Remedios Martín: "Los ciudadanos han dejado de creer en la Atención Primaria por las dificultades para acceder"

La presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), la mayor del ámbito, lamenta que España tenga aún un modelo centrado en el hospital "que es 20 veces más caro" y pide cambiar el discurso porque las cosas "están mejorando" Melitta Jakab, OMS: “Si refuerzas la Atención Primaria, la gente es más feliz y los políticos consiguen más votos” Remedios Martín lleva 30 años trabajando de médica de familia y casi tres al frente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), la mayor en este ámbito. Faltan pocos días para que comience la elección de plazas MIR, un momento crítico que parece poner a prueba el atractivo de la especialidad entre los recién graduados. Es la única que terminó el año pasado con plazas vacantes –no una ni dos, 246– pero también es la que más puestos oferta con diferencia, recuerda Martín, que insiste en que para cambiar las cosas lo primero que se debe cambiar es el discurso. “No hay que aumentar las plazas MIR, hay que adecuarlas a las necesidades que tiene el sistema. Y necesitamos fortalecer las unidades docentes, reconocer a los tutores y tutoras y hacer que el entorno de los equipos de Atención Primaria sea de excelencia. Si los estudiantes vienen, conocen el trabajo y se enamoran, elegirán medicina de familia”, sostiene en una entrevista en la que recuerda que, frente al glamour del hospital, la Atención Primaria “es capaz de dar soluciones a la mayoría de problemas de los ciudadanos y es más económica”. A los gestores les pide que se lo crean, que no basta con “estar muy preocupados”. Es el momento, dice, de la remontada, pero para eso hacen faltan políticas públicas. En 10 días comienza la elección de las plazas MIR. ¿Vamos a volver a ver que las únicas vacantes son las de Medicina de Familia? Esperemos que no, pero intuimos que, como no ha cambiado nada con respecto a los años anteriores, las cosas volverán a estar muy parecidas. No hay que aumentar las plazas MIR, hay que adecuarlas a las necesidades que tiene el sistema. Y necesitamos fortalecer las unidades docentes, reconocer a los tutores y tutoras y hacer que el entorno de los equipos de Atención Primaria sea de excelencia. Si los estudiantes vienen, conocen el trabajo y se enamoran, elegirán medicina de familia. Pero si ven una situación que no es favorable, decidirán que el entorno hospitalario, que tiene mucho más glamour y otras facilidades, les atrae más. La situación también tiene que ver con el número de plazas. Si tuviéramos la misma cantidad que cualquier especialidad, las tendríamos cubiertas, pero contamos con muchísimas plazas y en entornos muy distantes de las grandes ciudades. Ese es otro problema. Los jóvenes quieren quedarse en su entorno porque irse de su ciudad es caro: tienen que buscar vivienda, rompen con su vida social, con su familia... El Partido Popular ha propuesto crear 1.000 plazas de MIR de Medicina Familiar y Comunitaria al año para “corregir la situación de déficit” en Atención Primaria. ¿Es una solución? Lamentamos profundamente que se hagan propuestas como esta. No es viable ni factible, por no decir que, en este momento, estas 1.000 plazas extraordinarias no tienen acogida en el sistema. Desde la SemFYC consideramos que la solución pasa por reconocer que la situación de la Atención Primaria responde a una realidad poliédrica, que es necesario atender de muchas maneras. Por un lado, es básico que todas las plazas MIR de Familia sean cubiertas. Por otro, reforzar las unidades docentes para que puedan acoger a todos los residentes, para que después, cuando estos se incorporen al mercado laboral, fidelizarlos. Y, por último, aplicar un cambio de modelo que implique una gestión de los equipos de Atención Primaria que potencie los perfiles profesionales, con prácticas de valor y competencias ampliadas, en el que el médico pueda desarrollar su labor con un enfoque salutogénico y multisectorial, con prácticas clínicas centradas en el paciente y una atención comunitaria que genere salud fuera de los centros sanitarios. Si en Medicina de Familia tuviéramos la misma cantidad de plazas que cualquier especialidad, las tendríamos cubiertas, pero contamos con muchísimas y en entornos muy distantes de las grandes ciudades ¿Cuánto de grave diría que es la situación ahora mismo en Atención Primaria? Está mejor que hace unos años, pero realmente ha de mejorar. Se está intentando recuperar la accesibilidad porque venimos de tener dificultades que han hecho que los ciudadanos puntuasen peor este nivel asistencial. En este momento se está haciendo un gran esfuerzo por parte de los profesionales y algunas administraciones acompañan para que esto funcione. Hay un compromiso por parte del Ministerio de Sanidad con el plan de acción para que mejore la Atención Primaria de este país. El plan de a

