Un cuarto de siglo de la labor social de la parroquia de las Margaritas de Córdoba

Las iniciativas sociales de la parroquia de Las Margaritas cumplen 25 años de andadura. Se trata de la sala de lectura y del centro de la mujer , que nacieron en el año 2000, como proyectos del 50º aniversario de la iglesia, que se celebró en 1999. Precisamente, el templo conmemoraba su 75º aniversario en 2024. Y el pasado octubre, su párroco, Antonio Caballero , celebraba igualmente sus 25 años de trabajo en este barrio de Córdoba, tras desarrollar anteriormente su labor en Aguilar de la Frontera o Bujalance. En el aula de lectura se dan cita alumnos de entre seis y doce años, que se dividen en dos grupos según la edad. En las estanterías existen libros de todo tipo, desde antiguas enciclopedias a ejemplares sobre numerosas materias. Pero hoy día, la estrella son las mesas de ordenadores . La lectura se ha trasladado a la pantalla. Tras una merendola en un bar cercano, los niños entran en el local, situado frente a los jardines de Federica Montseny , que a su vez harán de particular recreo durante las pausas. «Vienen niños y niñas desde las tres de la tarde hasta las siete, de lunes a viernes. Tenemos apoyo escolar hasta las cinco con los mayores, y a partir de ahí vienen los pequeños, que también cuentan con apoyo escolar, además de una parte de pinturas o juegos», explica la monitora, Laura Camacho. Además de esta labor cotidiana, otro proyecto de Cáritas realiza con los mayores una serie de talleres educativos con voluntarios. Igualmente, como apoyo escolar de los mayores, la iniciativa cuenta con voluntarios del colegio Las Esclavas. «El aula de lectura no es solamente un lugar donde los niños tengan apoyo escolar, sino también un sitio para encontrarse entre ellos, donde puedan tener relaciones más sanas y humanas», precisa Camacho. La forma de apuntarse al aula suele basarse en el fenómeno boca-oído: «A través de las propias familias o de los colegios se corre la voz». Según el año, va fluctuando el número y la procedencia: «Unos años a lo mejor vienen más niños de La Aduana, y otros del Camping, por ejemplo». El local en el que se ofrecen los servicios de aula de lectura fue cedido en 2002. Recientemente, la iniciativa contaba de nuevo con el apoyo de la Fundación Cajasur. Gracias a una reforma acaecida hace unos 14 años, la propia parroquia de las Margaritas cuenta con excelentes instalaciones , con numerosos despachos, estancias a modo de clases, dos salones de actos y un patio con naranjos. Uno de estos espacios es ocupado por el centro de la mujer . En el exterior se puede ver un horario con los talleres que imparte: pilates adaptado, pilates, lectoescritura, teatro-danza, danza oriental, croché, zumba o cocina. Todo ello repartido de lunes a jueves. «El propósito original del centro de la mujer hace 25 años es que las mujeres del barrio se integraran , porque en estas zonas tendían a estar mucho en el hogar», cuenta la presidenta del centro de la mujer desde sus inicios, Dolores Peña. «De esta forma dejan los problemas en la casa», matiza. «Desde el principio se impartieron talleres de muy diverso tipo, por ejemplo lleva muchos años el de lectoescritura , sobre todo para personas mayores», añade el párroco Antonio Caballero. «A final de curso hacemos una fiesta donde se presentan en el escenario lo que han hecho durante el curso», agrega la coordinadora del centro desde hace 17 años, Pilar Rodríguez. Este año imparten los talleres a un total de 70 mujeres . «La parroquia tiene esta obra social y, aunque todos nosotros pertenecemos a la parroquia, las familias que participan tanto en el aula de lectura como en el centro de la mujer son libres , es decir, no tienen ninguna obligación de acudir a la iglesia», indica el sacerdote del lugar. «Siempre hemos tenido claro que no queremos colonizarlos ». Desde la comisión de proyectos del cincuentenario de la parroquia hasta la actualidad, el trabajo social de estas dos áreas ha sido ímprobo. Lo cierto es que entre el aula de lectura situada en el barrio, el centro de la mujer, las catequesis y otras múltiples actividades, las tardes en la parroquia de las Margaritas son un pequeño hervidero de padres y niños , casi como un colegio o centro de educación vespertino que complementase al de la mañana. Y en cierto modo, así es. Todavía en Córdoba, la labor parroquial es uno de los motores de muchos barrios .

