Una de las ciudades menos visitadas de España conocida como "La Perla del Duero"
Zamora, con uno de los mejores conjuntos románicos de Europa, se mantiene fuera del radar turísticoZamora, la gran desconocida de las ciudades medievales españolas Cuando se piensa en escapadas patrimoniales por España automáticamente pensamos en Córdoba, Sevilla, Segovia o Barcelona. Pocos mencionan Zamora y, sin embargo, esta ciudad castellana guarda una de las mayores joyas arquitectónicas del país aunque siga siendo -a ojos de muchos viajeros- una gran desconocida. Conocida como la 'Perla del Duero', Zamora es una de esas ciudades que sorprende sin hacer ruido: con un casco histórico bien conservado, una catedral que es emblema del románico y un paisaje urbano dominado por fortalezas, iglesias y callejuelas empedradas que respiran siglos de historia. Una catedral imponente y una ciudad que mira al río Zamora se alza sobre un promontorio de arenisca que se asoma al Duero con elegancia. Desde ese perfil elevado domina el paisaje una de las catedrales románicas más importantes de España, construida en el siglo XII y famosa por su cúpula gallonada. El templo no solo ofrece una estampa única, sino que alberga un museo que guarda una colección de tapices flamencos considerada de las mejores de Europa. Junto a ella, el trazado del casco antiguo invita a paseos tranquilos entre murallas, palacetes y templos románicos. La iglesia de San Cipriano, Santa María Magdalena o Santiago del Burgo son solo algunos ejemplos del esplendor arquitectónico de la ciudad. De hecho, Zamora presume de contar con más de una veintena de iglesias románicas, lo que la convierte en la capital europea del románico. Arte, gastronomía y tranquilidad sin aglomeraciones A diferencia de otras ciudades más turísticas de Castilla y León, Zamora ofrece una experiencia sin prisas y sin multitudes. La vida discurre a otro ritmo, ideal para quien busca empaparse de historia sin agobios. Además, su gastronomía tradicional no se queda atrás: platos como el bacalao a la tranca, el arroz a la zamorana o los quesos de oveja se pueden disfrutar en bares y restaurantes con encanto, muchos de ellos ubicados en antiguos edificios rehabilitados. A esto se suma la presencia de espacios verdes y miradores junto al río, como los paseos por la margen del Duero o el parque del Castillo, donde es posible disfrutar de la puesta de sol sobre los tejados rojizos de la ciudad. Un punto de partida para descubrir la provincia Zamora es también una excelente base para explorar su entorno natural y patrimonial. Muy cerca se encuentra Toro, famoso por su vino con Denominación de Origen y su imponente colegiata. Más al oeste, Puebla de Sanabria despliega su castillo medieval y su arquitectura popular en piedra. Y para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural del Lago de Sanabria guarda el mayor lago glaciar de la península, un paisaje de montaña ideal para rutas y baños en verano. En conjunto, la provincia ofrece una variedad de experiencias rurales, culturales y gastronómicas que la convierten en una escapada perfecta para quienes buscan autenticidad. Una joya escondida en el corazón de Castilla Zamora es una ciudad que no necesita grandes campañas para enamorar, solo tiempo y curiosidad. Con su vasto patrimonio románico, su tranquilidad y su cercanía a enclaves naturales y vinícolas, reúne todos los ingredientes de un gran destino, pero sin la masificación que afecta a otras ciudades históricas. Redescubrirla es, sin duda, una de las mejores decisiones para este año.

Zamora, con uno de los mejores conjuntos románicos de Europa, se mantiene fuera del radar turístico
Zamora, la gran desconocida de las ciudades medievales españolas
Cuando se piensa en escapadas patrimoniales por España automáticamente pensamos en Córdoba, Sevilla, Segovia o Barcelona. Pocos mencionan Zamora y, sin embargo, esta ciudad castellana guarda una de las mayores joyas arquitectónicas del país aunque siga siendo -a ojos de muchos viajeros- una gran desconocida.
Conocida como la 'Perla del Duero', Zamora es una de esas ciudades que sorprende sin hacer ruido: con un casco histórico bien conservado, una catedral que es emblema del románico y un paisaje urbano dominado por fortalezas, iglesias y callejuelas empedradas que respiran siglos de historia.
Una catedral imponente y una ciudad que mira al río
Zamora se alza sobre un promontorio de arenisca que se asoma al Duero con elegancia. Desde ese perfil elevado domina el paisaje una de las catedrales románicas más importantes de España, construida en el siglo XII y famosa por su cúpula gallonada. El templo no solo ofrece una estampa única, sino que alberga un museo que guarda una colección de tapices flamencos considerada de las mejores de Europa.
Junto a ella, el trazado del casco antiguo invita a paseos tranquilos entre murallas, palacetes y templos románicos. La iglesia de San Cipriano, Santa María Magdalena o Santiago del Burgo son solo algunos ejemplos del esplendor arquitectónico de la ciudad. De hecho, Zamora presume de contar con más de una veintena de iglesias románicas, lo que la convierte en la capital europea del románico.
Arte, gastronomía y tranquilidad sin aglomeraciones
A diferencia de otras ciudades más turísticas de Castilla y León, Zamora ofrece una experiencia sin prisas y sin multitudes. La vida discurre a otro ritmo, ideal para quien busca empaparse de historia sin agobios. Además, su gastronomía tradicional no se queda atrás: platos como el bacalao a la tranca, el arroz a la zamorana o los quesos de oveja se pueden disfrutar en bares y restaurantes con encanto, muchos de ellos ubicados en antiguos edificios rehabilitados.
A esto se suma la presencia de espacios verdes y miradores junto al río, como los paseos por la margen del Duero o el parque del Castillo, donde es posible disfrutar de la puesta de sol sobre los tejados rojizos de la ciudad.
Un punto de partida para descubrir la provincia
Zamora es también una excelente base para explorar su entorno natural y patrimonial. Muy cerca se encuentra Toro, famoso por su vino con Denominación de Origen y su imponente colegiata. Más al oeste, Puebla de Sanabria despliega su castillo medieval y su arquitectura popular en piedra. Y para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural del Lago de Sanabria guarda el mayor lago glaciar de la península, un paisaje de montaña ideal para rutas y baños en verano.
En conjunto, la provincia ofrece una variedad de experiencias rurales, culturales y gastronómicas que la convierten en una escapada perfecta para quienes buscan autenticidad.
Una joya escondida en el corazón de Castilla
Zamora es una ciudad que no necesita grandes campañas para enamorar, solo tiempo y curiosidad. Con su vasto patrimonio románico, su tranquilidad y su cercanía a enclaves naturales y vinícolas, reúne todos los ingredientes de un gran destino, pero sin la masificación que afecta a otras ciudades históricas. Redescubrirla es, sin duda, una de las mejores decisiones para este año.