Abr 27, 2025 - 05:38
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Remedios Martín: "Los ciudadanos han dejado de creer en la Atención Primaria por las dificultades para acceder"

Remedios Martín: "Los ciudadanos han dejado de creer en la Atención Primaria por las dificultades para acceder"

La presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), la mayor del ámbito, lamenta que España tenga aún un modelo centrado en el hospital "que es 20 veces más caro" y pide cambiar el discurso porque las cosas "están mejorando"

Melitta Jakab, OMS: “Si refuerzas la Atención Primaria, la gente es más feliz y los políticos consiguen más votos”

Remedios Martín lleva 30 años trabajando de médica de familia y casi tres al frente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), la mayor en este ámbito. Faltan pocos días para que comience la elección de plazas MIR, un momento crítico que parece poner a prueba el atractivo de la especialidad entre los recién graduados. Es la única que terminó el año pasado con plazas vacantes –no una ni dos, 246– pero también es la que más puestos oferta con diferencia, recuerda Martín, que insiste en que para cambiar las cosas lo primero que se debe cambiar es el discurso.

“No hay que aumentar las plazas MIR, hay que adecuarlas a las necesidades que tiene el sistema. Y necesitamos fortalecer las unidades docentes, reconocer a los tutores y tutoras y hacer que el entorno de los equipos de Atención Primaria sea de excelencia. Si los estudiantes vienen, conocen el trabajo y se enamoran, elegirán medicina de familia”, sostiene en una entrevista en la que recuerda que, frente al glamour del hospital, la Atención Primaria “es capaz de dar soluciones a la mayoría de problemas de los ciudadanos y es más económica”. A los gestores les pide que se lo crean, que no basta con “estar muy preocupados”. Es el momento, dice, de la remontada, pero para eso hacen faltan políticas públicas.

En 10 días comienza la elección de las plazas MIR. ¿Vamos a volver a ver que las únicas vacantes son las de Medicina de Familia?

Esperemos que no, pero intuimos que, como no ha cambiado nada con respecto a los años anteriores, las cosas volverán a estar muy parecidas. No hay que aumentar las plazas MIR, hay que adecuarlas a las necesidades que tiene el sistema. Y necesitamos fortalecer las unidades docentes, reconocer a los tutores y tutoras y hacer que el entorno de los equipos de Atención Primaria sea de excelencia. Si los estudiantes vienen, conocen el trabajo y se enamoran, elegirán medicina de familia. Pero si ven una situación que no es favorable, decidirán que el entorno hospitalario, que tiene mucho más glamour y otras facilidades, les atrae más. La situación también tiene que ver con el número de plazas. Si tuviéramos la misma cantidad que cualquier especialidad, las tendríamos cubiertas, pero contamos con muchísimas plazas y en entornos muy distantes de las grandes ciudades. Ese es otro problema. Los jóvenes quieren quedarse en su entorno porque irse de su ciudad es caro: tienen que buscar vivienda, rompen con su vida social, con su familia...

El Partido Popular ha propuesto crear 1.000 plazas de MIR de Medicina Familiar y Comunitaria al año para “corregir la situación de déficit” en Atención Primaria. ¿Es una solución?

Lamentamos profundamente que se hagan propuestas como esta. No es viable ni factible, por no decir que, en este momento, estas 1.000 plazas extraordinarias no tienen acogida en el sistema. Desde la SemFYC consideramos que la solución pasa por reconocer que la situación de la Atención Primaria responde a una realidad poliédrica, que es necesario atender de muchas maneras.

Por un lado, es básico que todas las plazas MIR de Familia sean cubiertas. Por otro, reforzar las unidades docentes para que puedan acoger a todos los residentes, para que después, cuando estos se incorporen al mercado laboral, fidelizarlos. Y, por último, aplicar un cambio de modelo que implique una gestión de los equipos de Atención Primaria que potencie los perfiles profesionales, con prácticas de valor y competencias ampliadas, en el que el médico pueda desarrollar su labor con un enfoque salutogénico y multisectorial, con prácticas clínicas centradas en el paciente y una atención comunitaria que genere salud fuera de los centros sanitarios.

Si en Medicina de Familia tuviéramos la misma cantidad de plazas que cualquier especialidad, las tendríamos cubiertas, pero contamos con muchísimas y en entornos muy distantes de las grandes ciudades

¿Cuánto de grave diría que es la situación ahora mismo en Atención Primaria?

Está mejor que hace unos años, pero realmente ha de mejorar. Se está intentando recuperar la accesibilidad porque venimos de tener dificultades que han hecho que los ciudadanos puntuasen peor este nivel asistencial. En este momento se está haciendo un gran esfuerzo por parte de los profesionales y algunas administraciones acompañan para que esto funcione. Hay un compromiso por parte del Ministerio de Sanidad con el plan de acción para que mejore la Atención Primaria de este país.

