'Yo, Córdoba' o la muestra que enseña cómo fue la ciudad con autómatas o cuando los judíos sólo podían comprar el peor pescado

El pasado mes de febrero abría de nuevo sus puertas el Archivo Municipal tras un largo periodo de seis años de obras . Por tal motivo, la entidad ha puesto en marcha una exposición de carácter divulgativo, titulada ' Yo, Córdoba . La ciudad en sus documentos', que se puede visitar hasta el próximo 22 de junio. Se trata de un viaje cronológico desde el fuero de Córdoba , de 1241 , documento más antiguo que custodia el lugar, hasta la guerra civil española. De las ordenanzas municipales o las actas , de los carteles sobre los patios o ferias a los privilegios rodados, de los mandamientos del concejo sobre las obras en la Mezquita a los bandos del prefecto Domingo Badía o los reglamentos de la estación del ferrocarril en sus inicios, la muestra conforma una manera de conocer la historia en la que se combina el rigor y la anécdota , la profundidad del derecho o las leyes y las costumbres populares. Y además, estrena la sala de exposiciones del archivo , que antes no contaba con una estancia para tales menesteres. Fuera de dicha sala, la exposición se resumen en paneles informativos con mapas seleccionados en su reverso, y una recopilación de fotos antiguas en el pasillo del patio de entrada. Si Córdoba se encuentra ahora enfrascada en su Mayo Festivo, la muestra deja claro que la fiesta popular por antonomasia del pasado estaba fuera de ese mes. Se trataba del Corpus Christi . «Era la fiesta mayor de Córdoba, se hacía un pasacalles con gente entonces considerada exótica, como gitanos, negros o moriscos, y se creaba mucha arquitectura efímera», asegura la directora del Archivo Municipal , Ana Verdú. Pero lo más sorprendente en este documento del siglo XVII es la confección de autómatas. Aparecen en él los dibujos de esos humanoides que salpicaban la ciudad realizando labores habituales, como la de los molinos, u otras artesanales, como auténticos precursores de los robots ya desde época tan temprana. Incidiendo en el aspecto festivo con el que hemos empezado, la muestra refleja en sus vitrinas documentos interesantísimos y llamativos, como un cartel con el que se reinauguró en 1867 el Coso de los Tejares tras sufrir un aparatoso incendio. Dos diestros fueron los protagonistas, Antonio Luque, conocido como el Cúchares cordobés y Rafael Molina 'Lagartijo'. Complementan esta área carteles de la feria de mayo , de la de la Fuensanta cuando era una feria no una velada , y de la tercera en lid, la feria de octubre, que ofrece el único cartel de feria ambientado en la noche que se conoce. También se puede contemplar el primer cartel de los Patios, de 1933. La exposición se divide en varios bloques. El primero corresponde al inicio de la Córdoba cristiana, siglos XIII y XIV; el segundo a los siglos XV y XVI; el tercero al XVII y XVIII, y por último el XIX y XX. En un extremo,el documento más antiguo es el fuero de Córdoba , pergamino que cumple su aniversario el año que viene, «que equivale al aniversario número 785 del Ayuntamiento, ni más ni menos, pues es el DNI de la Córdoba cristiana», indica. En el otro, como final del recorrido, «un documento estremecedor y empleado en las investigaciones sobre memoria histórica», matiza Verdú, al referirse al cuaderno del capellán del cementerio de la Salud durante la guerra civil , en el que se anota los fusilamientos y enterramientos en fosas comunes. Entre el primero y el último, todo un catálogo de documentos «en los que Córdoba, que es una dama eterna , que no anciana, habla en primera persona, como una señora que se sentase a la puerta del archivo y cuenta su vida junta a otras vecinas», ha apuntado la directora del lugar. Y así, se exhiben las primeras ordenanzas municipales , de 1435 , que recogen datos tan curiosos como que los judíos no podían comprar pescado hasta mediodía, para que fuese el peor, o informaciones sobre oficios. «Se puede considerar un diario de la ciudad», afirma Verdú. También hay libros de actas del Ayuntamiento con encuadernaciones fabulosas, o los conocidos como privilegios rodados, es decir, privilegios que concedían los reyes y rubricaban con un sello circular. Se pueden contemplar también hermanamientos de Córdoba con otros concejos, ordenanzas sobre casamientos, bodas o entierros que llegan a delimitar los asistentes a una boda y gasto adecuado para el convite: «El documento viene a decir que ya 50 años después de la conquista de Córdoba , a los cordobeses nos encantaba la juerga , hasta el punto de que se tuvo que regular en estos casos porque la gente se endeudaba ». Igualmente se muestra el documento que castiga a los asaltantes que devastaron la Judería en 1391 , causando 2.000 muertos, el juramento que hizo Felipe II a la entrada de Córdoba para respetar los privilegios concedidos a la ciudad por sus antecesores o el mandamiento de prohibición del trabajo para los albañiles, canteros y peones que se encontraban construyendo el crucero de la Mezquita-Catedral, obra controvertida desde su mismo origen. Más documentos interesantes son los qu

May 3, 2025 - 09:00
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'Yo, Córdoba' o la muestra que enseña cómo fue la ciudad con autómatas o cuando los judíos sólo podían comprar el peor pescado