Feb 9, 2025 - 02:03
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Un cuarto de siglo de la labor social de la parroquia de las Margaritas de Córdoba
Las iniciativas sociales de la parroquia de Las Margaritas cumplen 25 años de andadura. Se trata de la sala de lectura y del centro de la mujer , que nacieron en el año 2000, como proyectos del 50º aniversario de la iglesia, que se celebró en 1999. Precisamente, el templo conmemoraba su 75º aniversario en 2024. Y el pasado octubre, su párroco, Antonio Caballero , celebraba igualmente sus 25 años de trabajo en este barrio de Córdoba, tras desarrollar anteriormente su labor en Aguilar de la Frontera o Bujalance. En el aula de lectura se dan cita alumnos de entre seis y doce años, que se dividen en dos grupos según la edad. En las estanterías existen libros de todo tipo, desde antiguas enciclopedias a ejemplares sobre numerosas materias. Pero hoy día, la estrella son las mesas de ordenadores . La lectura se ha trasladado a la pantalla. Tras una merendola en un bar cercano, los niños entran en el local, situado frente a los jardines de Federica Montseny , que a su vez harán de particular recreo durante las pausas. «Vienen niños y niñas desde las tres de la tarde hasta las siete, de lunes a viernes. Tenemos apoyo escolar hasta las cinco con los mayores, y a partir de ahí vienen los pequeños, que también cuentan con apoyo escolar, además de una parte de pinturas o juegos», explica la monitora, Laura Camacho. Además de esta labor cotidiana, otro proyecto de Cáritas realiza con los mayores una serie de talleres educativos con voluntarios. Igualmente, como apoyo escolar de los mayores, la iniciativa cuenta con voluntarios del colegio Las Esclavas. «El aula de lectura no es solamente un lugar donde los niños tengan apoyo escolar, sino también un sitio para encontrarse entre ellos, donde puedan tener relaciones más sanas y humanas», precisa Camacho. La forma de apuntarse al aula suele basarse en el fenómeno boca-oído: «A través de las propias familias o de los colegios se corre la voz». Según el año, va fluctuando el número y la procedencia: «Unos años a lo mejor vienen más niños de La Aduana, y otros del Camping, por ejemplo». El local en el que se ofrecen los servicios de aula de lectura fue cedido en 2002. Recientemente, la iniciativa contaba de nuevo con el apoyo de la Fundación Cajasur. Gracias a una reforma acaecida hace unos 14 años, la propia parroquia de las Margaritas cuenta con excelentes instalaciones , con numerosos despachos, estancias a modo de clases, dos salones de actos y un patio con naranjos. Uno de estos espacios es ocupado por el centro de la mujer . En el exterior se puede ver un horario con los talleres que imparte: pilates adaptado, pilates, lectoescritura, teatro-danza, danza oriental, croché, zumba o cocina. Todo ello repartido de lunes a jueves. «El propósito original del centro de la mujer hace 25 años es que las mujeres del barrio se integraran , porque en estas zonas tendían a estar mucho en el hogar», cuenta la presidenta del centro de la mujer desde sus inicios, Dolores Peña. «De esta forma dejan los problemas en la casa», matiza. «Desde el principio se impartieron talleres de muy diverso tipo, por ejemplo lleva muchos años el de lectoescritura , sobre todo para personas mayores», añade el párroco Antonio Caballero. «A final de curso hacemos una fiesta donde se presentan en el escenario lo que han hecho durante el curso», agrega la coordinadora del centro desde hace 17 años, Pilar Rodríguez. Este año imparten los talleres a un total de 70 mujeres . «La parroquia tiene esta obra social y, aunque todos nosotros pertenecemos a la parroquia, las familias que participan tanto en el aula de lectura como en el centro de la mujer son libres , es decir, no tienen ninguna obligación de acudir a la iglesia», indica el sacerdote del lugar. «Siempre hemos tenido claro que no queremos colonizarlos ». Desde la comisión de proyectos del cincuentenario de la parroquia hasta la actualidad, el trabajo social de estas dos áreas ha sido ímprobo. Lo cierto es que entre el aula de lectura situada en el barrio, el centro de la mujer, las catequesis y otras múltiples actividades, las tardes en la parroquia de las Margaritas son un pequeño hervidero de padres y niños , casi como un colegio o centro de educación vespertino que complementase al de la mañana. Y en cierto modo, así es. Todavía en Córdoba, la labor parroquial es uno de los motores de muchos barrios .