El plan de acción se aprobó en diciembre. ¿Ha cambiado algo desde entonces?

Todavía es muy pronto. Es un plan muy trabajado, con unas líneas de actuación muy claras, concisas y potentes. En cuatro meses no puede ser porque no tiene presupuesto y hasta que no lo haya no podremos decir nada. Algunas cuestiones se pueden ir haciendo, pero otras requieren inversión para poder tener resultados. Esperemos que si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado y hay una inversión clara, en tres o cuatro años hayamos conseguido cosas.

¿Por dónde se empieza a arreglar?

Haciendo que la Atención primaria sea fuerte y que recupere el liderazgo. Lo primero es que los ciudadanos vuelvan a creer en ella. Ahora creen en su médico o médica, pero han dejado de creer en el sistema. La dificultad para acceder hace al final que todo se enturbie. ¿Cómo se recupera el liderazgo? Con recursos humanos, porque tenemos pocos profesionales, pero también reconvirtiendo cómo tienen que trabajar las plantillas. Necesitamos tiempo para hacer de médicos. Todo lo demás lo pueden asumir otros profesionales. Enfermería tiene competencias que ha de desarrollar hasta el máximo. Los administrativos, que en este momento son un gran pilar porque vienen de dar citas a recoger demandas y necesidades, tienen que hacer una reconversión para que puedan acceder a las historias clínicas de los pacientes y poder ayudar en todo aquello que entra dentro de la administración: facilitar citas o activar pruebas diagnósticas que el médico o la médica le solicite. Hacer un montón de tareas administrativas que realmente bajarían el tiempo en las consultas, de manera que podríamos dedicarlo más a la actividad asistencial.

¿Por qué los pacientes han dejado de creer en el sistema?

Los pacientes demandan poder ser atendidos con la celeridad que ellos consideran. Aquí es importante distinguir entre lo que es urgente o inmediato y lo que tiene que ser atendido en breve. Lo que quieren los pacientes, en definitiva, es que les demos solución a sus problemas cuanto antes. Por eso es tan importante que los administrativos sepan si tienen que citarle con un médico o una enfermera; si es demorable o no. Hay muchas gestiones de papeles que no necesitan de ser visitados de forma presencial y que podemos solucionarlo en dos minutos con una conversación con un administrativo que luego se pone en contacto con el paciente y le da la solución que necesita.

Si ponemos la Atención Primaria en el centro nos lo tenemos que creer y eso significa recursos. Tener un presupuesto menor al que se necesita forma parte de un planteamiento hospitalocentrista que es 20 veces más caro económicamente

¿De quién es la culpa de haber llegado hasta aquí y a quién corresponde solucionarlo?

La culpa viene de no haber tenido un apoyo económico a un entorno tan importante para la ciudadanía como es la Atención Primaria. En 2008 se hacen unos recortes brutales en todos los ámbitos, pero la recuperación posterior ha sido muy distinta en los hospitales y en los centros de salud. En Primaria no ha invertido todo lo que había que invertir para recuperar cómo estábamos y, en cambio, en el hospital el crecimiento ha sido exponencial. Hay una responsabilidad por parte de los gestores. Todos los políticos están muy preocupados por lo que pasa, pero no basta con estar preocupados. Hay que estar ocupados por buscar soluciones.

La OMS Europa insiste todo el tiempo en que una Atención Primaria fuerte fortalece el sistema porque es más económica y porque es capaz de dar soluciones a la gran mayoría de los problemas y de las demandas de los ciudadanos. Para eso tenemos que redistribuir la actividad dentro de los equipos para que no todo tenga que pasar por el médico. De esa manera conseguimos un nivel asistencial más fuerte y el hospital está mucho más liberado para hacer lo que le toca hacer. Si ponemos la Atención Primaria en el centro nos lo tenemos que creer, y eso significa recursos. Tener un presupuesto menor al que se necesita forma parte de un planteamiento hospitalocentrista que es 20 veces más caro económicamente y hace que el sistema no sea sostenible.

Una reflexión habitual entre algunos médicos de familia es que se están patologizando circunstancias que no son patologías médicas y que eso llena las consultas. ¿Lo comparte? ¿Ve en sus consultas que ciertos problemas relacionados con la precariedad, por ejemplo los precios desorbitados de la vivienda, acaban en las consultas porque las personas no pueden gestionarlo?

La medicina de familia es la medicina de las personas y las personas son todo su entorno. Lo que a esa persona le ocurre tiene mucho que ver con su actividad laboral, con su situación personal, con el ámbito en el que vive. Los condicionantes y los determinantes socioeconómicos son muy importantes para la salud, lo sabemos. En ocasiones vienen pacientes a consulta por un malestar emocional que viene trasladado, por ejemplo, de un problema laboral. Ahí toca articular estrategias con salud laboral y en eso está trabajando el Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad con una mirada muy concreta. Todos los malestares no son enfermedades y no todos los malestares tienen solución, que hay que atender a dónde está el inicio del problema.

