Yolanda Díaz fuerza la aprobación de la rebaja de jornada a las puertas del 1 de Mayo sin apoyo del Parlamento
Las costuras del Gobierno vuelven a tensarse, a cuenta ahora de la reducción de jornada. La norma lleva varios meses de retraso desde que el Consejo de Ministros aprobara el polémico anteproyecto de ley. Las reticencias del ala socialista dejaron las 37,5 horas en 'stand by', hasta ahora, a las puertas del Primero de Mayo y con UGT y CC.OO., con los que Yolanda Díaz pactó la reforma en solitario, denunciando la 'parálisis' de la ley que pretende desterrar del Estatuto la semana laboral de 40 horas. En un ambiente ya tenso en el Ejecutivo por el aumento de los gastos en defensa, Díaz reclama ahora que se cumplan los acuerdos de legislatura. La vicepresidenta segunda anunciaba este jueves que el Consejo de Ministros tendrá su mesa el martes la modificación normativa que ahora «va a tocar defender». La líder de Sumar es consciente de que va a tener que pelear para que salga adelante, teniendo en cuenta que sigue sin tener el respaldo parlamentario necesario. Los siete votos de Junts , clave para que prosperen en el trámite parlamentario, no están asegurados en este momento, como tampoco los del PNV, que mantiene sus dudas. Sólo con el 'no' de los independentistas catalanes el cambio laboral no saldría adelante, además de ser una 'enmienda a la totalidad' de la propia legislatura con el bloqueo de la iniciativa estrella. El partido catalán no apoyará el proyecto en su actual redacción si antes no se negocia. Como los empresarios, sostiene que la vía no es una ley y que los cambios que afectan a la jornada residen en la negociación colectiva . El escenario elegido por Díaz para hacer el anuncio no es fortuito . Ha sido durante la clausura del Congreso de CC.OO, Industria que se celebra en Toledo y se produce días antes de que los sindicatos salgan a las calles en toda España para celebrar la Fiesta del Trabajo. Ha dicho la vicepresidenta segunda que se trata de «la medida que más desea el conjunto de los españoles, voten a quien voten». Y ha pedido también «convertir lo que es de sentido común en la calle en sentido común en el Parlamento» para convencer a todos los grupos políticos. « No va a ser fácil, vamos a tener que dejarnos la piel con inteligencia , con argumentos« ha reconocido la ministra de Trabajo, consciente de que el camino se presenta tortuoso y de que las esperanzas de que salga adelante en el Parlamento es remoto. A Yolanda Díaz se le tuercen, por tanto, los planes. La negativa de la organización que dirige Antonio Garamendi a sellar el pacto con el Gobierno y los sindicatos alejó la posibilidad de reproducir un acuerdo tripartido como el logrado con las pensiones. Y este escenario contribuyó de forma decisiva a alejar también la posibilidad de que la medida saliera con éxito en el Congreso, teniendo en cuenta que un acuerdo a tres bandas en el diálogo social es casi siempre la llave que garantiza el éxito de la reforma cuando pasa por el Parlamento.
Las costuras del Gobierno vuelven a tensarse, a cuenta ahora de la reducción de jornada. La norma lleva varios meses de retraso desde que el Consejo de Ministros aprobara el polémico anteproyecto de ley. Las reticencias del ala socialista dejaron las 37,5 horas en 'stand by', hasta ahora, a las puertas del Primero de Mayo y con UGT y CC.OO., con los que Yolanda Díaz pactó la reforma en solitario, denunciando la 'parálisis' de la ley que pretende desterrar del Estatuto la semana laboral de 40 horas. En un ambiente ya tenso en el Ejecutivo por el aumento de los gastos en defensa, Díaz reclama ahora que se cumplan los acuerdos de legislatura. La vicepresidenta segunda anunciaba este jueves que el Consejo de Ministros tendrá su mesa el martes la modificación normativa que ahora «va a tocar defender». La líder de Sumar es consciente de que va a tener que pelear para que salga adelante, teniendo en cuenta que sigue sin tener el respaldo parlamentario necesario. Los siete votos de Junts , clave para que prosperen en el trámite parlamentario, no están asegurados en este momento, como tampoco los del PNV, que mantiene sus dudas. Sólo con el 'no' de los independentistas catalanes el cambio laboral no saldría adelante, además de ser una 'enmienda a la totalidad' de la propia legislatura con el bloqueo de la iniciativa estrella. El partido catalán no apoyará el proyecto en su actual redacción si antes no se negocia. Como los empresarios, sostiene que la vía no es una ley y que los cambios que afectan a la jornada residen en la negociación colectiva . El escenario elegido por Díaz para hacer el anuncio no es fortuito . Ha sido durante la clausura del Congreso de CC.OO, Industria que se celebra en Toledo y se produce días antes de que los sindicatos salgan a las calles en toda España para celebrar la Fiesta del Trabajo. Ha dicho la vicepresidenta segunda que se trata de «la medida que más desea el conjunto de los españoles, voten a quien voten». Y ha pedido también «convertir lo que es de sentido común en la calle en sentido común en el Parlamento» para convencer a todos los grupos políticos. « No va a ser fácil, vamos a tener que dejarnos la piel con inteligencia , con argumentos« ha reconocido la ministra de Trabajo, consciente de que el camino se presenta tortuoso y de que las esperanzas de que salga adelante en el Parlamento es remoto. A Yolanda Díaz se le tuercen, por tanto, los planes. La negativa de la organización que dirige Antonio Garamendi a sellar el pacto con el Gobierno y los sindicatos alejó la posibilidad de reproducir un acuerdo tripartido como el logrado con las pensiones. Y este escenario contribuyó de forma decisiva a alejar también la posibilidad de que la medida saliera con éxito en el Congreso, teniendo en cuenta que un acuerdo a tres bandas en el diálogo social es casi siempre la llave que garantiza el éxito de la reforma cuando pasa por el Parlamento.
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