¿Qué habría que hacer con los bienes usados?
¿Deben los hermanos menores utilizar la ropa de sus mayores, que está en buen estado, pero les quedó chica?

El 15 de abril de 2025 el Poder Ejecutivo Nacional dictó el decreto 273, eliminando la prohibición de importar bienes de capital usados. La medida, naturalmente, generó críticas formuladas de manera pública por parte de los afectados, productores de los referidos equipos; pero beneplácito por parte de los beneficiarios, usuarios de bienes de capital, quienes cuentan con más opciones para equipar sus empresas. Nicolás Maquiavelo se lo advirtió al Príncipe: las medidas de política económica rara vez satisfacen el óptimo de Vilfredo Pareto, es decir, benefician a algunos sin lesionar a nadie. Pero públicamente toda modificación luce errada, porque los afectados gritan y los beneficiados callan. ¿Qué cabría hacer con los bienes usados, producidos en el país o en el extranjero?
Al respecto, me asesoré con el inglés John Richard Hicks (1904 - 1989), quien se casó con la economista Úrsula Kathleen Webbs. Estudió en la Universidad de Oxford, y enseñó en la Escuela de Economía de Londres (LSE) y en las universidades de Cambridge, Manchester y Oxford. “Me hice economista para ganarme la vida. Me dijeron que la economía era una disciplina en expansión, por lo que me dediqué a ella para aumentar las chances de conseguir empleo”, confesó en 1979. En 1972 se convirtió en el primer inglés que recibió el premio Nobel en economía, galardón que compartió con Kenneth Joseph Arrow. Donó el dinero que recibió por el premio a la biblioteca de la LSE. Le escuché decir a José María Dagnino Pastore que Hicks tuvo mala suerte, por ser contemporáneo de Paul Anthony Samuelson. Algo parecido a lo que le ocurrió a Antonio Salieri, con Wolfgang Amadeus Mozart.
-Valor y capital, publicada en 1939, es considerada su obra maestra.
-Según David A. Collard, me adelanté 30 años a la profesión. Extendí al límite el uso de las herramientas estáticas, para comprender un mundo caótico. Este punto es muy importante. Los análisis estáticos, preferibles desde el punto de vista didáctico, se pueden “dinamizar” en el aula, si el profesor, luego de explicarlos en forma literal, los zamarrea, para incorporar shocks, sin utilizar un sistema de ecuaciones explícitamente dinámico, de suyo complicado.
-IS-LM es, probablemente, su trabajo más conocido.
-Me pidieron un comentario bibliográfico de La teoría general, publicada por John Maynard Keynes en 1936, porque yo era considerado un “extraño” en Cambridge. Keynes era un gran escritor, pero La teoría general fue escrita en circunstancias dramáticas, y por razones de salud nunca la pudo revisar. Mi trabajo, que viera la luz en 1937, se hizo famoso porque proveyó una versión más accesible de la referida obra. En particular el gráfico que muestra el equilibrio parcial de los mercados de bienes y dinero, y es conocido por la sigla IS-LM. En 1980 aclaré que constituía una enorme simplificación, y que por ende en modo alguno podía reemplazar la lectura del original.
-En la Argentina generó controversia la eliminación de la prohibición de importar bienes durables usados.
-Comencemos por distinguir entre bienes duraderos y bienes durables. El vino de buena calidad es un ejemplo de los primeros, un auto de los segundos.
-¿En qué consiste la diferencia, y para qué es importante?
-Los bienes duraderos son aquellos donde puede transcurrir mucho tiempo entre el momento en que son producidos y aquel en el cual se consumen. En el caso del vino de buena calidad, años. Pero se consumen una sola vez. Quiero decir: abierta la botella y llenadas las copas, se lo toma y listo. Una vez terminado, el contenido de cada botella no se puede volver a tomar. Los bienes durables, por el contrario, admiten más de un uso. Una camisa, una bicicleta, un teléfono celular, son buenos ejemplos de bienes durables.
-¿Por qué es importante la diferencia?
-Porque la cuestión del valor de los bienes usados sólo se puede plantear en el caso de los bienes durables.
-Entremos en la materia.
-Los bienes durables usados tienen valor. A veces explícito, como en el caso de los autos, a veces implícito, como en el de la ropa que va pasando de los hermanos mayores a los menores, porque los mayores no dejan de usarla porque se rompe, sino porque les queda chica. Mi hija menor, en Mar del Plata, se hizo clienta de una bicicletería que le cambiaba el tamaño de los rodados que usaban mis nietos, a medida que iban creciendo. Transformando la propiedad de bienes durables usados en la prestación del correspondiente servicio.
-El levantamiento de la prohibición de importar bienes durables usados generó la protesta de los fabricantes de bienes durables nuevos.
-Protesta entendible, y debería ser tan intensa en el caso de bienes producidos localmente como en el exterior, porque lo que afecta sus ventas es que existan bienes durables usados. Esto es defensa de intereses, como digo, entendible, pero que debe ser considerada como tal. Llevando el argumento al extremo, los productores de ropa deberían recomendar que los padres destruyan las prendas de sus hijos, cuando les quedan chicas; tiren a la basura las bicicletas con rodados pequeños, cuando sus hijos crecen; y no permitan que se compren y vendan autos usados.
-Por su naturaleza, un bien durable usado es menos productivo que uno nuevo, o produce bienes de inferior calidad.
-Todo esto lo sabe el comprador, quien por ello está dispuesto a pagar por el bien un precio inferior al del nuevo. La cuestión no es si, utilizando equipos usados, podrá acceder a la fracción “premium” de los productos que produce, sino si existen otras fracciones, a las cuales sí puede llegar, y el menor precio pagado por los equipos lo hace viable. Recuerdo que, cuando en un curso un alumno preocupado por la distribución del ingreso planteó que no todo el mundo podía acceder a la compra de autos nuevos, el profesor le contestó: “Entonces fabriquemos autos usados”.
-La protesta de los productores afectados por la posible importación de equipos usados, ¿no tienen ningún fundamento?
-Prohibir la comercialización de bienes durables usados, tanto nacionales como extranjeros, es una exageración; como todas las prohibiciones. Por lo cual, como principio general, sólo debe ser aceptada en condiciones extremas. El punto válido de los productores locales, generalizable a todas las importaciones, tiene que ver con los “detalles”. Ejemplo: el precio al cual se liquidan los derechos aduaneros y otras cargas. Un arancel de 20% se convierte en otro de 10% si el derecho de importación se cobra sobre un precio que es la mitad del que efectivamente se abonó. Es probable que, en el caso de bienes durables usados, esto no sea fácil de determinar, con los correspondientes abusos.
-Don John, muchas gracias.