A FONDO | Las voces caninas: los aullidos y sus variedades
En general, la vocalización canina está influenciada biológicamente por el peso corporal y la edad.

Si pensamos en un perro emitiendo un sonido, probablemente lo primero que nos venga a la mente sea el ladrido, pero en realidad su comunicación acústica es mucho más compleja e incluye un amplio repertorio de sonidos diferentes como aullidos, gemidos, gruñidos, suspiros... Cada uno de ellos tiene una función diferente, y con el tiempo, quienes conviven con un perro aprenden a diferenciar estos matices y a entender qué quiere expresar su compañero canino en cada momento.
En el caso específico de los aullidos, si bien es un sonido comúnmente asociado a sus ancestros y a sus parientes salvajes, los lobos, existen matices importantes ya que cuenta con dos variedades: el aullido tradicional, y el ‘baying’, un término sin traducción directa en español que hace referencia a un tipo de vocalización más rítmica y melódica, propia de algunos perros de caza. ¿Cómo se diferencian exactamente? Y lo más importante, ¿para qué los utilizan los perros?
El aullido, un eco de sus ancestros
El aullido clásico es una vocalización prolongada y sostenida en el tiempo, cuyo propósito principal es la comunicación a larga distancia. En las poblaciones salvajes de lobos, este sonido permite tener localizados a todos los miembros de la manada, reforzar la cohesión del grupo y marcar el territorio ante posibles intrusos.
En el caso de los perros domésticos, aunque ya no dependen de estas estrategias para sobrevivir, han heredado la capacidad de poder aullar, aunque no todos la emplean con la misma frecuencia ni con el mismo significado. Un estudio publicado en Communications Biology en 2023 y del que en 20minutos nos hicimos eco, reveló que las razas más cercanas genéticamente a los lobos, como los huskies siberianos o los malamutes de Alaska, son mucho más propensas a aullar en respuesta a sonidos similares a los de los lobos. Sin embargo, en razas más modernas, el aullido es menos común y suele aparecer en contextos emocionales, como la soledad o la ansiedad por separación.
Aunque los perros domésticos ya no cazan en grupo como lo hacían antes, todavía mantienen el instinto de llamar a su manada cuando se sienten separados, y esta es la razón por la que algunos aúllan cuando nos marchamos o nos oyen regresar a casa.
El ‘baying’, el sonido de los sabuesos
A diferencia del aullido tradicional, esta vocalización es un sonido más entrecortado y con cambios en el tono, una especie de ‘canto’ utilizado por los perros de rastreo, como los beagles, coonhounds, bloodhounds y basset hounds.
Este tipo de sonido, mezcla entre ladrido y aullido tiene una función muy específica: informar a los humanos y a otros perros de la jauría que han encontrado un rastro de la presa. Es decir, que mientras el aullido puede expresar una variedad de emociones o señalar una posición a larga distancia, el ‘baying’ es más específico y no está al alcance de cualquier perro. En esencia, un sabueso que emite este sonido está diciendo: “¡Aquí hay algo interesante!”.
Principales diferencias
A pesar de que ambos sonidos se consideran aullidos, presentan diferencias clave:
- En la función: el aullido es un llamado a distancia, mientras que el sonido de los sabuesos es una señal utilizada para coordinar el rastreo.
- En la estructura del sonido: el aullido es más uniforme y sostenido, mientras que el aullido de los sabuesos es más entrecortado y varía en tono.
- En las razas emisoras: Los perros cercanos al lobo, como las razas nórdicas, son más propensas a aullar. En cambio, el ‘baying’ es característico de razas de rastreo.
- En el contexto: los perros pueden aullar cuando están solos, emocionados o en respuesta a ciertos sonidos (como sirenas o música). En cambio, el ‘baying’ surge mientras el perro sigue un rastro y necesita comunicarse con 'su equipo', sean otros perros o sus guías.
No todos los perros aúllan con la misma frecuencia o intensidad. Además del factor genético, la socialización y la experiencia individual son importantes en la tendencia de un perro a usar este tipo de vocalización. Algunos perros pueden desarrollar el hábito de aullar si reciben un refuerzo positivo por parte de sus cuidadores (por ejemplo, si estos les prestan especial atención o los imitan), mientras que otros pueden ser completamente silenciosos si no han experimentado ningún refuerzo para esta conducta.
En el caso del sonido de los sabuesos, es una característica que ha sido seleccionada y reforzada a lo largo de generaciones en ciertas razas. Los cazadores han favorecido a los perros que emiten sonidos claros y audibles a grandes distancias, asegurando así una mejor comunicación durante la práctica del rastreo.
La importancia de comprender estos sonidos
Aunque los perros domésticos mantienen un rango de vocalizaciones similar al de los lobos, su estrecha convivencia con los humanos y la presión reproductiva ha modificado su forma de comunicarse. Uno de los factores más influyentes en esta transformación es la neotenia, un fenómeno en el que ciertas características juveniles de los lobos se han mantenido en los perros adultos durante la domesticación, proporcionando rasgos físicos infantiles que nos resultan más amables y menos intimidantes. Esta neotenia también ha afectado al uso de sonidos, especialmente en las razas con modificaciones anatómicas extremas, como las razas con cráneo braquicéfalo como los frenchies o los carlinos.
Desde las vocalizaciones largas y sostenidas hasta los sonidos rítmicos y melódicos, cada ‘voz canina’ tiene un propósito y una función en su repertorio comunicativo. Entender estas diferencias nos permite conocer mejor a nuestros perros, facilita la convivencia y nos ayuda a responder adecuadamente a sus necesidades emocionales y sociales.
Referencias:
- Genetic distance from wolves affects family dogs’ reactions towards howls. Fanni Lehoczki et al. Communications Biology (2023)
- Ancestry-inclusive dog genomics challenges popular breed stereotypes. Kathleen Morrill, Jessica Hekman et al. Science (2022)
- Vocal Communication in the Domestic Dog. Sarah Su. The Aggie Transcript (2022)