Los Berrocales, el barrio de supermanzanas con 1.500 viviendas ya en construcción... y una ermita de la patrona de Vallecas

Los Berrocales tendrá 22.285 viviendas en total y estima que los primeros vecinos llegarán a principios de 2026.

Abr 21, 2025 - 07:23
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Los Berrocales, el barrio de supermanzanas con 1.500 viviendas ya en construcción... y una ermita de la patrona de Vallecas

Una docena de grúas se divisan desde la vía de servicio de la A-3. Están levantando las primeras viviendas de Los Berrocales, uno de los desarrollos del sureste de Madrid. Es el que más avanzado está en términos de edificación y eso le permitirá recibir a los primeros vecinos, “si nada falla”, a principios de 2026. En la actualidad hay un millar de viviendas en construcción y este mismo año se sumarán otras 500, a las que hay que añadir las parcelas que ya se han adjudicado al Plan Suma Vivienda del Ayuntamiento de Madrid. En la primera fase serán 600 nuevos pisos que formarán parte del parque público de vivienda asequible de la ciudad, con un precio medio mensual de unos 800 euros.

Serán 22.285 viviendas en total de las que 11.235 tendrán algún tipo de protección. El mercado, informa Luis Cesteros, gerente de la Junta de Compensación, está mostrando mucho interés en las nuevas casas de este desarrollo. “Lo que me trasladan los promotores es que la comercialización se está realizando muy rápido”. Aunque los precios de las viviendas libres son equivalentes a otros ámbitos urbanos como El Cañaveral o el propio Ensanche de Vallecas, que colinda con este nuevo barrio en Vicálvaro. Un análisis de Foro Consultores Inmobiliarios sitúa el precio medio de un piso en El Cañaveral en los 310.000 euros frente a los 152.000 de hace ocho años. La primera etapa de Los Berrocales tendrá 4.505 viviendas, la segunda 5.050, serán 5.420 en la tercera y 7.310 en la etapa 6.

Según Cesteros, la diferencia fundamental de este sector con otros de la ciudad es que “ofrece una calidad que no tienen las urbanizaciones más antiguas”. Sin intención de comparar, es inevitable pensar en los Programas de Actuación Urbanística construidos en los años 90 como Las Tablas o Sanchinarro, “diseñados con un concepto más arcaico”. Los vecinos de Berrocales, asegura, “van a tener una identidad de barrio” para lo que han cuidado de manera especial el proyecto: “En todas las parcelas hay un porcentaje dedicado al pequeño comercio y se puede ir de un sitio a otro sin grandes distancias”.

Una de sus notas distintivas van a ser las supermanzanas, espacios que compartirán los vecinos de entre 600 y 1.000 viviendas donde no habrá circulación de vehículos y solo podrán acceder los servicios públicos y los propios residentes. “De tal manera que los vecinos tendrán una doble zona común: la de tu parcela y una zona verde compartida por el conjunto de las manzanas”, detalla Cesteros. Recuerda que cuando tuvo a su primer hijo vivía en Sanchinarro y “para llevarlo a un parque tenía que atravesar dos o tres avenidas”. Es, precisamente, lo que se trata de evitar con este proyecto.

Se recupera la ermita de la Virgen de la Torre

Las zonas verdes son muy relevantes en los nuevos barrios que se desarrollan en el sureste de Madrid como Los Berrocales. En su superficie de más de ocho millones de metros cuadrados, habrá 2,14 millones de zonas verdes y espacios libres. “Tenemos dos tipos: las de proximidad, que vienen a través de las supermanzanas; y un área muy grande de zonas verdes periféricas y transversales a través de los cauces de los arroyos”, explica el gerente. Así, todas las zonas verdes de proximidad se van enlazando a través de corredores verdes “sin apenas pasar por calles con tráfico rodado”. Coronando la parte del Bosque Metropolitano que discurre por Berrocales estará la ermita de la Virgen de la Torre, patrona de la Villa de Vallecas, lo que le convierte en “el único sector de toda la Estrategia del Sureste que tiene un elemento histórico protegido”, asegura Luis Cesteros.

Los Berrocales también recupera los cauces de tres arroyos: La Marañosa, Los Migueles y una parte del arroyo de Los Ahijones quedan integrados dentro del nuevo barrio. Son “cauces intermitentes de agua cuyos taludes se han ajardinado con especies autóctonas de Madrid” para reconstruirlos de la manera más natural posible, cuenta Cesteros. Otra de las características particulares que definen este entorno es el tratamiento de taludes que se ha hecho. El movimiento de tierras que se ha producido en el sector ha sido reutilizado en otras zonas de Los Berrocales. Según explica el gerente, se han creado motas con una cubierta vegetal que protege tanto de las escorrentías cuando llueve como de la contaminación acústica. Se ha hecho “para proteger la zona urbana de la influencia de las grandes infraestructuras. Estamos delimitados por la M-50, la carretera de Valencia, la M-45 y la línea 9 de Metro de Madrid. Todo eso tiene unas afecciones sonoras que se salvan a través de esas motas que se conforman con los excedentes de tierras del propio sector”. En principio se ha hecho experimentalmente pero si funciona correctamente, se extenderá a otras áreas.

En cuanto al transporte, está conectado por 16 puentes con la ciudad de Madrid por lo que las comunicaciones “aunque sean a través de automóvil son muy importantes”. A esto se suma la futura estación de Metro de Madrid que compartirá con Los Ahijones, otro de los nuevos desarrollos. El contrato para diseñar la infraestructura volvió a quedar desierto prácticamente un año después del primer intento de adjudicarlo aunque desde la Junta de Compensación no dudan de que saldrá adelante. También tendrán el autobús de tránsito rápido, conocido como BRT, un sistema de autobuses eléctricos con preferencia semafórica que será la línea central de comunicación entre todos los nuevos barrios a través de la Gran Vía del Sureste. Además, tendrá 2,3 kilómetros de carriles bici.

Además de zonas verdes -más de 2 millones de metros cuadrados-, habrá también espacio para 639.057 m2 de parque industrial, 235.442 m2 de oficinas, 219.969 m2 de otros usos terciarios y 855.321 m2 de suelo para equipamientos sociales. De hecho, según Cesteros, ya hay demanda para equipamientos privados. “A esta Junta de Compensación se han dirigido varios colegios privados y concertados y una residencia para la tercera edad que ya está tramitando la licencia”. Por tanto, los primeros vecinos contarán con estos negocios mientras la administración construye los servicios públicos necesarios.