Un desafinado Insolac Caja 87 se atasca en San Pablo (53-59)

Toda la mañana atascado, el Insolac Caja 87 se estrelló en San Pablo contra La Salud Archena en un partido de mucha brega, incontables fallos y mínimo acierto en el tiro en el que la reacción verdirroja se hizo de rogar y llegó demasiado tarde. Tiró de raza para reducir casi a la nada una desventaja de diez puntos tras un pésimo tercer cuarto, pero entonces, con 53-54 y el segundero agotándose, permitió un dos más de Flores bajo aro tras un ataque lanzado por el dominicano Montero , que abrió en canal la defensa a toda pista de los cajistas. Ahí se acabó todo. El Caja 87 se mostró inoperante muchos minutos. Quiso pero no pudo en un día nefasto en el tiro: 27% en el lanzamiento de campo (21/76) y un 45% desde el 4,60 (5/11). Con tan pobres guarismos, la derrota no extrañó a nadie. Fue una mañana de lo más extraña. Nada le salió como esperaba al conjunto de Eloy Ramírez , que echó de menos a Bilalovic (sigue lesionado) y pese al tropiezo tiene prácticamente amarrada la plaza del play off cuando restan sólo dos jornadas para el cierre de la fase regular. Ya el inicio del partido anunció por qué derroteros caminaría. Casi dos minutos tardó en abrirse el marcador. Lo hizo Franch , con un tiro de cuatro metros a tabla. Los ataques, como escopetas de feria. No era tanto que se impusieran las defensas como el evidente desatino de ambos equipos, muy desenfocados y especialmente anárquico el visitante. El partido era un correcalles con multitud de tiros abiertos sin que varios de ellos tocasen ni el aro. En menos de cuatro minutos, el máximo anotador del Archena , Montero, ya sumaba dos faltas. En lugar de canastas, se sucedían los fallos en el lanzamiento, un rosario. Casi seis minutos le costó al Archena acertar su primer tiro de campo, un triple de Bouzán (7-5). Bertain forzaba las situaciones y daba la sensación de que el Caja 87, en ese ida y vuelta, no terminaba de sentirse cómodo. Tacita a tacita, desde el tiro libre, el Archena nivelaba y hasta se ponía por delante (11-13) tras rebote en ataque, el sexto de los visitantes, de Strikker . Dedovic borraba al fin el cero del casillero de triples cajistas (16-13) y luego se cargaba con la segunda falta, como Franch . El reparto de personales estaba de lo más descompensado, en contra de los verdirrojos, cuando Bulatovic tiró de picardía para sacar tres libres que desperdició en su totalidad como fiel reflejo de un primer cuarto de mínimos, magro en puntos (16-14). La defensa del enérgico Rafa Santos, un titán, encendía a San Pablo, que necesita muy poco para animar a los suyos. El atasco ofensivo, por parte y parte, era monumental, como si los aros estuvieran sellados. No era un partido rebosante precisamente de calidad. Con un poquito más de acierto, el Insolac habría abierto brecha en la apertura del segundo cuarto, pero con 14 minutos consumidos la efectividad brillaba por su ausencia: el 23% en el tiro del Caja 87 lo empeoraba el Archena con un 16%. El partido no salía de ese carril de precipitaciones, imprecisiones y fallos desde todas las distancias. Strikker, con un triple frontal, ponía el 18-19 y Wyatt anotaba su primera diana exterior como jugador verdirrojo (21-21). Miladinovic imponía su corpachón bajo los aros y Rafa Santos replicaba un triple de Bouzán como epílogo del primer tiempo (28-29). Que el Caja 87 debía mejorar en todos los registros en el segundo era una obviedad. Y también una urgencia. A ese ritmo, el sufrimiento estaba garantizado. Bertain se afinaba, o al menos lo intentó, con un tiro en suspensión en pleno desconcierto de los jugadores cajistas con el arbitraje. Miope desde la larga distancia, el Caja 87 no se liberaba de sus grilletes. Estaba encasquillado, obtuso , nada clarividente. A Dedovic, como a ninguno de sus compañeros, le entraban los triples y el partido se le complicaba a los sevillanos tras un triple de Lafuente (32-39) en plena sequía verdirroja. Bouzán, de tres, ponía los diez (32-42). Al Caja 87 le faltaba paciencia, criterio, orden, sobre todo acierto, un sinfín de argumentos necesarios para ganar. El tiempo muerto correspondiente nada arregló, aunque Rafa Santos al menos rebajó la distancia psicológica (34-42). Diez minutos les restaban a los verdirrojos para reaccionar. Porque la imagen deformada de los tres primeros cuartos en nada se correspondía con la del equipo que, por ejemplo, se impuso hace una semana en Logroño. Pese a todo, había opciones porque ni la distancia era insuperable ni el rival un equipo inabordable . Rafa Santos ejercía entonces como motor del equipo, que se apretaba las clavijas en defensa pero en ataque continuaba de lo más errático, sin flujo anotador. Franch se topaba una y otra vez con el yerro, como Serrano , en sus intentos. Bertain al fin acertaba desde una esquina y Baoko (39-44) apremiaba el tiempo muerto visitante. Con 39-48, posesión y 3.38 para el final, el Caja 87 seguía creyendo, erre que erre, y entre Dedovic y Bertain azuzaron la esperanza estrechando al máximo el marcador (46-4

Abr 6, 2025 - 18:18
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Un desafinado Insolac Caja 87 se atasca en San Pablo (53-59)