El pasado mes de febrero abría de nuevo sus puertas el Archivo Municipal tras un largo periodo de seis años de obras . Por tal motivo, la entidad ha puesto en marcha una exposición de carácter divulgativo, titulada ' Yo, Córdoba . La ciudad en sus documentos', que se puede visitar hasta el próximo 22 de junio. Se trata de un viaje cronológico desde el fuero de Córdoba , de 1241 , documento más antiguo que custodia el lugar, hasta la guerra civil española. De las ordenanzas municipales o las actas , de los carteles sobre los patios o ferias a los privilegios rodados, de los mandamientos del concejo sobre las obras en la Mezquita a los bandos del prefecto Domingo Badía o los reglamentos de la estación del ferrocarril en sus inicios, la muestra conforma una manera de conocer la historia en la que se combina el rigor y la anécdota , la profundidad del derecho o las leyes y las costumbres populares. Y además, estrena la sala de exposiciones del archivo , que antes no contaba con una estancia para tales menesteres. Fuera de dicha sala, la exposición se resumen en paneles informativos con mapas seleccionados en su reverso, y una recopilación de fotos antiguas en el pasillo del patio de entrada. Si Córdoba se encuentra ahora enfrascada en su Mayo Festivo, la muestra deja claro que la fiesta popular por antonomasia del pasado estaba fuera de ese mes. Se trataba del Corpus Christi . «Era la fiesta mayor de Córdoba, se hacía un pasacalles con gente entonces considerada exótica, como gitanos, negros o moriscos, y se creaba mucha arquitectura efímera», asegura la directora del Archivo Municipal , Ana Verdú. Pero lo más sorprendente en este documento del siglo XVII es la confección de autómatas. Aparecen en él los dibujos de esos humanoides que salpicaban la ciudad realizando labores habituales, como la de los molinos, u otras artesanales, como auténticos precursores de los robots ya desde época tan temprana. Incidiendo en el aspecto festivo con el que hemos empezado, la muestra refleja en sus vitrinas documentos interesantísimos y llamativos, como un cartel con el que se reinauguró en 1867 el Coso de los Tejares tras sufrir un aparatoso incendio. Dos diestros fueron los protagonistas, Antonio Luque, conocido como el Cúchares cordobés y Rafael Molina 'Lagartijo'. Complementan esta área carteles de la feria de mayo , de la de la Fuensanta cuando era una feria no una velada , y de la tercera en lid, la feria de octubre, que ofrece el único cartel de feria ambientado en la noche que se conoce. También se puede contemplar el primer cartel de los Patios, de 1933. La exposición se divide en varios bloques. El primero corresponde al inicio de la Córdoba cristiana, siglos XIII y XIV; el segundo a los siglos XV y XVI; el tercero al XVII y XVIII, y por último el XIX y XX. En un extremo,el documento más antiguo es el fuero de Córdoba , pergamino que cumple su aniversario el año que viene, «que equivale al aniversario número 785 del Ayuntamiento, ni más ni menos, pues es el DNI de la Córdoba cristiana», indica. En el otro, como final del recorrido, «un documento estremecedor y empleado en las investigaciones sobre memoria histórica», matiza Verdú, al referirse al cuaderno del capellán del cementerio de la Salud durante la guerra civil , en el que se anota los fusilamientos y enterramientos en fosas comunes. Entre el primero y el último, todo un catálogo de documentos «en los que Córdoba, que es una dama eterna , que no anciana, habla en primera persona, como una señora que se sentase a la puerta del archivo y cuenta su vida junta a otras vecinas», ha apuntado la directora del lugar. Y así, se exhiben las primeras ordenanzas municipales , de 1435 , que recogen datos tan curiosos como que los judíos no podían comprar pescado hasta mediodía, para que fuese el peor, o informaciones sobre oficios. «Se puede considerar un diario de la ciudad», afirma Verdú. También hay libros de actas del Ayuntamiento con encuadernaciones fabulosas, o los conocidos como privilegios rodados, es decir, privilegios que concedían los reyes y rubricaban con un sello circular. Se pueden contemplar también hermanamientos de Córdoba con otros concejos, ordenanzas sobre casamientos, bodas o entierros que llegan a delimitar los asistentes a una boda y gasto adecuado para el convite: «El documento viene a decir que ya 50 años después de la conquista de Córdoba , a los cordobeses nos encantaba la juerga , hasta el punto de que se tuvo que regular en estos casos porque la gente se endeudaba ». Igualmente se muestra el documento que castiga a los asaltantes que devastaron la Judería en 1391 , causando 2.000 muertos, el juramento que hizo Felipe II a la entrada de Córdoba para respetar los privilegios concedidos a la ciudad por sus antecesores o el mandamiento de prohibición del trabajo para los albañiles, canteros y peones que se encontraban construyendo el crucero de la Mezquita-Catedral, obra controvertida desde su mismo origen. Más documentos interesantes son los que tratan sobre la prefectura francesa durante la Guerra de la Independencia, que cayó en manos de Domingo Badía, singular personaje que fue espía, arabista, narrador de viajes y primer español en pisar La Meca y otras tierras árabes. O bien los textos que conciernen a la epidemia de gripe española . Como regalo para los visitantes, el archivo obsequia con un conjunto de postales con fotos antiguas de la ciudad, de las que están en la antología de la propia muestra. Se trata de imágenes de lugares tan señeros como la Plaza de las Tendillas, la Puerta de Almodóvar o la calle Claudio Marcelo.