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Ni subirse a un coche autónomo ni que le opere un robot: los españoles desconfían de la IA
Los españoles tienen claro que la inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse. Pero, a pesar de creer que tiene muchos beneficios para la medicina (66%) y para la industria (62%), más de la mitad nunca se subirían a un coche autónomo ni tampoco se someterían a una operación médica realizada por un robot. Así se desprende del estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre inteligencia artificial, publicado este viernes. El trabajo sociológico se ha realizado durante el pasado mes de febrero a partir de 4.000 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad (el 91,3 % de nacionalidad española) de 1.131 municipios de 50 provincias. En la encuesta también se refleja que el 93% de la población está «muy o bastante de acuerdo» con que las empresas y organizaciones deberían informar cuando utilicen IA en lugar de los seres humanos, Así como que el 94% cree que la programación y el entrenamiento de estos modelos tecnológicos deben estar regulados. En relación a esto, el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública presentó la semana pasada anteproyecto de la ley de gobernanza y buen uso de la inteligencia artificial , que además de prohibir el uso de sistemas que pueden ser de «alto riesgo» para la sociedad, obligará a las empresas a que etiqueten todo el contenido generado por IA. El borrador de la normativa recibió luz verde por parte del Gobierno, pero debe volver al Consejo de Ministros tras el periodo de consulta pública previa, que finaliza el 26 de marzo (durará solo ocho días) y, posteriormente, pasar por las Cortes para que se apruebe finalmente. Debería entrar en vigor en la primera mitad de este año, en tanto que se establecen algunos deberes, como la elaboración de informes, para agosto de 2025 En cuanto a otras acciones humanas que podrían acabar siendo sustituidas por robots, el CIS señala que una de las que más incomodarían a los españoles sería hablar con una inteligencia artificial, por ejemplo, en un servicio de información o de atención al cliente. Va de la mano con los sentimientos que generan a las personas los avances tecnológicos: pese a que la mayoría (68%) presenta interés, la incertidumbre escala al segundo lugar (67,2%), seguida de la preocupación (58%) y el miedo (57%). Además, la palabra que más asocian a los avances en la tecnología los españoles es la palabra «poder» con un 7,72 de media, seguida de «progreso» con un 7,67 y «dependencia» con un 7,65. Sobre la protección de los datos personales, un 94% asegura que es muy importante la privacidad de esta información, mientras que solo un 5,8% dice que no le preocupa esa privacidad. Además, un 77% afirma que le preocupa «mucho o bastante» la utilización de sus datos personales en Internet por parte de empresas privadas. En el caso de que sean instituciones públicas las que tengan acceso a los datos personales, el porcentaje de a quienes les preocupa el uso de esos datos, baja hasta el 59%, mientras que los que dicen estar «poco o nada» preocupados aumenta hasta el 40%. Además, nueve de cada diez españoles cree «muy o bastante probable» que cuando proporciona sus datos en internet es para que su información pueda ser utilizada para enviarle ofertas comerciales, y que es «muy o bastante probable» que sus datos puedan ser utilizados sin su conocimiento. Y un 85,5% afirma que es «muy o bastante probable» que pueda ser víctima de algún fraude. En relación, el 77% está «muy o bastante de acuerdo» con que se debería que prohibir la recopilación de datos personales para su venta a terceros. Y el 42% coincide en que son los gobiernos los que deberían ser responsables de proteger la información personal cuando se utiliza internet, mientras que un 32% afirma que son las empresas que recogen esa información las responsables. En cuanto a los perjuicios de la IA en el ámbito laboral, más de la mitad está de acuerdo en que su implementación será más negativa que beneficiosa. Por ejemplo, el 49% también piensa que será perjudicial para la creación y el arte. Asimismo, un 53% cree que puede causar perjuicios sobre la cultura, los valores y las formas de vida, un 51% opina lo mismo sobre la protección de los derechos de las personas. También entre los que conocen la Inteligencia artificial, el 87% está «muy o bastante de acuerdo» con que la IA puede ser utilizada para difundir información errónea y bulos, un 81% cree que puede facilitar cometer delitos o actos ilegales y un 72% dice que puede provocar mayor desigualdad global. Pese al miedo y a la desconfianza, el CIS revela que el 40% de los españoles ha utilizado en los últimos 12 meses ChatGPT, y el 20% de ellos le consulta a diario.
