Oliu insiste en el impacto negativo de la opa de BBVA para la banca en su baño de masas ante los accionistas
El presidente de la entidad catalana asegura que las sinergias de 850 millones que estiman desde el grupo de origen vasco son "mucho más difíciles de alcanzar" si no hay fusión y se verán afectadas por el nuevo impuesto.

Banco Sabadell ha consumado de manera oficial el retorno de su sede social a Cataluña este jueves. Con la percha de la junta general de accionistas como escenario, la entidad ha reunido a sus inversores en la Fira de Sabadell, algo inédito desde 2017. El regreso, que ha contado con una participación del 70%, por encima del 61,8% del ejercicio pasado, ha servido para que el equipo directivo se dé un baño de masas en plena opa de BBVA.
Prácticamente, la mayor parte del discurso del presidente no ejecutivo, Josep Oliu, ha ido referenciado a esta operación, sobre la que vuelve a insistir acerca del impacto negativo que tendría para el sector bancario. "Nuestro proyecto, al ser de continuidad y estar a pleno rendimiento y con máxima solvencia, se puede considerar como un proyecto con riesgo de ejecución bajo. En cambio, la adquisición de Banco Sabadell por BBVA presenta riesgos de ejecución más importantes que se deberán ponderar", ha esgrimido durante su intervención en la que ha
Tras recordar brevemente los motivos por los que el consejo de administración declinó la propuesta del grupo de origen vasco, decisión que motivó días más tarde el lanzamiento de la opa hostil en la que están inmersos, Oliu ha citado entre los citados riesgos la posibilidad de que el nuevo impuesto a la banca repercuta negativamente en las sinergias de ahorro de costes, estimadas en 850 millones. A este respecto, ha reiterado que, en caso de no haber fusión, los ahorros de costes serán menores y más difíciles de alcanzar si no hay integración.
El hilo argumental para explicar a los accionistas su reticencia a la opa ha girado en torno a cuatro ejes, entre los que también figuran los "serios problemas de competencia" en los que encadenaría la potencial unión, apelando a los posibles 'remedies' que la CNMC pueda imponer en su análisis, a punto de finalizar; la potencial pérdida de clientes que se daría, lo que puede repercutir en sinergias de ingresos negativas; así como las perspectivas de dividendos y la generación de capital que "ofrece" el Sabadell en solitario, que "difícilmente podrá ser equiparada o superada por la oferta de BBVA".
Oliu ha defendido que el grupo encabezado por Carlos Torres tendría que acometer una propuesta de valor "muy diferente" a la que en su día rechazó el consejo para "compensar todos los riesgos y dificultades" que plantean en esta oferta. "Esta situación no es la misma que en 2020, cuando se estudió una posible fusión con BBVA. En los últimos cuatro años, la entidad se ha consolidado sobre las bases de un balance saneado y de un modelo de negocio capaz de ofrecer una rentabilidad sostenible y muy atractiva, con una solvencia superior a la de nuestros grandes competidores", ha enfatizado el banquero.
Después de recurrir a la identidad cultural de ambos bancos y emplazarse a los accionistas, que tienen en sus manos "el futuro" del Sabadell, ha citado la evolución de la cotización, que experimentó en 2024 un alza del 79%. Oliu se escuda en el potencial que le dan los analistas, ya que algunos de ellos incluso han elevado el precio objetivo sobre el umbral de los tres euros por acción. Al cierre de los mercados este jueves se situó en los 2,73 euros, por encima de los 2,26 euros que BBVA puso inicialmente encima de la mesa al hacer la equivalencia en acciones de 1 por cada 4,83 euros. Tras el reparto de dividendo, el canje actual queda en 5,34 títulos y un componente en efectivo de 0,7 euros.
Por último, también ha aludido a las razones con las que Carlos Torres justifica la opa, como son la necesidad de ganar escala y ahorrar en costes tecnológicos. "Nuestra tecnología actual ha experimentado cambios fundamentales de la mano de nuestros socios tecnológicos. No nos han hecho falta ningún otro banco para en la punta tecnológica, ni para afrontar las nuevas formas de trabajo que nos aportará la inteligencia artificial o la computación cuántica", ha precisado para añadir que "las economías de escala que se producen por la tecnología se desarrollan fuera del sistema financiero y éste las adapta a lo que es su negocio".
Compromiso de mejorar la rentabilidad y el dividendo
El presidente ha pasado el turno al consejero delegado, César González-Bueno, que ha hecho un repaso de la actividad del banco en 2024, cuando obtuvieron un beneficio récord de 1.800 millones. El número dos del banco, que es su primera junta en la ciudad de Sabadell, ha sacado pecho de que el 97% de las ganancias proceden de España y Reino Unido, dos mercados "estables y predecibles", que les da visibilidad. "Nuestra elevada rentabilidad es sostenible y tiene margen para seguir mejorando y ofreciendo una atractiva remuneración a sus accionistas", ha dicho para avanzar que la remuneración en efectivo para este 2025 será como mínimo similar a la del año pasado.
González-Bueno ha hecho énfasis en la franquicia de empresas y pymes, la piedra angular del banco, pero también en TSB, su filial británica, que se ha convertido en una fuente de valor para el grupo con una aportación de 253 millones, su mayor contribución desde la adquisición en 2015. No ha sido hasta pasada una década desde la compra cuando han conseguido encarrilar el negocio una vez acometidos los planes de eficiencia y se ha dirigido a explotar el mercado hipotecario.
El directivo ha insistido en varias ocasiones en que del grupo "no ha alcanzado su punto más alto" y que todas las áreas están enfocadas en el crecimiento rentable impulsada por la estrategia desplegada desde 2021, coincidiendo con su llegada al banco en sustitución de Jaume Guardiola. Pese a desistir en un principio de preparar una nueva hoja de ruta trienal y apostar por la estrategia a tres años, finalmente la entidad ha decidido ponerse manos a la obra y trazar un listado de objetivos trienal que presentará al mercado en el segundo trimestre de 2025.