Me gusta este bar

Os voy a contar por qué me eligieron para ser el encargado de este bar. Es muy sencillo, además de llevar las cuentas, hacer los pedidos, limpiar la sala, animar cada semana a los parroquianos a que participen con sus monólogos, traer nuevas bebidas y no echar nunca a nadie de forma definitiva, no cobro. O cobro menos que los camareros que trabajan conmigo en caso de que haya algo de beneficio.A pesar de ello muchos parroquianos me critican, va en el puesto y me parece bien. Está el pesado de Cliff que está siempre dando la brasa con que un encargado no puede animar a consumir los caldos se sus bodegas. Da igual que sea un vino de Godello maravilloso, por lo visto es algo mal visto. No importa que los premios de los monólogos que tanto nos divierten los de la bodega. Eso está mal y no puede haber un solo momento donde no lo comente. Es Cliff y folla poco, ya lo sabéis, a pesar de ello hay que quererlo porque en todo Cheers siempre hay un personaje como él.En este bar la bebida es gratis, bueno casi gratis, porque los parroquianos pagan contando historias y la verdad es que muchas merecen la pena. Son la principal razón por la que estoy aquí. No obstante tenemos que pagar la luz, el alquiler y muchas otras cosas y entre que nadie quiere que ponga máquinas tragaperras, que está mal que las grandes marcas hagan eventos promocionales y que no se puede cobrar entrada me cuesta la propia vida abrir las puertas cada mañana. El caso es que esto de los negocios se me da bien y he conseguido que, al menos, de momento el bar no se cierre.Sin embargo, han surgido problemas que no esperaba. Me habían avisado de los borrachos, los pesaos, los cantantes, lo que no se quieren ir y con todos converso y discuto y parece que podemos convivir. Incluso con los del bar de enfrente que antes eran clientes de aquí también me llevo bien. Pero con lo que no contaba es que uno de los dueños viniera a bar a decirme que hay que cambiar las cosas. Que este es un bar pasado de moda con demasiados indeseables.Y esto, amigos, pues tiene mala pinta porque es el dueño y tiene otros planes para el garito. El tío tiene muchos otros bares y van muy bien con lo que seguro que consigue que este sea super rentable. Lo que quiere es que haya robots que animen las conversaciones y servir gin tonics de marcas caras y con semillas y flores para que los que quieran un cazalla se vayan al bar de enfrente o abran su propio bar, si es posible en otro barrio porque este lo va a gentrificar.Me dice que si comparto su visión me puedo quedar, pero la verdad es que yo los únicos robots que quiero usar en este bar son para limpiar el suelo o hacer batidos. Lo que me gusta de este bar es la gente, la que me aprecia y la que no, la que se emborracha y la que canta, y la que conversa animadamente para que todos pasemos un buen rato.Me gusta este bar.etiquetas: artículo» noticia original ()

Mar 10, 2025 - 00:54
 0
Me gusta este bar

Os voy a contar por qué me eligieron para ser el encargado de este bar. Es muy sencillo, además de llevar las cuentas, hacer los pedidos, limpiar la sala, animar cada semana a los parroquianos a que participen con sus monólogos, traer nuevas bebidas y no echar nunca a nadie de forma definitiva, no cobro. O cobro menos que los camareros que trabajan conmigo en caso de que haya algo de beneficio.

A pesar de ello muchos parroquianos me critican, va en el puesto y me parece bien. Está el pesado de Cliff que está siempre dando la brasa con que un encargado no puede animar a consumir los caldos se sus bodegas. Da igual que sea un vino de Godello maravilloso, por lo visto es algo mal visto. No importa que los premios de los monólogos que tanto nos divierten los de la bodega. Eso está mal y no puede haber un solo momento donde no lo comente. Es Cliff y folla poco, ya lo sabéis, a pesar de ello hay que quererlo porque en todo Cheers siempre hay un personaje como él.

En este bar la bebida es gratis, bueno casi gratis, porque los parroquianos pagan contando historias y la verdad es que muchas merecen la pena. Son la principal razón por la que estoy aquí. No obstante tenemos que pagar la luz, el alquiler y muchas otras cosas y entre que nadie quiere que ponga máquinas tragaperras, que está mal que las grandes marcas hagan eventos promocionales y que no se puede cobrar entrada me cuesta la propia vida abrir las puertas cada mañana. El caso es que esto de los negocios se me da bien y he conseguido que, al menos, de momento el bar no se cierre.

Sin embargo, han surgido problemas que no esperaba. Me habían avisado de los borrachos, los pesaos, los cantantes, lo que no se quieren ir y con todos converso y discuto y parece que podemos convivir. Incluso con los del bar de enfrente que antes eran clientes de aquí también me llevo bien. Pero con lo que no contaba es que uno de los dueños viniera a bar a decirme que hay que cambiar las cosas. Que este es un bar pasado de moda con demasiados indeseables.

Y esto, amigos, pues tiene mala pinta porque es el dueño y tiene otros planes para el garito. El tío tiene muchos otros bares y van muy bien con lo que seguro que consigue que este sea super rentable. Lo que quiere es que haya robots que animen las conversaciones y servir gin tonics de marcas caras y con semillas y flores para que los que quieran un cazalla se vayan al bar de enfrente o abran su propio bar, si es posible en otro barrio porque este lo va a gentrificar.

Me dice que si comparto su visión me puedo quedar, pero la verdad es que yo los únicos robots que quiero usar en este bar son para limpiar el suelo o hacer batidos. Lo que me gusta de este bar es la gente, la que me aprecia y la que no, la que se emborracha y la que canta, y la que conversa animadamente para que todos pasemos un buen rato.

Me gusta este bar.

etiquetas: artículo

» noticia original ()