Socias y hermanas: eran contadoras y a los 40 años se asociaron para crear juntas una casa de decoración

Sin ninguna experiencia, las dos hermanas se lanzaron al mundo de la decoración hace ya trece años. Una cuota de riesgo y muchos aciertos las llevaron a tener su casa de decoración en una de las grandes construcciones del centro histórico de Corrientes.

Abr 4, 2025 - 06:03
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Socias y hermanas: eran contadoras y a los 40 años se asociaron para crear juntas una casa de decoración

“Empezamos hace trece años en un local con vidriera a la calle vendiendo blanquería y aromas”, cuentan Paula y Victoria Saiach. Hermanas y contadoras, ninguna tenía experiencia en comercio ni en decoración cuando se lanzaron a hacer L’Epicerie. Lo que no anticiparon es que una década después iban a convertirse en dos de las decoradoras más importantes de la provincia de Corrientes, dueñas de una tienda de casi 800 m2.Ubicada en el casco histórico, la entrada -con sus pisos de mosaicos y molduras- es impactante.

No se si a todos los emprendedores les pasará como a nosotras, que empezás haciendo algo y el camino te va llevando a otras cosas. Por supuesto que tuvimos que aprender y estudiar muchísimo para poder hacer lo que se nos fue presentando.

Paula Saiach, decoradora y socia de L'Epicerie

Todo en familia

“Hoy no se si me animaría a asociarme a alguien, pero nosotras nunca tuvimos un problema”, asegura Victoria, la menor de las dos.Las hermanas Paula (izquierda) y Victoria (derecha) en el antiguo mostrador de la entrada.

Fue ella quien llamó a Paula con la idea de emprender. “Yo trabajaba en una empresa familiar con nuestro padre y tenía ganas de hacer algo propio”, se acuerda. Su hermana, Paula, no vive en Corrientes Capital sino en Curuzú Cuatiá, pero la distancia no fue un impedimento para que se lanzaran a una sociedad que rápidamente demostró su potencial.El espacioso patio de pisos dameros da la bienvenida. Un juego clásico de mesa y sillas de hierro habilita el espacio para reuniones.

Crecimiento forzado

“Esta casa es bastante famosa en Corrientes, porque es una de las pocas construcciones así de importantes del casco histórico que siguió en la familia; la mayoría son museos o edificios públicos”, cuentan las Saiach.La araña es original de la casa y fue todo un tema: hubo que desarmarla para limpiar los caireles. “Habiéndola visto ahí en nuestra primera visita, ya no hubo nada con que lo que pudiéramos reemplazarla”

Hasta hace tres años, el lugar seguía ocupado por su dueña: una señora mayor ya viuda. Encontrar un inquilino para una casa de 800 m2 construida en 1860 no es fácil, pero tampoco era fácil para las hermanas Saiach conseguir una construcción parecida a la que habían alquilado durante casi 8 años. En el dormitorio la mesa de luz petiribí (L'Epicerie) se combinó con una cama de respaldo en lino y almohadones y pies de cama de su línea de Payé.

Quizás fue por eso que la idea de ir a ver esta casa monumental (que casualmente pertenecía a una familiar de Lucio, el marido de Victoria) no las acobardó. Días después de verla cerraron un alquiler a diez años y empezaron la obra para convertir la casa de familia en el nuevo espacio de “L’Epi”, como le dicen ellas.

Nosotras veníamos de una casa de este estilo, pero mucho más chica. Nos fuimos ahí después del local y fue donde realmente se armó lo que es ahora L’Epicerie. ¡Nos resultaba muy difícil pensar en algo a la altura!

Paula Saiach, decoradora y socia de L'Epicerie

Casa modelo

Ni local, ni showroom, ni estudio, aunque un poco de todas, la antigua casona funciona además como espacio en el que se dictan talleres para los que las Saiach convocan distintas invitadas. En el cuarto infantil el empapelado de Mercedes Costal marca el tono. Cama (L'Epicerie). Almohadón (Tienda de Costumbres)

Planteada como una casa de familia, las hermanas proponen un recorrido por los ambientes que empieza con un clásico living, tiene dos comedores, un dormitorio principal, otro infantil y un quincho al fondo, pero además tiene sud sectores de bazar e incluso una florería.

Ver las oportunidades

“La idea de la florería surgió un poco por la estructura; sabíamos que al ser un ambiente aparte de la casa iba a ser complicado con la lluvia y demás”, explican. Acostumbradas a tener flores en todos los ambientes, se les ocurrió entonces que una florería podía ser una oportunidad.La florería dentro de L'Epicerie fue una incorporación de su última locación.

El ejemplo sirve para entender su crecimiento: ese sentido de oportunidad y empuje que las llevó de vender sábanas a decorar casas enteras. “Nosotras no pensábamos que íbamos a terminar creciendo así, fueron más los pedidos que nos hacían los que nos empujaron”, aseguran. En la cocina original está el sector de bazar. El estuco veneciano (Sinteplast) de las paredes le da un clima especial.

Uno de sus grandes diferenciales es el hecho de que producen sus muebles y ofrecen entrega inmediata en muchos de ellos. “Por eso nos resultaba tan fundamental tener un lugar en el que mostrarles a los clientes todo. Por supuesto que hay cosas que no tenemos en el momento, pero el que necesita en el momento tiene variedad”, aseguran.Las escobas paraguayas, un detalle encantador imposible de pasar por alto.

Poner en valor

La división entre el frente y la parte de servicio, hoy destinada al sector de quincho y depósito está marcada por lo que era la cocina y hoy es el bazar enfrentado con un impactante comedor en el que respetaron la mesa y muchos de los muebles originales acompañados de nuevas lámparas, cuadros y un estucado en las paredes.Los caminos de lino y la vajilla en cerámica contrastan con la formalidad del comedor tradicional.

Aunque se viera más “pesado” que el resto de los ambientes, en el comedor decidieron mantener la boiserie con su madera original, igual que los vajilleros y mesa. “Para que se sintieran un poco más livianos les sacamos el lustre”, cuentan.

Cambio de tono

Pasando al segundo patio se encuentra la dependencia de la casa, que hasta la llegada de las Saiach estaba más abandonada. “Acá si tuvimos una gran obra porque estaba venido abajo. La decisión fue aprovechar el sector para mostrar un estilo más informal en el quincho”, cuentan.Las paredes se protegieron con una laca para ladrillos de Sinteplast.

En el segundo patio, que originalmente era el sector de la dependencia se dejó a la vista el ladrillo original cubierto con una laca protectora y cielorrasos de chapa oxidada.

De ayer y de hoy

El verde oliva en las paredes de la recepción hace que resalten más los mármoles de los zócalos y las puertas talladas de madera decoradas con molduras originales. La construcción de la casa hace honor a una de las ciudades del interior más antiguas de la Argentina.

“Corrientes es una de las provincias más antiguas del país, de ahí que tenga estas construcciones tan importantes”, cuentan las hermanas que viven y trabajan en la provincia en la que nacieron.

Ubicada en la calle San Juan 550, la casona de L'Epicerie no pasa inadvertida.