Los españoles tienen claro que la inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse. Pero, a pesar de creer que tiene muchos beneficios para la medicina (66%) y para la industria (62%), más de la mitad nunca se subirían a un coche autónomo ni tampoco se someterían a una operación médica realizada por un robot. Así se desprende del estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre inteligencia artificial, publicado este viernes. El trabajo sociológico se ha realizado durante el pasado mes de febrero a partir de 4.000 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad (el 91,3 % de nacionalidad española) de 1.131 municipios de 50 provincias. En la encuesta también se refleja que el 93% de la población está «muy o bastante de acuerdo» con que las empresas y organizaciones deberían informar cuando utilicen IA en lugar de los seres humanos, Así como que el 94% cree que la programación y el entrenamiento de estos modelos tecnológicos deben estar regulados. En relación a esto, el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública presentó la semana pasada anteproyecto de la ley de gobernanza y buen uso de la inteligencia artificial , que además de prohibir el uso de sistemas que pueden ser de «alto riesgo» para la sociedad, obligará a las empresas a que etiqueten todo el contenido generado por IA. El borrador de la normativa recibió luz verde por parte del Gobierno, pero debe volver al Consejo de Ministros tras el periodo de consulta pública previa, que finaliza el 26 de marzo (durará solo ocho días) y, posteriormente, pasar por las Cortes para que se apruebe finalmente. Debería entrar en vigor en la primera mitad de este año, en tanto que se establecen algunos deberes, como la elaboración de informes, para agosto de 2025 En cuanto a otras acciones humanas que podrían acabar siendo sustituidas por robots, el CIS señala que una de las que más incomodarían a los españoles sería hablar con una inteligencia artificial, por ejemplo, en un servicio de información o de atención al cliente. Va de la mano con los sentimientos que generan a las personas los avances tecnológicos: pese a que la mayoría (68%) presenta interés, la incertidumbre escala al segundo lugar (67,2%), seguida de la preocupación (58%) y el miedo (57%). Además, la palabra que más asocian a los avances en la tecnología los españoles es la palabra «poder» con un 7,72 de media, seguida de «progreso» con un 7,67 y «dependencia» con un 7,65. Sobre la protección de los datos personales, un 94% asegura que es muy importante la privacidad de esta información, mientras que solo un 5,8% dice que no le preocupa esa privacidad. Además, un 77% afirma que le preocupa «mucho o bastante» la utilización de sus datos personales en Internet por parte de empresas privadas. En el caso de que sean instituciones públicas las que tengan acceso a los datos personales, el porcentaje de a quienes les preocupa el uso de esos datos, baja hasta el 59%, mientras que los que dicen estar «poco o nada» preocupados aumenta hasta el 40%. Además, nueve de cada diez españoles cree «muy o bastante probable» que cuando proporciona sus datos en internet es para que su información pueda ser utilizada para enviarle ofertas comerciales, y que es «muy o bastante probable» que sus datos puedan ser utilizados sin su conocimiento. Y un 85,5% afirma que es «muy o bastante probable» que pueda ser víctima de algún fraude. En relación, el 77% está «muy o bastante de acuerdo» con que se debería que prohibir la recopilación de datos personales para su venta a terceros. Y el 42% coincide en que son los gobiernos los que deberían ser responsables de proteger la información personal cuando se utiliza internet, mientras que un 32% afirma que son las empresas que recogen esa información las responsables. En cuanto a los perjuicios de la IA en el ámbito laboral, más de la mitad está de acuerdo en que su implementación será más negativa que beneficiosa. Por ejemplo, el 49% también piensa que será perjudicial para la creación y el arte. Asimismo, un 53% cree que puede causar perjuicios sobre la cultura, los valores y las formas de vida, un 51% opina lo mismo sobre la protección de los derechos de las personas. También entre los que conocen la Inteligencia artificial, el 87% está «muy o bastante de acuerdo» con que la IA puede ser utilizada para difundir información errónea y bulos, un 81% cree que puede facilitar cometer delitos o actos ilegales y un 72% dice que puede provocar mayor desigualdad global. Pese al miedo y a la desconfianza, el CIS revela que el 40% de los españoles ha utilizado en los últimos 12 meses ChatGPT, y el 20% de ellos le consulta a diario.
