Un ex agente del FBI revela cuál es la profesión número uno de un asesino en serie en EE.UU.: «Existen incluso junto a nosotros mientras conducimos por la carretera»

El ex subdirector de contrainteligencia del FBI, Frank Figliuzzi, con 25 años de experiencia ha publicado el libro 'Long Haul: Hunting the Highway Serial Killers', en el que cuenta cómo pasó doce meses recorriendo más de 3.000 kilómetros de carreteras en un camión para comprender el estilo de vida de los camioneros. A lo largo de sus páginas indaga en la cultura de la carretera del camionero , pero también revela el secreto que esconden las autopistas de Estados Unidos. El autor ha dicho en múltiples entrevistas que su trabajo examina lo que se esconde a plena vista , el tráfico sexual y los camioneros asesinos que pasan desapercibidos. «Existen incluso junto a nosotros mientras conducimos por la carretera», comentó a la revista 'People'. Figluzzi considera que hay una mística estadounidense en torno a los camioneros de larga distancia. «Son una especie de operadores solitarios, muy aislados, pero para mucha gente son un misterio», indicó a 'The Guardian'. Todo comenzó cuando en 2004 un analista de la Oficina de Investigaciones de Oklahoma se dio cuenta de la tendencia de que se arrojaban cadáveres en carreteras que atravesaban cuatro estados. Cinco años después, en 2009, el FBI elaboró el mapa 'Highway Serial Killings Initiative' que ubicaba los lugares donde se hallaron las víctimas. Lo llamativo es que observaron que estos puntos se desperdigaban por todo EE.UU. El FBI detalla que el analista y un colega policía del Departamento de Policía de Grapevine, Texas, remitieron estos casos al Programa de Detención de Criminales Violentos o ViCAP. Sus a nalistas revisaron otros registros en su base de datos para ver si había patrones similares de asesinatos en carreteras de otros lugares . «Resulta que sí los había, por lo que pusimos en marcha una amplia iniciativa para apoyar a nuestros socios estatales y locales con investigaciones abiertas sobre asesinatos en las autopistas», explican. Llegaron a la conclusión que un asesino en serie que sea camionero pueda eludir a las autoridades policiales. La pregunta es por qué esta profesión. Los camioneros de larga distancia en EE.UU. «raptan a una víctima en una jurisdicción, la matan en una segunda y arrojan su cuerpo en una tercera. Todo eso suele suceder mucho antes de que alguien haya descubierto algo» detalló Figliuzzi a 'The Guardian'. Lo que dificulta el trabajo policial, complicando el hallazgo de las víctimas. Asimismo, el aislamiento y la propia transitoriedad de su trabajo es algo que podría atraer a personas con una cierta personalidad. Se da la tormenta perfecta porque la gente se da cuenta de que existe un estilo de vida solitario. «Vaya, estoy entre jurisdicciones policiales, básicamente puedo hacer lo que me dé la gana y nadie me va a alcanzar. Es una realidad, y es un equilibrio entre la gente que dice eso antes de empezar a trabajar en el sector del transporte y la gente que se da cuenta de ello cuando ya está en su carrera profesional», detalló a 'People'. El FBI vinculó 850 asesinatos a camioneros de larga distancia . De los cuales 200 permanecen sin resolver y hay una lista de 250 sospechosos. Con casos que retroceden hasta los años 80. En algunos no se informó de la desaparición de una persona porque eran víctimas de tráfico sexual en el momento de su desaparición o eran personas que no se relacionaban con su núcleo familiar. Posteriormente sus cuerpos eran encontrados en carreteras de lugares alejados del punto en el que se les perdió la vista. A lo que se une la falta de testigos, el deterioro de las pruebas por el paso del tiempo y los problemas para coordinar a las fuerzas del orden de varias jurisdicciones. Por estos hechos se puede tardar meses o incluso años para encontrar e identificar a las víctimas provocando que los agresores puedan salir impunes. El ex agente de la FBI