Los dirigentes del Sevilla, amenazados y con seguridad privada
En el Sevilla se están viviendo unos días de auténtica locura, casi imposibles de soportar por aquellas personas en cargos de responsabilidad y que se ven directamente señalados por los seguidores del club de Nervión. Las redes sociales son ese caldo de cultivo perfecto para que se difundan desde imágenes de empresas o domicilios privados de los dirigentes del club, como sus direcciones y números de teléfono . Algunos de ellos, consultados por ABC de Sevilla , confirman que la situación ha alcanzado unos límites no conocidos, lo que les ha obligado a llevar consigo seguridad privada para proteger su propia integridad física y la de sus familias. Incluso la Policía Nacional les ha recomendado que limiten al máximo su exposición pública. Lo sucedido el pasado sábado, después de la derrota en Vigo, con el asalto a la Ciudad deportiva del club, obligando a cuerpo técnico y jugadores a pernoctar en las instalaciones de la Carretera de Utrera , ha sido el último episodio de una situación que parece no tener límites. Los consejeros del club, además de trabajadores relevantes, están sintiendo verdadero miedo por esta escalada de violencia, mientras se interponen denuncias por llamadas, mensajes amenazantes y todo tipo de comunicaciones violentas para amedrentar e incluso propiciar que alguno tire la toalla. Nadie se ha planteado eso a estas alturas. En el club sólo piensan en cerrar la temporada contra la UD Las Palmas . Conseguir una victoria balsámica y que la tormenta afloje de cara al próximo curso. Las personas responsables de la actual temporada tienen pensado continuar en la próxima, donde se deberán dar unos cambios importantes para que este sufrimiento no sea eterno. Otro asunto es que el equipo se meta en mayores problemas y dé con sus huesos en Segunda. Hay miedo al descenso. El mismo que están soportando los responsables del club . La única nota positiva que extraen de todo esta desagradable situación es que lo vivido el sábado no les ha hecho daño, esconderse, más bien todo lo contrario. Cuerpo técnico, plantilla y dirigentes pasaron unas horas juntos para afrontar lo que queda con más implicación y nervio. Unirse frente a la adversidad. Con esa concentración necesaria para agarrar la permanencia con las dos manos. El futuro está por venir. La sensación de inestabilidad se ha apoderado de un club que en el ámbito social espera que todo se calme quedándose en Primera, mientras desea que los desagradables incidentes dejen de ocurrir, con la Policía actuando a través de numerosas denuncias por amenazas . El Sevilla es un polvorín. Está a punto de explotar.
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En el Sevilla se están viviendo unos días de auténtica locura, casi imposibles de soportar por aquellas personas en cargos de responsabilidad y que se ven directamente señalados por los seguidores del club de Nervión. Las redes sociales son ese caldo de cultivo perfecto para que se difundan desde imágenes de empresas o domicilios privados de los dirigentes del club, como sus direcciones y números de teléfono . Algunos de ellos, consultados por ABC de Sevilla , confirman que la situación ha alcanzado unos límites no conocidos, lo que les ha obligado a llevar consigo seguridad privada para proteger su propia integridad física y la de sus familias. Incluso la Policía Nacional les ha recomendado que limiten al máximo su exposición pública. Lo sucedido el pasado sábado, después de la derrota en Vigo, con el asalto a la Ciudad deportiva del club, obligando a cuerpo técnico y jugadores a pernoctar en las instalaciones de la Carretera de Utrera , ha sido el último episodio de una situación que parece no tener límites. Los consejeros del club, además de trabajadores relevantes, están sintiendo verdadero miedo por esta escalada de violencia, mientras se interponen denuncias por llamadas, mensajes amenazantes y todo tipo de comunicaciones violentas para amedrentar e incluso propiciar que alguno tire la toalla. Nadie se ha planteado eso a estas alturas. En el club sólo piensan en cerrar la temporada contra la UD Las Palmas . Conseguir una victoria balsámica y que la tormenta afloje de cara al próximo curso. Las personas responsables de la actual temporada tienen pensado continuar en la próxima, donde se deberán dar unos cambios importantes para que este sufrimiento no sea eterno. Otro asunto es que el equipo se meta en mayores problemas y dé con sus huesos en Segunda. Hay miedo al descenso. El mismo que están soportando los responsables del club . La única nota positiva que extraen de todo esta desagradable situación es que lo vivido el sábado no les ha hecho daño, esconderse, más bien todo lo contrario. Cuerpo técnico, plantilla y dirigentes pasaron unas horas juntos para afrontar lo que queda con más implicación y nervio. Unirse frente a la adversidad. Con esa concentración necesaria para agarrar la permanencia con las dos manos. El futuro está por venir. La sensación de inestabilidad se ha apoderado de un club que en el ámbito social espera que todo se calme quedándose en Primera, mientras desea que los desagradables incidentes dejen de ocurrir, con la Policía actuando a través de numerosas denuncias por amenazas . El Sevilla es un polvorín. Está a punto de explotar.
