Al Papa Francisco

Santo Padre, que registe la Iglesia con el don celestial de tu Palabra… hoy, hacer quisiera, recapitulación de tus sabias y doctas enseñanzas. En mi mente radiantes expresiones de Amor, quedaron ya grabadas y han echado raíces muy profundas en el barbecho humilde de mi alma. Así sé que Dios siempre nos perdona por muy graves que sean nuestras faltas. Que siempre hay que vivir con alegría nuestras pequeñas cosas cotidianas. Que el corazón avaro empequeñece pero la vida se acrecienta dándola. Que Jesucristo no es dogma ni es esquema, es realidad creativa que se palpa. Que las iglesias han de estar abiertas, unidas en los pueblos a las casas, como prolongación de los hogares, donde se puede hallar lo que nos falta. Que todo el que nos busque nunca encuentre la cruel frialdad de una puerta cerrada. Que la conversación de los cristianos sea hablar menos de ley y más de Gracia. Que la dictadura de la economía no nos ciegue el resplandor del alma, pues la pobreza y la necesidad tienen rostro y apariencia humana. ¡Qué triste que la caída de la Bolsa sea la fatal noticia en la mañana y no lo sea la muerte del anciano en la acera impasible y desolada! Que nunca nos sintamos derrotados aunque hayamos perdido la batalla, pues está a nuestro alcance la victoria si nos guían la Fe y la Esperanza. Que 'callejeros de la Fe' los jóvenes la exhiban por las calles y las plazas, que a destajo con generosidad la lleven por el mundo y la repartan. Que los sueños remplacen a los miedos para no administrar desconfianza, más bien, emprendamos ilusiones, y seamos arquitectos de alianzas. Que el amor no se da con cuentagotas ni la caridad se sirve a la carta. Que la Paz no es ausencia de las guerras sino larga tarea inacabada. Que la política respire amor, no sea un artilugio de las mafias, sea servicio largo y generoso no lucro ni ambición interesada. Que sean Permiso, Gracias y Disculpa las tres banderas para andar por casa, que hay que mostrar a los más pequeños y que siempre procuren emplearlas. Que la felicidad no es el sofá, sino la labor diaria realizada. Que la Luz de la Fe ciega al maligno y descubre sus turbias asechanzas. Que la Naturaleza es el espejo de Dios y nos invita a su alabanza. Que todos somos por esencia hermanos sin distinción de credos ni de razas. Papa Francisco, servidor de Cristo, y por ello, precisamente Papa… por estas, y otras muchas que aquí omito, sencillas y profundas enseñanzas, Papa Francisco, Gracias, Gracias, Gracias.

Abr 28, 2025 - 01:11
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Al Papa Francisco
Santo Padre, que registe la Iglesia con el don celestial de tu Palabra… hoy, hacer quisiera, recapitulación de tus sabias y doctas enseñanzas. En mi mente radiantes expresiones de Amor, quedaron ya grabadas y han echado raíces muy profundas en el barbecho humilde de mi alma. Así sé que Dios siempre nos perdona por muy graves que sean nuestras faltas. Que siempre hay que vivir con alegría nuestras pequeñas cosas cotidianas. Que el corazón avaro empequeñece pero la vida se acrecienta dándola. Que Jesucristo no es dogma ni es esquema, es realidad creativa que se palpa. Que las iglesias han de estar abiertas, unidas en los pueblos a las casas, como prolongación de los hogares, donde se puede hallar lo que nos falta. Que todo el que nos busque nunca encuentre la cruel frialdad de una puerta cerrada. Que la conversación de los cristianos sea hablar menos de ley y más de Gracia. Que la dictadura de la economía no nos ciegue el resplandor del alma, pues la pobreza y la necesidad tienen rostro y apariencia humana. ¡Qué triste que la caída de la Bolsa sea la fatal noticia en la mañana y no lo sea la muerte del anciano en la acera impasible y desolada! Que nunca nos sintamos derrotados aunque hayamos perdido la batalla, pues está a nuestro alcance la victoria si nos guían la Fe y la Esperanza. Que 'callejeros de la Fe' los jóvenes la exhiban por las calles y las plazas, que a destajo con generosidad la lleven por el mundo y la repartan. Que los sueños remplacen a los miedos para no administrar desconfianza, más bien, emprendamos ilusiones, y seamos arquitectos de alianzas. Que el amor no se da con cuentagotas ni la caridad se sirve a la carta. Que la Paz no es ausencia de las guerras sino larga tarea inacabada. Que la política respire amor, no sea un artilugio de las mafias, sea servicio largo y generoso no lucro ni ambición interesada. Que sean Permiso, Gracias y Disculpa las tres banderas para andar por casa, que hay que mostrar a los más pequeños y que siempre procuren emplearlas. Que la felicidad no es el sofá, sino la labor diaria realizada. Que la Luz de la Fe ciega al maligno y descubre sus turbias asechanzas. Que la Naturaleza es el espejo de Dios y nos invita a su alabanza. Que todos somos por esencia hermanos sin distinción de credos ni de razas. Papa Francisco, servidor de Cristo, y por ello, precisamente Papa… por estas, y otras muchas que aquí omito, sencillas y profundas enseñanzas, Papa Francisco, Gracias, Gracias, Gracias.