppi y Pizzabala o al filipino Tagle. Sin embargo, la mayoría de los cardenales lo tenían bastante más claro cuando entraron en la Capilla Sixtina. "Los nombres de los favoritos que suenan antes del cónclave son inventos de la prensa, normalmente fundados en la nada, son solo humo. Las expectativas de que Parolin o Tagle estuviesen situados muy alto son construcciones externas que no tienen ningún tipo de importancia en el cónclave porque dentro hay una dinámica diferente", explica Pedro Fernández Castelao, teólogo de la Universidad Pontificia Comillas.

"La mayoría de los 'vaticanólogos' han fallado estrepitosamente porque prácticamente ninguno logró desvelar el nombramiento de Prevost, pero todo estaba bastante claro desde el principio. El cardenal decano Battista Re ya dijo el martes que creía que para el jueves por la tarde habría nuevo Papa, como así ha sido, lo que demuestra que en las reuniones previas al cónclave ya se debió de confirmar muy claramente la candidatura de Prevost", apunta Álex Rosal, presidente de la Fundación Nueva Evangelización para el Siglo XXI.

En todo caso, José Manuel Vidal, director de Religión Digital, el principal portal de información religiosa en castellano del mundo, afirma que Parolin "era el candidato del partido curial", que intentó auparlo al papado en las primeras votaciones: "Es el partido que controla la Iglesia desde hace siglos, el partido de la curia romana, y tiene muchísima influencia porque dispone de mucha información, ya que todos los nuncios del mundo dependen y están controlados por el secretario de Estado, que en este momento es el cardenal Parolin. La votación del miércoles siempre es de tanteo, pero en la primera votación del jueves, la élite eclesiástica del partido curial dio sus votos a Parolin, pero se quedó en los 40-50, muy lejos de los 89 necesarios para ser Papa".

Vidal sostiene que al comprobar que Parolin no podía alcanzar el papado, el partido curial dio su apoyo al filipino Tagle, negociando previamente una especie de duopolio con Parolin que otorgaría al italiano amplios poderes como secretario de Estado, pero el plan tampoco fructificó. "Era la opción que veían como menos mala. Incluso hubo una reunión entre Parolin y Tagle en la que llegaron a negociar que uno de los dos se retirara al ver que ninguno de los dos podía alcanzar el techo de 89 votos", dice el vaticanista.

Tras esos débiles intentos de romper el guion establecido, se confirmó la candidatura de Prevost, que salió elegido en la primera votación del jueves por la tarde: "Ha logrado reunir el apoyo del partido sinodal o francisquista y el de los pragmáticos, aquellos que le han votado porque consideran que es un buen gestor para sanear las cuentas del Vaticano. También parece que al final ha contado con el apoyo de los rigoristas, el ala más ultraconservadora, porque son enemigos íntimos de Parolin".

"Omella ha ayudado a aglutinar el voto"

El director de Religión Digital también destaca el papel que ha jugado el cardenal español y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, en esta elección: "Podríamos decir que ha sido un gran king maker, un hacedor de reyes, porque ha atraído los votos de los más francisquistas, como Grech o Hollerich, y de varias partes del mundo, sobre todo españoles, latinoamericanos y europeos. En el precónclave le hicieron mucho caso porque Omella forma parte desde hace años del Consejo de Cardenales, del llamado C8, y es muy conocido por el resto de cardenales, que además saben que tiene mucha experiencia. Omella ha apostado por Prevost y ha sido una figura muy destacable para ayudar a aglutinar el voto y hacer que convergiese en un hombre moderado, pero al mismo tiempo decididamente partidario de Francisco, como es Prevost".

José Beltrán, director del semanario religioso Nueva Vida, incide en que además "del apoyo de los cardenales españoles", Prevost ha contado con el importante respaldo de Latinoamérica: "Como misionero ha formado parte del episcopado latinoamericano y su peso es muy grande, en torno a una veintena de cardenales que suelen votar en bloque y, además, todos tienen una mirada cercana al Papa Francisco. También ha tenido el respaldo de sus compañeros estadounidenses porque, salvo dos o tres que son antiFrancisco, el resto habían sido nombrados por el fallecido Papa".

"Hemos vivido un cónclave muy mediatizado por los medios italianos, que deseaban recuperar el papado y han sabido posicionar a sus cardenales entre la opinión pública, pero eso no coincidía con lo que se estaba viviendo dentro del precónclave y el cónclave", asegura Beltrán. "Por lo que me han contado, Prevost ya rozó los 89 votos en la tercera votación, el jueves por la mañana. Y está claro que a lo largo de esa mañana ya vio que el apoyo hacia su persona era imparable porque el discurso que leyó no era improvisado, sino escrito a mano y de cuatro hojas. Eso no se escribe entre la Sala de las Lágrimas y la Logia de las Bendiciones en una horita de margen y con todo el mundo saludándote", añade.

"Había una minoría ruidosa"

"La resistencia que ha podido haber ha sido muy pequeña. Lo que pasa es que hay una minoría ruidosa de cardenales ultraconservadores y de medios eclesiales ultraconservadores, principalmente de Estados Unidos, pero también de Europa, que han intentado dibujar una Iglesia dividida y una falsa mayoría contraria a las reformas del Papa Francisco. Incluso plantearon el cónclave como un referéndum sobre el pontificado anterior, pero la elección de Prevost ha sido un plebiscito a favor de Francisco", recalca Beltrán.

"Hay cardenales que consideran que el proceso de transformación y de reforma iniciado por Francisco está llevando a la Iglesia por unos caminos por los que no debería de transitar y tienen recelo de los cambios, pero es un grupo minoritario que en absoluto es equivalente a la otra facción que representa a millones de creyentes. La elección de Prevost es la confirmación del alineamiento del colegio cardenalicio con las reformas de Francisco", coincide Fernández Castelao.

A candidatos como Parolin y Tagle, quizás los únicos que han tenido mínimas opciones de dar la sorpresa, les ha pesado el lastre de ser malos gestores, que es precisamente la tarjeta de presentación de Prevost, quien llega a San Pedro bajo el aura de gran administrador en un momento de zozobra para las arcas vaticanas. "A Tagle le ha incapacitado para gobernar la malísima gestión que hizo al frente de Cáritas Internacional porque la Iglesia es una entidad mucho mayor y más compleja. El mal gobierno de Cáritas hizo que sus posibilidades papables decayeran completamente", indica Rosal.

Lo mismo ha ocurrido con Parolin, explica Vidal: "Los problemas que hubo con el cardenal Becciu, que cometió una malversación de fondos evidente, han sido uno de sus lastres para optar al papado porque Parolin era el jefe directo de Becciu y, por lo tanto, era su responsabilidad. En estos momentos hacía falta un buen gestor en el Vaticano y eso es algo que los cardenales han tenido muy en cuenta".