Sabemos también que la pobreza general problemas de salud y que las desigualdades entre barrios generan desigualdades en las enfermedades y en las demandas de atención. No es lo mismo trabajar en el centro de Madrid, en un barrio económicamente potente, que irte a la zona sur. Estos problemas siempre han existido, pero ahora existe una sensibilidad mayor a atenderlos y buscar soluciones fuera del entorno sanitario.

En todo caso, las emociones las hemos intentado llevar al ámbito de la medicina y tratarlas. Ante malestares comunes, los ciudadanos quieren un tratamiento médico y esos problemas vienen a las consultas y ahí lo primero es no medicalizar la vida diaria aunque les acompañemos. Más que eso lo que tenemos que hacer es alfabetizar en salud, un trabajo que empieza en las escuelas: conocer las emociones, el cuerpo, cómo gestionar lo que pueda pasar en tu entorno, saber cuándo realmente hay un riesgo de que haya una enfermedad.

Los cambios en el Estatuto Marco están generando muchas turbulencias. ¿La reforma planteada por el Ministerio de Sanidad y que está en negociaciones es la adecuada?

Sabemos que el Estatuto Marco está vigente desde 2003 y sobre todo lo demás no tenemos información. Abogamos por la parte que nos corresponde a nivel asistencial, de formación, de investigación y de docencia, porque es lo que nos toca como sociedad científica. Todo lo demás: no somos agente social ni tenemos esa mirada de sindicato. Nosotros estamos con los sindicatos en lo que nos toca como profesionales, pero como sociedad científica lo que defendemos es una ley que refleje la singularidad de los médicos y médicas de familia dentro de un Estatuto Marco para todos.

Estamos viendo dobles coberturas, los pacientes van a la privada y regresan con tratamientos prescritos para que el sistema público se los cubra

Los seguros de salud han crecido mucho en los últimos años. Los pacientes los usan para ir a consultas del especialista o hacerse pruebas que tienen una gran espera en la sanidad pública. ¿Eso cómo impacta en la Atención Primaria?

Estamos viendo cómo se generan dobles coberturas. Antes era muy típico de ciertos entornos, pero ahora está mucho más generalizado. Hay pacientes que se hacen pruebas en las mutuas privadas y, si están vinculados con sus médicos o médicas, después nos las facilitan a los profesionales de la pública.

Otras veces van a especialistas del ámbito privado y regresan con tratamientos prescritos para que el sistema público se los cubra. Si no es coherente con el tratamiento que haríamos nosotros o los profesionales que tenemos en otras especialidades, nosotros no hacemos de notarios. Nos basamos en el conocimiento y en el rigor científico. No hemos de hacer recetas, y eso genera conflicto porque los ciudadanos consideran que ellos están pagando una sanidad pública. Y yo les digo: mire, usted lo que hace es pagar los impuestos a este país y se gestionan para todas las necesidades de las políticas públicas. Además, si usted ha decidido ir a un privado y tiene un medicamento que es el más potente, el último que sea de mercado, y ese profesional ha decidido que usted lo tome, lo hace bajo la confianza de ese médico. Imagina que tiene un efecto secundario como consecuencia, yo soy la responsable porque soy la que ha prescrito.

Uno de los argumentos de la sanidad privada es que alivia el sistema público. En el caso de la Atención Primaria parece que más bien supone una sobrecarga.

Si se trata de una prueba que se ha hecho el paciente en la privada porque así lo ha decidido, perfecto, pero que un tratamiento venga de otro profesional y pida una cita solo para hacer una gestión notarial no se puede permitir. Nosotros hacemos un acto clínico y ese acto clínico es adecuar un tratamiento para una patología. Si estás de acuerdo, porque lo ha visto un profesional y estás de acuerdo con el tratamiento, evidentemente. Pero nosotros no estamos para hacer las recetas del sistema privado.

El Gobierno está tomando medidas para poner más requisitos a las nuevas universidades privadas tras constatar que había centros que incumplían los mínimos. La vicepresidenta María Jesús Montero puso en duda a los médicos formados en ciertas universidades “low cost”. ¿Qué le parece?

Creo que decir eso es aventurarse un poco. Hay un examen MIR que al final van a hacer para seleccionar a los profesionales. Pero sí es cierto que en esta situación de falta de médicos crear universidades privadas es un mercado muy rentable y, además, si el sistema público no tiene profesionales, el privado tampoco. Abrir estos centros también genera médicos para sus clínicas y hospitales privados.

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