Volvo EX40: estreno de nomenclatura
El sucesor del XC40 eléctrico hereda sus principales cualidades junto con un sistema de impulsión eficaz pero que consume más energía de lo esperado La firma sueca Volvo, perteneciente al grupo chino Geely, se halla en plena reconversión de su catálogo de producto, proceso que incluye el cambio de nomenclatura de sus modelos eléctricos. A esta razón obedece que el que hasta hace poco conocíamos como XC40 Recharge eléctrico pase a llamarse EX40, con la E por delante que distingue a esta familia de vehículos movidos por baterías. Para entendernos, el nuevo EX40 no es otra cosa que el XC40 Recharge rebautizado para adaptarse a la reconfiguración de la gama Volvo. Y, por afán de claridad, precisaremos que se diferencia del EC40, del que hablamos en este artículo, en que presenta una silueta de SUV convencional en lugar de cupé, siendo básicamente el mismo coche. En comparación con el EX30, que se ha destapado últimamente como todo un superventas eléctrico, es un modelo de un segmento superior, que lo aventaja en más de 20 centímetros de largo (4,23 frente a 4,44 metros) y, detalle bastante importante, en más de 115 litros de capacidad de carga (325 vs. 441), lo que puede representar la diferencia entre servir como coche familiar o hacerlo a duras penas. En estas cifras sumamos el volumen tanto del maletero convencional como del que encontramos en el vano delantero, conocido también como frunk -en contraposición a trunk-. Cada vez más común en los modelos eléctricos, este compartimento nos resulta especialmente indicado para llevar los cables de carga bien sujetos y separados del resto del equipaje. El modelo sueco es básicamente un XC40 Recharge rebautizado. El EX40 cuenta con más variantes de impulsión que su hermano pequeño. Entre ellas hemos escogido para nuestra prueba de hoy la que equipa un solo motor eléctrico de 252 caballos, alimentado por una batería de 82 kWh que le otorga autonomía extra sobre la de 69 kWh presente en las versiones básicas del coche. En este caso hablamos de un alcance homologado de 574 kilómetros. Como suele ser habitual, la realidad dista mucho de parecerse a los registros que cabe obtener en una prueba controlada. Lejos de los 16,7 kWh/100 km oficiales, este EX40 Single Motor Extended Range presenta un consumo medio, según nuestras mediciones, de 20,8 kWh/100 km, consecuencia del cual la autonomía en conducción mixta -y cuidadosa, para decirlo todo- se acerca a los 400 km. En autovía o autopista hay que prepararse para cargar cada 350 km, antes incluso si uno es de lo que tiene el pie derecho pesado. El compartimento de carga delantero dispensa 31 litros de capacidad. La batería de esta variante del modelo sueco puede recargarse a 11 kW en corriente alterna, con la que necesita ocho horas para estar completa, o bien a un máximo de 200 kW en corriente continua. En este último supuesto, el paso del 0 al 80%

El sucesor del XC40 eléctrico hereda sus principales cualidades junto con un sistema de impulsión eficaz pero que consume más energía de lo esperado
La firma sueca Volvo, perteneciente al grupo chino Geely, se halla en plena reconversión de su catálogo de producto, proceso que incluye el cambio de nomenclatura de sus modelos eléctricos. A esta razón obedece que el que hasta hace poco conocíamos como XC40 Recharge eléctrico pase a llamarse EX40, con la E por delante que distingue a esta familia de vehículos movidos por baterías.
Para entendernos, el nuevo EX40 no es otra cosa que el XC40 Recharge rebautizado para adaptarse a la reconfiguración de la gama Volvo. Y, por afán de claridad, precisaremos que se diferencia del EC40, del que hablamos en este artículo, en que presenta una silueta de SUV convencional en lugar de cupé, siendo básicamente el mismo coche.
En comparación con el EX30, que se ha destapado últimamente como todo un superventas eléctrico, es un modelo de un segmento superior, que lo aventaja en más de 20 centímetros de largo (4,23 frente a 4,44 metros) y, detalle bastante importante, en más de 115 litros de capacidad de carga (325 vs. 441), lo que puede representar la diferencia entre servir como coche familiar o hacerlo a duras penas.
En estas cifras sumamos el volumen tanto del maletero convencional como del que encontramos en el vano delantero, conocido también como frunk -en contraposición a trunk-. Cada vez más común en los modelos eléctricos, este compartimento nos resulta especialmente indicado para llevar los cables de carga bien sujetos y separados del resto del equipaje.
