Salamanca ya tiene una segunda rana que encontrar: 'Mente croante'
La obra, hecha con esmalte, se encuentra en la puerta del garaje del número 7 de la calle Melchor Cano.

Los visitantes de Salamanca tienen desde este domingo una nueva rana que encontrar para llevarse algo de suerte, pero esta vez fuera del centro histórico: la colorida obra Mente croante, hecha con esmalte en la puerta del garaje del número 7 de la calle Melchor Cano, de la valenciana Silvia López González y ganadora de la XV edición del famoso concurso Galería Urbana del barrio del Oeste.
López participa por segunda vez en este certamen que cada primavera amplia el museo callejero de referencia en el que se ha convertido este barrio y ha explicado al recoger su premio, dotado con 1.000 euros, que decidió hacer una rana porque le sorprendió que ese icono salmantino no apareciera en ninguna de las obras hechas en estos quince años.
El segundo premio, con 400 euros, también ha tenido guiños entrañables a la cultura popular salmantina: se llama Paquí y retrata a dos señoras sentadas en un banco de la calle, con un perro, comiendo el típico hornazo y las tradicionales perrunillas.
Esta obra se encuentra en el número 7 de la calle Vitigudino, forma ya parte así de la ruta que es todo un reclamo turístico alternativo en la ciudad, y las artistas Laura Merayo y Eva Ortiz la han realizado con esmalte como material, al igual que todas este año sobre una puerta de garaje cedida por los vecinos.
Ha recibido además un premio especial de 300 euros la obra Sonrían por favor, del artista Nego, hecha con espráis y situada en la calle Nieto Bonal, en el número 24.
El mejor muralista de 2023 deja una gran obra
Así, la gran galería de arte urbano al aire libre suma con el fin de esta edición 11 obras más, con 13 nuevas firmas, además de un gran mural creado por el artista urbano Sfhir, autor del mejor mural del mundo en 2023, ubicado en su punto neurálgico: la plaza del Oeste.
El madrileño ha explicado que la temática de su obra gira en torno a la arquitectura musical, línea de trabajo que viene siguiendo desde hace un par de años, y juega un poco con los colores del edificio para dar forma a una mujer que está tocando el violín en una posición anamórfica que permite diferentes experiencias según se va moviendo el observador.
Todo a una altura superior a los 20 metros para lo que se ha necesitado una grúa de grandes dimensiones y extender el tiempo de pintura a más del que venía siendo habitual en este certamen.
La Asociación Vecinal ZOES, muy activa, ha organizado e impulsado un año más el festival, en colaboración con el Ayuntamiento de Salamanca y la Fundación de Castilla y León.