Una biotecnóloga señala qué baño escoger en espacios públicos para evitar riesgos: «Siempre me decanto por...»
La higiene es fundamental para la salud física, y también la mental, y aporta múltiples beneficios siendo el más obvio la prevención de enfermedades. Un buen nivel higiénico es un aliado contra la propagación de bacterias, virus y otros patógenos y por este motivo rutinas como el lavado frecuente de manos, la ducha y el cepillado de dientes son muy positivas. Sin embargo, la prevención de virus es algo más complicada cuando uno está en espacios públicos, frecuentados por multitud de personas y sobre las que uno no se encarga de la limpieza y desinfección. Uno de los sitios más controvertidos son los baños públicos , espacios que a veces se tienen que usar irremediablemente y en los que habitualmente, a pesar de los servicios de limpieza, suele haber algo de suciedad y dejadez por el uso. La 'influencer' Lucía Almagro ha querido hablar de ello precisamente en un post que se acerca a las 200.000 visualizaciones en su cuenta de TikTok @diariocientifica . Ella es una biotecnóloga valenciana que suele hacer divulgación sobre ciencia y salud en su canal que quiso explicar cinco consejos que, como científica, da a la hora de usar un baño público. «Lo primero es elegir cuál es el baño que voy a utilizar y siempre me decanto por aquel que tenga la tapa bajada», expone ella a sus seguidores. Esto lo hace porque entiende que «es más probable» que estos hayan sido recientemente limpiados «ya que hay muy pocas personas que bajan la tapa». Después, ella confiesa que no limpia la taza con papel, como es habitual, sino que «utilizo una toallita hidroalcohólica o papel con gel hidroalcohólico que llevo siempre en el bolso». En una línea similar, Lucía recomienda no usar el papel saliente del dispensador, porque «está expuesto a todas las bacterias de todas las personas que han pasado por allí». Así, « siempre descarto los primeros trozos y utilizo aquellos que ya están dentro del dispensador», explica, dejando claro que «de esta forma intento reducir la probabilidad de contagiarme». Además, la biotecnóloga remarca que «siempre cierro la tapa para evitar que salgan microgotas cuando tiro de la cadena». Para ello, «utilizo siempre un papel porque no me gusta tocar nada que tenga que ver con el váter con la mano». Para acabar, la experta añade que «como no» se lava las manos antes de salir «y cuando salgo no toco el pomo de la puerta si es posible». Aunque algunos puedan llegar a pensar que es excesivo, lo cierto es que la publicación ha recibido decenas de comentarios de gente que confiesa hacer lo mismo o prácticas más extremas. «Con lo de la tarta bajada cuidado que te puedes encontrar ahí una tarta de la abuela», ironiza un seguidor, mientras que otros han incidido en la importancia de no sentarse en el váter y en poner papel higiénico en la taza antes de sentarse. «Yo llevo un kit de WC: toallitas antibacterias, alcohol de 90º, pañuelos, spray por si hay olor...»; añade una usuaria llamada Eva.
La higiene es fundamental para la salud física, y también la mental, y aporta múltiples beneficios siendo el más obvio la prevención de enfermedades. Un buen nivel higiénico es un aliado contra la propagación de bacterias, virus y otros patógenos y por este motivo rutinas como el lavado frecuente de manos, la ducha y el cepillado de dientes son muy positivas. Sin embargo, la prevención de virus es algo más complicada cuando uno está en espacios públicos, frecuentados por multitud de personas y sobre las que uno no se encarga de la limpieza y desinfección. Uno de los sitios más controvertidos son los baños públicos , espacios que a veces se tienen que usar irremediablemente y en los que habitualmente, a pesar de los servicios de limpieza, suele haber algo de suciedad y dejadez por el uso. La 'influencer' Lucía Almagro ha querido hablar de ello precisamente en un post que se acerca a las 200.000 visualizaciones en su cuenta de TikTok @diariocientifica . Ella es una biotecnóloga valenciana que suele hacer divulgación sobre ciencia y salud en su canal que quiso explicar cinco consejos que, como científica, da a la hora de usar un baño público. «Lo primero es elegir cuál es el baño que voy a utilizar y siempre me decanto por aquel que tenga la tapa bajada», expone ella a sus seguidores. Esto lo hace porque entiende que «es más probable» que estos hayan sido recientemente limpiados «ya que hay muy pocas personas que bajan la tapa». Después, ella confiesa que no limpia la taza con papel, como es habitual, sino que «utilizo una toallita hidroalcohólica o papel con gel hidroalcohólico que llevo siempre en el bolso». En una línea similar, Lucía recomienda no usar el papel saliente del dispensador, porque «está expuesto a todas las bacterias de todas las personas que han pasado por allí». Así, « siempre descarto los primeros trozos y utilizo aquellos que ya están dentro del dispensador», explica, dejando claro que «de esta forma intento reducir la probabilidad de contagiarme». Además, la biotecnóloga remarca que «siempre cierro la tapa para evitar que salgan microgotas cuando tiro de la cadena». Para ello, «utilizo siempre un papel porque no me gusta tocar nada que tenga que ver con el váter con la mano». Para acabar, la experta añade que «como no» se lava las manos antes de salir «y cuando salgo no toco el pomo de la puerta si es posible». Aunque algunos puedan llegar a pensar que es excesivo, lo cierto es que la publicación ha recibido decenas de comentarios de gente que confiesa hacer lo mismo o prácticas más extremas. «Con lo de la tarta bajada cuidado que te puedes encontrar ahí una tarta de la abuela», ironiza un seguidor, mientras que otros han incidido en la importancia de no sentarse en el váter y en poner papel higiénico en la taza antes de sentarse. «Yo llevo un kit de WC: toallitas antibacterias, alcohol de 90º, pañuelos, spray por si hay olor...»; añade una usuaria llamada Eva.
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