Toda la mañana atascado, el Insolac Caja 87 se estrelló en San Pablo contra La Salud Archena en un partido de mucha brega, incontables fallos y mínimo acierto en el tiro en el que la reacción verdirroja se hizo de rogar y llegó demasiado tarde. Tiró de raza para reducir casi a la nada una desventaja de diez puntos tras un pésimo tercer cuarto, pero entonces, con 53-54 y el segundero agotándose, permitió un dos más de Flores bajo aro tras un ataque lanzado por el dominicano Montero , que abrió en canal la defensa a toda pista de los cajistas. Ahí se acabó todo. El Caja 87 se mostró inoperante muchos minutos. Quiso pero no pudo en un día nefasto en el tiro: 27% en el lanzamiento de campo (21/76) y un 45% desde el 4,60 (5/11). Con tan pobres guarismos, la derrota no extrañó a nadie. Fue una mañana de lo más extraña. Nada le salió como esperaba al conjunto de Eloy Ramírez , que echó de menos a Bilalovic (sigue lesionado) y pese al tropiezo tiene prácticamente amarrada la plaza del play off cuando restan sólo dos jornadas para el cierre de la fase regular. Ya el inicio del partido anunció por qué derroteros caminaría. Casi dos minutos tardó en abrirse el marcador. Lo hizo Franch , con un tiro de cuatro metros a tabla. Los ataques, como escopetas de feria. No era tanto que se impusieran las defensas como el evidente desatino de ambos equipos, muy desenfocados y especialmente anárquico el visitante. El partido era un correcalles con multitud de tiros abiertos sin que varios de ellos tocasen ni el aro. En menos de cuatro minutos, el máximo anotador del Archena , Montero, ya sumaba dos faltas. En lugar de canastas, se sucedían los fallos en el lanzamiento, un rosario. Casi seis minutos le costó al Archena acertar su primer tiro de campo, un triple de Bouzán (7-5). Bertain forzaba las situaciones y daba la sensación de que el Caja 87, en ese ida y vuelta, no terminaba de sentirse cómodo. Tacita a tacita, desde el tiro libre, el Archena nivelaba y hasta se ponía por delante (11-13) tras rebote en ataque, el sexto de los visitantes, de Strikker . Dedovic borraba al fin el cero del casillero de triples cajistas (16-13) y luego se cargaba con la segunda falta, como Franch . El reparto de personales estaba de lo más descompensado, en contra de los verdirrojos, cuando Bulatovic tiró de picardía para sacar tres libres que desperdició en su totalidad como fiel reflejo de un primer cuarto de mínimos, magro en puntos (16-14). La defensa del enérgico Rafa Santos, un titán, encendía a San Pablo, que necesita muy poco para animar a los suyos. El atasco ofensivo, por parte y parte, era monumental, como si los aros estuvieran sellados. No era un partido rebosante precisamente de calidad. Con un poquito más de acierto, el Insolac habría abierto brecha en la apertura del segundo cuarto, pero con 14 minutos consumidos la efectividad brillaba por su ausencia: el 23% en el tiro del Caja 87 lo empeoraba el Archena con un 16%. El partido no salía de ese carril de precipitaciones, imprecisiones y fallos desde todas las distancias. Strikker, con un triple frontal, ponía el 18-19 y Wyatt anotaba su primera diana exterior como jugador verdirrojo (21-21). Miladinovic imponía su corpachón bajo los aros y Rafa Santos replicaba un triple de Bouzán como epílogo del primer tiempo (28-29). Que el Caja 87 debía mejorar en todos los registros en el segundo era una obviedad. Y también una urgencia. A ese ritmo, el sufrimiento estaba garantizado. Bertain se afinaba, o al menos lo intentó, con un tiro en suspensión en pleno desconcierto de los jugadores cajistas con el arbitraje. Miope desde la larga distancia, el Caja 87 no se liberaba de sus grilletes. Estaba encasquillado, obtuso , nada clarividente. A Dedovic, como a ninguno de sus compañeros, le entraban los triples y el partido se le complicaba a los sevillanos tras un triple de Lafuente (32-39) en plena sequía verdirroja. Bouzán, de tres, ponía los diez (32-42). Al Caja 87 le faltaba paciencia, criterio, orden, sobre todo acierto, un sinfín de argumentos necesarios para ganar. El tiempo muerto correspondiente nada arregló, aunque Rafa Santos al menos rebajó la distancia psicológica (34-42). Diez minutos les restaban a los verdirrojos para reaccionar. Porque la imagen deformada de los tres primeros cuartos en nada se correspondía con la del equipo que, por ejemplo, se impuso hace una semana en Logroño. Pese a todo, había opciones porque ni la distancia era insuperable ni el rival un equipo inabordable . Rafa Santos ejercía entonces como motor del equipo, que se apretaba las clavijas en defensa pero en ataque continuaba de lo más errático, sin flujo anotador. Franch se topaba una y otra vez con el yerro, como Serrano , en sus intentos. Bertain al fin acertaba desde una esquina y Baoko (39-44) apremiaba el tiempo muerto visitante. Con 39-48, posesión y 3.38 para el final, el Caja 87 seguía creyendo, erre que erre, y entre Dedovic y Bertain azuzaron la esperanza estrechando al máximo el marcador (46-48). Strikker, empero, elevaba el listón de la dificultad a minuto y medio (48-52) en un final de partido que podía eternizarse. Con 55 segundos en el reloj, Montero anotó en rectificado y Franch ajustó con un triple a 29 segundos (53-54) , pero todas las opciones se esfumaron con ese ataque liderado por Montero y culminado por el dos más uno de Flores que cerró definitivamente el partido.