en sus entrevistas indica que una gran parte de l as víctimas son mujeres que vienen de entornos familiares conflictivos o vulnerables . Están marcadas por el abuso, la drogadicción o la prostitución y frecuentan estaciones de servicio o paradas. Y «a veces, son torturadas en cámaras de violación que instalan en la parte trasera de sus camiones», indicó el ex agente. Indagando en su existencia ermitaña y a través de una encuesta anónima Figluzzi ha especificado que el 10 % de estos camioneros en Estados Unidos bebe alcohol a diario, el 20 % bebe en exceso con regularidad y el 44% experimenta depresión clínica. Otros factores de la propia profesión son el sedentarismo y el estrés propio de la profesión. Figluzzi en su libro destaca el caso de Robert Ben Rhoades , más conocido como el «asesino de la parada de camiones» . Una de sus víctimas fue Regina Walters, de 14 años. La secuestró cuando hacía autostop en una carretera de Texas. Luego la violó y la mató en un granero abandonado. También ocuparon portadas y recibió los apodos de la prensa el suceso del «camionero vampiro», que respondía al nombre de Timothy Vafeades. Mantuvo a seis mujeres en su camión como esclavas s

Mar 8, 2025 - 16:41
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Un ex agente del FBI revela cuál es la profesión número uno de un asesino en serie en EE.UU.: «Existen incluso junto a nosotros mientras conducimos por la carretera»
El ex subdirector de contrainteligencia del FBI, Frank Figliuzzi, con 25 años de experiencia ha publicado el libro 'Long Haul: Hunting the Highway Serial Killers', en el que cuenta cómo pasó doce meses recorriendo más de 3.000 kilómetros de carreteras en un camión para comprender el estilo de vida de los camioneros. A lo largo de sus páginas indaga en la cultura de la carretera del camionero , pero también revela el secreto que esconden las autopistas de Estados Unidos. El autor ha dicho en múltiples entrevistas que su trabajo examina lo que se esconde a plena vista , el tráfico sexual y los camioneros asesinos que pasan desapercibidos. «Existen incluso junto a nosotros mientras conducimos por la carretera», comentó a la revista 'People'. Figluzzi considera que hay una mística estadounidense en torno a los camioneros de larga distancia. «Son una especie de operadores solitarios, muy aislados, pero para mucha gente son un misterio», indicó a 'The Guardian'. Todo comenzó cuando en 2004 un analista de la Oficina de Investigaciones de Oklahoma se dio cuenta de la tendencia de que se arrojaban cadáveres en carreteras que atravesaban cuatro estados. Cinco años después, en 2009, el FBI elaboró el mapa 'Highway Serial Killings Initiative' que ubicaba los lugares donde se hallaron las víctimas. Lo llamativo es que observaron que estos puntos se desperdigaban por todo EE.UU. El FBI detalla que el analista y un colega policía del Departamento de Policía de Grapevine, Texas, remitieron estos casos al Programa de Detención de Criminales Violentos o ViCAP. Sus a nalistas revisaron otros registros en su base de datos para ver si había patrones similares de asesinatos en carreteras de otros lugares . «Resulta que sí los había, por lo que pusimos en marcha una amplia iniciativa para apoyar a nuestros socios estatales y locales con investigaciones abiertas sobre asesinatos en las autopistas», explican. Llegaron a la conclusión que un asesino en serie que sea camionero pueda eludir a las autoridades policiales. La pregunta es por qué esta profesión. Los camioneros de larga distancia en EE.UU. «raptan a una víctima en una jurisdicción, la matan en una segunda y arrojan su cuerpo en una tercera. Todo eso suele suceder mucho antes de que alguien haya descubierto algo» detalló Figliuzzi a 'The Guardian'. Lo que dificulta el trabajo policial, complicando el hallazgo de las víctimas. Asimismo, el aislamiento y la propia transitoriedad de su trabajo es algo que podría atraer a personas con una cierta personalidad. Se da la tormenta