Estados Unidos es uno de los países preferidos para los extranjeros que sueñan con montar un negocio o tener un emprendimiento. Para lograrlo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) explica cuáles son las reglas que hay que seguir para tener éxito. Estos son los tipos de visa disponibles.

Visa para empresarios extranjeros en EE. UU.

Para este tipo de visa aplica la regla de Empresarios Internacionales (IER, por sus siglas en inglés), según indica el Uscis. Los requisitos se basan en tres puntos clave:

• Tener una empresa emergente: debe estar organizada y operar legalmente en Estados Unidos, tener una antigüedad mínima de cinco años y con potencial de crecimiento a través de la creación de empleos.
• Actividad en EE. UU.: quien la pida debe ser propietario de al menos el 10 por ciento de la empresa y tener un rol clave dentro de ella.
• Duración total: hasta 30 meses de permiso inicial, con opción a extender por otro período de igual duración.

B-1: visitante temporal por motivos de negocios

Esta visa es válida solo para quienes quieran ingresar temporalmente a Estados Unidos para asuntos relacionados con su empresa, pero no puede quedarse.

• Actividad en Estados Unidos: permite a la persona a negociar contratos, obtener fondos o espacio de oficina, aunque no tiene autorización para operar una empresa.
• Duración de la validez: es de mínimo un mes y un máximo de seis meses para la estadía inicial, con la posibilidad de extenderla por otros 12 meses.

Visa E-2 para inversionistas

• Empresa emergente: la persona interesada debe realizar una inversión sustancial de dinero en una empresa estadounidense.
• Actividad en EE. UU.: el solicitante debe tener al menos el 50 por ciento de la empresa y estar involucrado en su gestión de forma activa.
• Duración: la visa inicialmente se otorgará por dos años, con la posibilidad de tener extensiones por el mismo período de manera indefinida.

Visa H-1B para un profesional de un trabajo especializado

• Empresa emergente: quien la pida debe tener un interés de propiedad en la empresa, aunque generalmente es la compañía quien presenta la petición.
• Actividad en Estados Unidos: el empleo debe ser especializado, con un mínimo de educación de licenciatura en un campo específico.
• Duración: al comenzar son tres años, con la chance de extenderla por otros tres años más. Las extensiones más allá de seis años serán posibles si se está en proceso de obtener la residencia permanente.

Visa L-1A: gerente o ejecutivo transferido

• Empresa emergente: esta deberá tener una relación cualificada con la empresa extranjera. Una nueva oficina debe tener locales físicos y estar operando en territorio estadounidense durante al menos 12 meses.
• Actividad en Estados Unidos: esta visa permite que ciudadanos extranjeros que son gerentes en una empresa extranjera puedan ser transferidos a una compañía afiliada en EE.UU., Sin embargo, no es válida para migrar permanentemente.
• Duración de la validez: será de año para una nueva oficina, con extensiones de dos años hasta un total de siete.

Visa para comerciantes

La EB-1A es un tipo de visa que se otorga a personas no residentes de Estados Unidos, para que pueda llevar a cabo actividades de comercio de una empresa. Únicamente brindan permiso temporal.

• Empresa emergente: no se requiere un trabajo, oferta de empleo ni certificación de condición laboral.
• Actividad en Estados Unidos: para calificar deberá demostrar una aclamación nacional o internacional sostenida y logros en el área. Incluso se deberá demostrar que beneficiará al país norteamericano en el futuro.

Visa EB-5 para migrantes inversionistas

Esta visa tiene el objetivo de que los extranjeros estimulen la economía estadounidense. En este caso, sí se califica para la green card, pero hay requisitos específicos que cumplir.

• Empresa: debe invertir una cantidad sustancial de dinero (hasta US$1,05 millones) en una nueva empresa comercial que cree al menos 10 empleos para empleados especializados.
• Actividad en EE. UU.: el solicitante debe participar en la gestión diaria o en la formulación de políticas.