Adiós a la papada para siempre: el ejercicio sin cirugías para marcar la mandíbula

Esta rutina puede marcar la mandíbula, mejorar la alineación dental y hasta aliviar problemas como la apnea del sueño, la sinusitis, los ronquidos y el dolor mandibular

May 10, 2025 - 00:38
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Adiós a la papada para siempre: el ejercicio sin cirugías para marcar la mandíbula

En tiempos donde la imagen lo es todo y los retoques estéticos se popularizan a golpe de clic, muchas personas buscan soluciones menos invasivas para redefinir su rostro. 

Una de las preguntas más recurrentes en foros, redes sociales y consultas estéticas es clara: ¿cómo eliminar la papada sin recurrir a la cirugía? En ese contexto, una técnica bautizada como mewing ganó terreno.

  ¿Qué es el mewing y por qué se ha hecho viral?

Se trata de mantener una postura específica de la lengua dentro de la boca. Según sus defensores, esto ayuda a marcar la línea mandibular, reducir la papada e incluso alinear los dientes.

¿De dónde viene esta técnica?

Aunque parezca una moda reciente, el origen del mewing se remonta a los años 70. Fue el ortodoncista británico John Mew quien desarrolló una disciplina llamada ortotropía, basada en la idea de que la postura oral puede influir en el desarrollo facial. 

Su objetivo no solo era alinear los dientes, sino también mejorar la apariencia del rostro guiando el crecimiento óseo mediante prácticas como la expansión del paladar y el correcto posicionamiento de la lengua.

Décadas después, su hijo Mike Mew rescató y difundió esta técnica a través de su canal de YouTube, haciendo que ganara millones de seguidores. En 2018, sus fans rebautizaron la técnica como mewing, en honor a sus creadores.

¿Cómo se practica el mewing?

Aunque parece un gesto simple, la técnica del mewing tiene sus reglas. A continuación las claves para ponerla en práctica correctamente:

  • Ubicá la lengua en el lugar correcto: la punta de la lengua debe apoyarse justo detrás de los dientes incisivos superiores, sin tocarlos directamente.

  • Pegá toda la lengua al paladar: no alcanza con la punta: el resto de la lengua también debe presionar suavemente contra el paladar, ocupando toda la superficie disponible.

  • Cerrá los labios: mantené la boca cerrada de forma natural. No fuerces ni tenses los músculos faciales.

  • Asegurate de que los dientes estén en contacto: los dientes deben permanecer levemente cerrados, sin apretar.

  • Sostené la postura el mayor tiempo posible: el objetivo es convertir esta posición en un hábito. Cuanto más tiempo se mantenga durante el día, más "efectivo" sería el resultado según sus promotores.

  • ¿Funciona realmente el mewing?

    Los defensores del mewing aseguran que esta rutina puede marcar la mandíbula, mejorar la alineación dental y hasta aliviar problemas como la apnea del sueño, la sinusitis, los ronquidos y el dolor mandibular. Sin embargo, no existe evidencia científica sólida que respalde estas afirmaciones.

    La forma de la mandíbula sí puede cambiar con el tiempo, pero esos cambios suelen estar asociados al desarrollo durante la infancia y adolescencia, o bien a la pérdida de piezas dentales en la edad adulta.

    ¿Puede ser perjudicial el mewing?

    La lengua es un órgano muscular muy complejo, formado por 17 músculos cuya función natural está más relacionada con el habla, la deglución y la masticación. 

    Forzar su posición durante largos periodos de tiempo, como propone el mewing, puede causar problemas en la articulación temporomandibular, desplazamiento no deseado de dientes y otras molestias orales. Por esa razón, hay que tener prudencia y consultar a un médico antes de hacerlo.