Silvia Intxaurrondo: "Atravesamos un periodo de fiebre de bulos y mentiras, pero pasará"

Al ajetreo diario que conlleva estar al frente de la actualidad que marca la pauta todas las mañanas al frente de los telespectadores, Silvia Intxaurrondo suma su debut literario, una nueva vuelta a la periodista que todos conocen y que ahora se desenvuelve no informando, sino narrando una historia que deja a un lado los parámetros periodísticos. Solas en el silencio (HarperCollins) habla de lo que callan las mujeres en el entorno rural, de los silencios pactados que se dan en las recónditas comunidades de vecinos en las que nada puede salirse del margen establecido. Secretos ocultos, abuso de poder y lazos de sangre son ejes vertebradores del estreno entre páginas de la presentadora de televisión. P: ¿Qué te motivó a la hora de escribir esta novela? Uno de los aspectos que más llaman la atención son las voces de distintas mujeres como hilo conductor. R: Me daba la sensación de que había mujeres a las que no estábamos oyendo y que tenían cosas importantes que decir. Sentía la necesidad de denunciar una violencia silenciosa que las mujeres podemos vivir en distintos ámbitos, pero que queda sepultada por un silencio de la que nunca se acaba de hablar. Ese manto de silencio nunca se termina de levantar y parece que esa violencia no existe hasta que esas mujeres alzan la voz, entonces se descubre cuál es el sufrimiento. P: La historia se mueve por pactos de silencio, medias verdades y una comunidad en el ámbito rural sobre la que parece que no afecta el paso del tiempo. ¿Por qué esta realidad persiste? R: La realidad de la violencia, especialmente enquistada en el ámbito rural, persiste porque se calla, porque no se denuncia. Solas con el silencio lo que viene a mostrar es que es más cómodo callar la violencia que sufren esas mujeres antes que dar un paso, alzar la voz y denunciarla. Se mantiene porque se mantiene el silencio, y no sólo afecta al ámbito rural, aunque yo lo he retratado ahí porque me parecía que era mucho más evidente, sino que, en el ámbito urbano, en todos los estratos sociales, existe ese tipo de violencia. P: También estas mentiras y medias verdades que se cuentan ponen contra la pared la reputación de los mismos personajes. Llevado a la realidad, ¿hasta dónde puede llegar este límite? R: No hay límites. No los hay si para quienes asisten a esa violencia siguen callando, lo que suceden son las disidencias que en un momento determinado incluso al lector le cuesta digerir la incomodidad que le provoca el silencio y el lector se siente incómodo cuando hay determinados momentos en los que los protagonistas podrían denunciar y no lo hacen, y eso al lector empieza a resultarle asfixiante. La violencia no tiene límites si no se denuncia. P: La violencia es tanto física como verbal, pero en los silencios también hay parte de violencia. R: Para hablar de los distintos tipos de violencia, intenté retratar todos los casos de violencia contra las...

Mar 31, 2025 - 07:02
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Silvia Intxaurrondo: "Atravesamos un periodo de fiebre de bulos y mentiras, pero pasará"
Al ajetreo diario que conlleva estar al frente de la actualidad que marca la pauta todas las mañanas al frente de los telespectadores, Silvia Intxaurrondo suma su debut literario, una nueva vuelta a la periodista que todos conocen y que ahora se desenvuelve no informando, sino narrando una historia que deja a un lado los parámetros periodísticos. Solas en el silencio (HarperCollins) habla de lo que callan las mujeres en el entorno rural, de los silencios pactados que se dan en las recónditas comunidades de vecinos en las que nada puede salirse del margen establecido. Secretos ocultos, abuso de poder y lazos de sangre son ejes vertebradores del estreno entre páginas de la presentadora de televisión. P: ¿Qué te motivó a la hora de escribir esta novela? Uno de los aspectos que más llaman la atención son las voces de distintas mujeres como hilo conductor. R: Me daba la sensación de que había mujeres a las que no estábamos oyendo y que tenían cosas importantes que decir. Sentía la necesidad de denunciar una violencia silenciosa que las mujeres podemos vivir en distintos ámbitos, pero que queda sepultada por un silencio de la que nunca se acaba de hablar. Ese manto de silencio nunca se termina de levantar y parece que esa violencia no existe hasta que esas mujeres alzan la voz, entonces se descubre cuál es el sufrimiento. P: La historia se mueve por pactos de silencio, medias verdades y una comunidad en el ámbito rural sobre la que parece que no afecta el paso del tiempo. ¿Por qué esta realidad persiste? R: La realidad de la violencia, especialmente enquistada en el ámbito rural, persiste porque se calla, porque no se denuncia. Solas con el silencio lo que viene a mostrar es que es más cómodo callar la violencia que sufren esas mujeres antes que dar un paso, alzar la voz y denunciarla. Se mantiene porque se mantiene el silencio, y no sólo afecta al ámbito rural, aunque yo lo he retratado ahí porque me parecía que era mucho más evidente, sino que, en el ámbito urbano, en todos los estratos sociales, existe ese tipo de violencia. P: También estas mentiras y medias verdades que se cuentan ponen contra la pared la reputación de los mismos personajes. Llevado a la realidad, ¿hasta dónde puede llegar este límite? R: No hay límites. No los hay si para quienes asisten a esa violencia siguen callando, lo que suceden son las disidencias que en un momento determinado incluso al lector le cuesta digerir la incomodidad que le provoca el silencio y el lector se siente incómodo cuando hay determinados momentos en los que los protagonistas podrían denunciar y no lo hacen, y eso al lector empieza a resultarle asfixiante. La violencia no tiene límites si no se denuncia. P: La violencia es tanto física como verbal, pero en los silencios también hay parte de violencia. R: Para hablar de los distintos tipos de violencia, intenté retratar todos los casos de violencia contra las...