Toni Bright, mentalista: "Hoy en día todo el mundo miente bastante mal"

Si Toni Bright le pide una llave, que no sea la de casa, porque nunca volverá a ser la misma. El mentalista es capaz de hacer que ese duro trozo de metal se doble sin que el espectador sepa muy bien cómo ha pasado. En realidad, todo su espectáculo es así, un continuo no saber y un constante flipar. Bright es uno de los más conocidos mentalistas de nuestro país, siempre en gira, y con 14 años de profesión y más de 3.000 espectáculos ofrecidos (y actualmente está de gira).

Yeso que a veces la gente piensa que un mentalista es un hipnotizador. Pero no. "Un mentalista más bien es la persona que usa la psicología, habilidades sociales, sugestión y la PNL [programación neurolingüística] un poco todo mezclado, agitado", explica el mago de la mente. Así "parece que tengamos así poderes, como por ejemplo el de leer la mente, contactar con espíritus, doblar cucharas o incluso doblar llaves", hace ver.

Este ilicitano descubrió la magia y el mentalismo siendo muy niño, cuando compartía con su padre los ratos en los que un mago salía por la tele. "Con 7 u 8 años, hubo un mago que puso un vaso en una mesa, se concentró y el vaso ¡plaf! Explotó. Aquella noche no dormí", cuenta. Desde aquel momento a ahora, mediaron horas de biblioteca, manuales, estudios y aprendizaje. También hubo un curro en confección de calzado y una carrera en Relaciones Laborales. Pero eso no le hacía feliz. "Un día que me cambió la vida para siempre. El día que le dije a mi padre ‘no quiero tener 80 años sin saber qué hubiera pasado si me hubiera dedicado a lo que realmente me gustaba’. Era mi vocación, el mundo de la magia, del ilusionismo...".

Toni Bright es capaz, de la nada, de averiguar cómo se llamaba tu mejor amiga de la infancia, entre otros trucos que componen sus espectáculos. Perdón, trucos no. "Si dices la palabra truco parece que algo tenga trampa o que esté trucado. Lo bonito es decir juego, o efecto", nos corrige con calma.

¿Pero en qué se basa el mentalismo? "Hay mentalistas que se basan mucho en la sugestión. Hay gente que se utiliza mucho la PNL, gente que utiliza la comunicación no verba... Hay muchas formas de que un mentalista pueda adivinar cosas, que pueda interpretarlas. Siempre se ha dicho que los mentalistas parece que tengamos poderes. Siempre he dicho que el mejor poder que puede tener un mentalista es el de saber entretener a la gente".

La PNL ya ha salido dos veces en el artículo. "Tengo un muy buen amigo que se llama Fabián Villena que siempre dice siempre me dice que la PNL se pueden hacer milagros, como por ejemplo quitar miedos, quitar fobias, quitar dolencias, quitar estrés"... o adivinar el pensamiento, hacer predicciones, tener telepatía... depende.

Porque tener cintura es una cualidad de un buen mentalista. "Antes del espectáculo tengo montados a lo mejor 10 o 12 cosas y dependiendo del tipo de público que vea ese momento, voy cambiando a una cosa u otra. Puede ser que al espectáculo vengan un 80% adultos y un 20% de niños o al revés. Es decir, que nunca sabe lo que puedo llegar a hacer. Lo que sí que sé es que a la gente le flipa", revela el mentalista.

Toni Bright actúa así para todo tipo de público, también para escépticos, a los que, lejos de rechazar, adopta con cariño. "Los espectáculos son para vivirlos, para disfrutarlos y sobre todo, para sentirlos. Hay mucha gente escéptica que viene a los espectáculos. Les hago participar y cuando salen de allí vienen, me dan la mano y me dicen ‘gracias a ti, creo en la magia’. Eso es lo más bonito que te puede decir alguien sobre tu trabajo".

Con sus shows "interactivos, dinámicos y participativos" Bright también es capaz de hacer magia convirtiendo a los adultos de nuevo en niños. "Para mí es muy importante porque creo que al mundo de la magia no se le da el valor que tiene hoy en día, sobre todo porque vivimos una época con mucha tristeza, con mucha malas noticias y creo que nos hace falta ilusionarnos mucho más", dice el mentalista, que hace ver que la magia es una disciplina artística menos valorada que otras como el teatro, la danza o la música.

Yeso que ahora "es mucho más complicado sorprender a una persona". "En la época de Einstein o Nikola Tesla doblo cucharas o leo la mente y la gente se hubiera quedado flipada, pero hace 500 años la gente me hubiera quemado la hoguera", reflexiona.

Ser mentalista de profesión tiene sus ventajas, como saber cuándo la gente miente. ¿son los políticos los que más lo hacen? "Me doy cuenta muchas veces, sobre todo más que en la política, lo veo en el tema del fútbol. Muchas veces estoy viendo entrevistas a algún futbolista, a algún entrenador y digo 'uy, esto que está diciendo no es verdad'. Aquel tampoco. Me pasa muy a menudo. Y los políticos, por desgracia, mienten bastante mal. Bueno, hoy en día creo que todo el mundo miente bastante mal".

De entre los miles de shows que ha dado, recuerda Toni Bright en especial un momento: "Pues te voy a contar una anécdota que fue muy bonita, que seguramente es de las que mejor guardo en mi corazón. Hace años estuve actuando un evento benéfico contra el Alzheimer había décimos de lotería para vender para Navidad. Y le pregunté a la chica de allí, que llamaba Gloria. '¿Gloria esto qué tal lo vendéis?' Me dijo que casi nadie compraba. Y le dije 'este año los vas a vender todos'. A partir de ese momento, en una parte del espectáculo, en plan de broma, sacaba el número. ¿Y qué hacía la gente de toda España, de Bilbao, de Sevilla, de Madrid, Barcelona? Buscaban el número como locos, por si acaso, porque un mentalista había dicho de que a lo mejor tocaba simplemente en plan de broma, y la gente agotó todos los décimos. La gente que necesitaba que se recaudaran fondos para el tema del Alzheimer lo consiguió y eso fue muy bonito".