¡Ampliación ya!

Lleva tiempo Adriano reivindicando la ampliación del aeropuerto de Sevilla para que dé el salto cualitativo que le corresponde como destino turístico internacional. Sin embargo, parece que no se considera una urgencias ciudadana o institucional. Preferimos soñar vuelos directos con Nueva York sin trabajar por hacerle un aeropuerto al que no pueda resistirse. ¿Por qué será?: «Decíamos ayer: vamos tarde para reclamar la ampliación del aeropuerto que Sevilla necesita. El que le corresponde como gran capital del Sur de España, por su capacidad de atracción turística y su planta hotelera. A nadie puede sorprender que desde 2019 el número de pasajeros se haya incrementado un 21 por ciento cuando la ciudad ha elevado un 54 por ciento su planta hotelera en la última década. San Pablo sigue siendo un aeropuerto de la señorita Pepis maquillado hace tres años. Hay que ampliar el número de pistas y todas las instalaciones. El problema, previsible salvo para los políticos que debieron decidirlo hace tiempo, es que vamos tarde. Cada día que pasa Sevilla pierde. Podemos seguir debatiendo el cambio de nombre o pidiendo el vuelo con Honolulu, pero éste no vendrá hasta que Sevilla tenga el aeropuerto que merece».

Abr 28, 2025 - 06:40
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¡Ampliación ya!
Lleva tiempo Adriano reivindicando la ampliación del aeropuerto de Sevilla para que dé el salto cualitativo que le corresponde como destino turístico internacional. Sin embargo, parece que no se considera una urgencias ciudadana o institucional. Preferimos soñar vuelos directos con Nueva York sin trabajar por hacerle un aeropuerto al que no pueda resistirse. ¿Por qué será?: «Decíamos ayer: vamos tarde para reclamar la ampliación del aeropuerto que Sevilla necesita. El que le corresponde como gran capital del Sur de España, por su capacidad de atracción turística y su planta hotelera. A nadie puede sorprender que desde 2019 el número de pasajeros se haya incrementado un 21 por ciento cuando la ciudad ha elevado un 54 por ciento su planta hotelera en la última década. San Pablo sigue siendo un aeropuerto de la señorita Pepis maquillado hace tres años. Hay que ampliar el número de pistas y todas las instalaciones. El problema, previsible salvo para los políticos que debieron decidirlo hace tiempo, es que vamos tarde. Cada día que pasa Sevilla pierde. Podemos seguir debatiendo el cambio de nombre o pidiendo el vuelo con Honolulu, pero éste no vendrá hasta que Sevilla tenga el aeropuerto que merece».