¿Por qué no recordamos nuestros primeros meses de vida? La ciencia revela la respuesta

Un nuevo estudio de la Universidad de Yale reveló cómo funciona la memoria en los bebés y cuál es la verdadera razón por la que no conservamos recuerdos desde niños.

Abr 6, 2025 - 23:44
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¿Por qué no recordamos nuestros primeros meses de vida? La ciencia revela la respuesta

Desde que nacemos, nuestro cerebro comienza a formar recuerdos, aunque estos primeros momentos rara vez sobreviven en nuestra memoria consciente. Por más que lo intentemos, la infancia permanece envuelta en una especie de neblina mental. 

Durante décadas, científicos de todo el mundo trataron de entender por qué los humanos no recordamos nuestros primeros meses de vida. Ahora, un nuevo estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Yale ofrece respuestas más claras sobre este misterio. 

¿Por qué olvidamos los primeros meses de nuestra vida?

El fenómeno de la "amnesia infantil" fue objeto de múltiples teorías. Algunos expertos sugerían que la falta de lenguaje en los primeros meses impedía construir recuerdos duraderos. 

Otros postulaban que el cerebro aún no estaba completamente desarrollado para almacenar experiencias o que los bebés no tenían una percepción consolidada del "yo", necesaria para narrar historias autobiográficas. 

Sin embargo, el reciente estudio de Yale, publicado en la revista Science revela que los bebés sí crean recuerdos, pero el problema no es la formación, sino la recuperación de esas memorias a lo largo del tiempo. 

Esto significa que nuestros primeros recuerdos están allí, registrados en nuestro cerebro, pero algo cambia en el desarrollo que los hace inaccesibles a medida que crecemos. 

¿Cómo funciona la memoria de un bebé? 

Para entender este proceso, los científicos se enfocaron en el hipocampo, la región del cerebro responsable de formar y recuperar recuerdos. Monitorear la actividad cerebral en bebés despiertos es extremadamente complicado, pero el equipo de Yale logró hacerlo con 26 pequeños de entre 4 y 25 meses de edad. 

Utilizando pruebas adaptadas de estudios de memoria en adultos, los investigadores observaron que el hipocampo de los bebés mostraba activaciones claras al codificar experiencias, señal de que eran capaces de formar recuerdos episódicos. 

Según un artículo de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, los hallazgos demuestran que la capacidad del hipocampo para registrar eventos individuales empieza a desarrollarse cerca del primer año de vida. 

A pesar de esta capacidad temprana para formar recuerdos, la forma en que el cerebro organiza y almacena esos recuerdos durante el crecimiento podría explicar por qué luego no podemos acceder a ellos. 

El misterio de los engramas y la memoria perdida

En neurociencia, los recuerdos no son archivos almacenados como en un disco duro; se representan a través de engramas, redes neuronales que guardan la información de un evento. Aunque los científicos aún no pueden "ver" directamente los recuerdos, son capaces de mapear los engramas y seguir las rutas neuronales asociadas a ellos. 

Los investigadores plantean que, aunque los bebés formen estos engramas durante el proceso de maduración cerebral, muchos de estos patrones originales se modifican o se vuelven inaccesibles. Así, los recuerdos de la primera infancia quedarían almacenados de manera diferente o se perderían en medio de la reestructuración cerebral.