Sin definiciones sobre el acuerdo con Milei, el PRO bonaerense dirime su propia batalla
Mientras Mauricio Macri se enfoca en la Ciudad y apunta contra Karina Milei por el frustrado acuerdo partidario, en la Provincia se dividen las aguas amarillas

La semana "corta" de las Pascuas fue intensa en el distrito electoral más relevante del país, donde se dio un primer paso para suspender las primarias. Esa intensidad repercutió en los principales partidos políticos que viven sus internas, algunas de ellas con más volumen mediático que otras, pero de igual relevancia de cara a lo que viene.
Si lo que sucede en el Peronismo ha quedado expuesto como una pelea por la conducción partidaria, en el PRO bonaerense se debate aún cómo y cuándo se terminará la novela del acuerdo con La Libertad Avanza. Nadie discute en voz alta el liderazgo del expresidente Mauricio Macri pero hay gestos que se escuchan más que mil palabras.
El presidente Javier Milei fue esta semana explícito sobre el deseo de "ir juntos" a la batalla electoral, pero en la misma declaración ocultó el "cómo". Desde hace mucho tiempo, en Casa Rosada sostienen que no se tratará de una alianza tradicional de tipo partidaria. En el PRO lo saben y fue el propio Macri quien dijo que su partido "está dispuesto a hacer una fusión y ellos insisten con algunos dirigentes a su antojo".
Esa es una interpretación que nadie se encarga de refutar, ni en el mileismo ni en el propio macrismo, donde además, algunos abrazan esa estrategia como la única posible.
Las máximas autoridades amarillas sostienen que es imposible una negociación antes del resultado de la Ciudad de Buenos Aires. Se esperanzan en quedar arriba de La Libertad Avanza y que eso posibilite una negociación más abierta y entre fuerzas. En ese espacio se enrolan algunos que piensan que la única motivación libertaria es "deglutirse" al PRO y que, por ello, no hubo acuerdos en ningún distrito del país.
Aunque algunos hablan de un plan "B" en la Provincia que replique la alianza que sigue funcionando en Santa Fe, junto a radicales y otras fuerzas, lo cierto es que, al día de la fecha, nada se ha podido avanzar en ese sentido.
Mientras Macri hace campaña en la Ciudad, la dirigencia partidaria mantiene reuniones casi a diario con referentes municipales, siempre con la idea de reforzar el espíritu, la marca del PRO como algo valioso. Por ejemplo, el
martes se desarrolló un encuentro en la populosa Primera Sección electoral.
El ritondismo, uno de los espacios que pugna en el PRO bonaerense
Además, el diputado Cristian Ritondo convocó a quienes están más cerca de su figura. Allí estuvieron Alejandro Finocchiaro, Martín Yeza, Florencia de Sensi y Javier Sánchez Wrba entre otros. Cuando se pidieron detalles sobre el encuentro, cerca de Ritondo señalaron que se trató de un encuentro en el que se habló de todos los temas, pero pidieron no "sobreinterpretar" la foto como un mensaje político.
Volviendo a las estrategias electorales, hay todo un sector de dirigentes provinciales a los que no se les escuchará decir una palabra sobre las elecciones en la Ciudad. Los "prescindentes" creen que no es acertada la disputa con el mileismo y señalan muchas encuestas que pronostican un magro resultado por "ir divididos".
Allí están quienes quieren cerrar el acuerdo "rápido", aunque sea a nivel de dirigentes y no de partidos: "Si vamos separados, gana el kirchnerimo", repiten como un mantra.
Macri también lo sabe, pero no quiere dar un paso hacia la disolución del espacio que comanda. Hay quienes afirman, fuera de micrófono, que el objetivo electoral no debe ser de expansión de bancas, sino de contención, para mantener el músculo dispuesto y competir en 2027.
La interna del PRO, entonces, no se vive como un desafío al discurso de Macri. No hay debates a cielo abierto por la conducción, tal y como los que luce el Peronismo, se esperanzan los leales a las banderas amarillas. No los hay, al menos de manera explícita. No por ahora.