Los fabricantes de coches europeos ya estudian trasladar producción a EEUU para evitar los aranceles del 25%
Los fabricantes automovilísticos europeos ya estudian trasladar la producción de los modelos afectados por los aranceles de la administración de Donald Trump a sus instalaciones en EEUU. Este es el caso de Mercedes-Benz que estudia aumentar la producción de sus plantas norteamericanas para esquivar las tasas del 25% a la importación de vehículos al país … Continuar leyendo "Los fabricantes de coches europeos ya estudian trasladar producción a EEUU para evitar los aranceles del 25%"

Los fabricantes automovilísticos europeos ya estudian trasladar la producción de los modelos afectados por los aranceles de la administración de Donald Trump a sus instalaciones en EEUU. Este es el caso de Mercedes-Benz que estudia aumentar la producción de sus plantas norteamericanas para esquivar las tasas del 25% a la importación de vehículos al país ante la alta dependencia que tiene la firma de lujo alemana de este mercado.
Así lo han confirmado fuentes del sector a este diario, que han señalado que Mercedes-Benz no sería la única compañía que preve aumentar los ensamblajes en sus factorías en Estados Unidos para evitar los envíos de sus coches se vean gravados al llegar a los puertos norteamericanos, aunque tampoco descartan el cese de la comercialización de los modelos menos rentables, así como aquellos que cuentan con un menor volumen de ventas.
No obstante, cabe destacar que los fabricantes de automóviles premium están en una posición relativamente mejor para absorber los costes adicionales a través de ajustes de precios, ya que su base de clientes tiende a estar más dispuesta a aceptar aumentos de precios.
Mercedes-Benz produce vehículos en dos factorías en Estados Unidos. La planta de Vance en Alabama es la principal instalación de producción del fabricante automovilístico en Estados Unidos, en la que opera desde 1997 para el ensamblaje de SUVs como el GLE, el Clase G y el modelo de sedán C-Class, así como la Clase R o el GLE, entre otros.
También ensambla modelos en Charleston, en Carolina del Sur, factoría en la que produce vehículos de la marca como el van Metris y la van Sprinter, que no se comercializan en otros mercados como los europeos. Esta planta se ha expandido en los últimos años para incluir producción adicional de vehículos y podría ser la más beneficiada por los aranceles de Trump. No obstante, ambas plantas son esenciales para la producción y distribución de modelos de Mercedes-Benz en América del Norte y en mercados internacionales.
Además, el grupo con sede en Stuttgart ha inaugurado recientemente una nueva fábrica de baterías en el condado de Bibb, en Alabama (Estados Unidos), con el objetivo de aumentar la producción de coches eléctricos para este mercado. Una inversión que refleja la importancia de Estados Unidos para Mercedes-Benz.
Impacto de aranceles de EEUU en los fabricantes
En 2024, Mercedes-Benz vendió aproximadamente 325.000 vehículos en Estados Unidos, representando cerca del 20% de sus ventas globales. Esto situó a la marca en el tercer lugar en el segmento de vehículos de lujo en el mercado estadounidense, por detrás de BMW y Lexus.
El mercado más importante para Mercedes-Benz es China, aunque Estados Unidos sigue siendo un mercado clave, China ha superado a Estados Unidos en términos de volumen de ventas en los últimos años, convirtiéndose en el mayor mercado global para la marca.
Mercedes-Benz no es el único fabricante alemán afectado por los aranceles de EEUU a la importación de coches. Volkswagen, Audi y BMW también están afectados por las nuevas tasas y ya han tomado medidas como la paralización en los envíos en los puertos a los concesionarios norteamericanos.