perfecta porque la gente se da cuenta de que existe un estilo de vida solitario. «Vaya, estoy entre jurisdicciones policiales, básicamente puedo hacer lo que me dé la gana y nadie me va a alcanzar. Es una realidad, y es un equilibrio entre la gente que dice eso antes de empezar a trabajar en el sector del transporte y la gente que se da cuenta de ello cuando ya está en su carrera profesional», detalló a 'People'. El FBI vinculó 850 asesinatos a camioneros de larga distancia . De los cuales 200 permanecen sin resolver y hay una lista de 250 sospechosos. Con casos que retroceden hasta los años 80. En algunos no se informó de la desaparición de una persona porque eran víctimas de tráfico sexual en el momento de su desaparición o eran personas que no se relacionaban con su núcleo familiar. Posteriormente sus cuerpos eran encontrados en carreteras de lugares alejados del punto en el que se les perdió la vista. A lo que se une la falta de testigos, el deterioro de las pruebas por el paso del tiempo y los problemas para coordinar a las fuerzas del orden de varias jurisdicciones. Por estos hechos se puede tardar meses o incluso años para encontrar e identificar a las víctimas provocando que los agresores puedan salir impunes. El ex agente de la FBI en sus entrevistas indica que una gran parte de l as víctimas son mujeres que vienen de entornos familiares conflictivos o vulnerables . Están marcadas por el abuso, la drogadicción o la prostitución y frecuentan estaciones de servicio o paradas. Y «a veces, son torturadas en cámaras de violación que instalan en la parte trasera de sus camiones», indicó el ex agente. Indagando en su existencia ermitaña y a través de una encuesta anónima Figluzzi ha especificado que el 10 % de estos camioneros en Estados Unidos bebe alcohol a diario, el 20 % bebe en exceso con regularidad y el 44% experimenta depresión clínica. Otros factores de la propia profesión son el sedentarismo y el estrés propio de la profesión. Figluzzi en su libro destaca el caso de Robert Ben Rhoades , más conocido como el «asesino de la parada de camiones» . Una de sus víctimas fue Regina Walters, de 14 años. La secuestró cuando hacía autostop en una carretera de Texas. Luego la violó y la mató en un granero abandonado. También ocuparon portadas y recibió los apodos de la prensa el suceso del «camionero vampiro», que respondía al nombre de Timothy Vafeades. Mantuvo a seis mujeres en su camión como esclavas sexuales, pero nunca se le llegó a vincular con ningún asesinato. También narra el caso de ' asesinatos de las pelirrojas' , ocurridos a finales de los años 70. Las víctimas, la mayoría de las cuales no fueron identificadas, fueron encontradas tiradas a lo largo de las principales carreteras de Tennessee, Kentucky, Arkansas, Mississippi y Virginia Occidental. Durante décadas se especuló que el asesino era un camionero, pero durante décadas no se dio con ningún culpable. O el caso de 'El estrangulador interestatal', que una vez respondió a una llamada telefónica de su madre mientras asesinaba a una de sus doce víctimas. Para evitar verse expuestos a este tipo de perfiles Figliuzzi sostiene que las empresas de transporte deberían mejorar la verificación de antecedentes de sus conductores. Pero apela por mejorar las condiciones de vida y los salarios de los camioneros a los que caracteriza como un gremio compuesto por buenas personas muy trabajadoras. Al tiempo que aclara que sigue habiendo perfiles atraídos por la profesión que se aprovechan de las fisuras del sistema. Explica que 25 camioneros de larga distancia están cumpliendo condena por múltiples homicidios y l os crímenes siguen ocurriendo hoy en día, aunque a un ritmo más lento que en los años 1990 y 2000. «Los camioneros de larga distancia, mitad vaqueros, mitad pilotos de combate y mitad ermitaños, se deslizan por el borde de una determinada grieta en el tejido de nuestra sociedad: la grieta que separa su realidad de la nuestra », escribe en su libro.