El EX40 cuenta con más variantes de impulsión que su hermano pequeño. Entre ellas hemos escogido para nuestra prueba de hoy la que equipa un solo motor eléctrico de 252 caballos, alimentado por una batería de 82 kWh que le otorga autonomía extra sobre la de 69 kWh presente en las versiones básicas del coche. En este caso hablamos de un alcance homologado de 574 kilómetros.
Como suele ser habitual, la realidad dista mucho de parecerse a los registros que cabe obtener en una prueba controlada. Lejos de los 16,7 kWh/100 km oficiales, este EX40 Single Motor Extended Range presenta un consumo medio, según nuestras mediciones, de 20,8 kWh/100 km, consecuencia del cual la autonomía en conducción mixta -y cuidadosa, para decirlo todo- se acerca a los 400 km. En autovía o autopista hay que prepararse para cargar cada 350 km, antes incluso si uno es de lo que tiene el pie derecho pesado.
La batería de esta variante del modelo sueco puede recargarse a 11 kW en corriente alterna, con la que necesita ocho horas para estar completa, o bien a un máximo de 200 kW en corriente continua. En este último supuesto, el paso del 0 al 80% de su capacidad lleva 28 minutos, de acuerdo con la información del fabricante.
Con sus más de 250 CV, el EX40 ofrece una respuesta ágil e inmediata que se acompaña de un elevado confort de rodadura y de marcha en general, gracias también a un conseguido aislamiento acústico. La factura interior es bien conocida de los modelos de Volvo, más sólida que lujosa y poco dada a estridencias o adornos superfluos.
Detalles del ‘pasado’
A riesgo de pasar por retrógrados, hemos de admitir que parte de los aspectos que más nos agradan del coche provienen del antiguo XC40 -que sigue a la venta con esta denominación en versiones de combustión interna- y no de los nuevos estándares vistos en el EX30. Nos referimos sobre todo a que en el EX40 sobreviven detalles que han desaparecido en el benjamín de la gama, por ejemplo los mandos físicos para regular la posición de los retrovisores y, si se nos apura, hasta la palanca de cambios en la consola central, elemento que todavía nos recuerda que estamos conduciendo un coche más que jugando a la videoconsola. Otros peajes son peor recibidos, claro, como el túnel de transmisión que atraviesa a lo largo las plazas traseras.
También nos gratifica tener ante los ojos un cuadro de instrumentos en condiciones, y no la miniatura del EX30, y hasta una pantalla central de solo 9 pulgadas que cumple perfectamente su función sin adueñarse por completo del salpicadero. Por supuesto, habrá quien disienta de nuestro punto de vista, cosa que respetamos.
Dado que el XC40 eléctrico pasó a ser EX40 en marzo de 2024, incluye ya las novedades que aquel introdujo desde enero del año anterior. Las más relevantes de ellas son el cambio de motores, el paso de tracción delantera a trasera, una nueva batería y la incorporación de Android Automotive como sistema operativo de la pantalla multimedia.
Puestos a encontrar carencias, hay que reconocer que Volvo sí se ha dejado llevar aquí por una tendencia que ya detectamos tanto en el EX30 como en los modelos de su marca hermana Polestar. Aludimos a que, en nuestra opinión, el usuario de todos ellos agradecería seguramente -y en todo caso no lo vería inconveniente- disponer de unas levas en el volante con la que regular la intensidad de la frenada regenerativa, así como de un selector de modos de conducción con el que adaptar ésta a las circunstancias cambiantes del tráfico, e incluso mejorar su eficiencia al volante a fin de ganar autonomía.
Acostumbrados como estamos al posicionamiento premium de Volvo, no será una sorpresa para nadie que este EX40 sea más caro que su competencia generalista -pensamos en un Hyundai Kona o un Kia Niro eléctricos- y que también algunos rivales de su nivel. Está a la venta desde 46.600 euros en variante de 238 CV y acabado Essential, con batería de 69 kWh que le permite recorrer teóricamente 479 km. La versión Single Motor Extended Range que hemos probado nosotros cuesta 53.583 euros, y los modelos Twin Motor, con dos motores que suman 408 CV y hasta 537 km de autonomía entre recargas, parten de 56.700.