Los 5 castillos más antiguos pero mejor conservados de nuestro país

Fortalezas que han resistido siglos de historia y hoy se pueden visitar casi intactasLa provincia con más castillos por metro cuadrado es española Los castillos son parte del ADN histórico de España. Testigos de batallas, conquistas, alianzas y traiciones, sus muros guardan siglos de historia. Pero entre todos los que salpican la geografía del país, hay algunos que destacan no solo por su antigüedad, sino por su excelente estado de conservación. Muchos han sido restaurados con mimo, otros se han integrado en pueblos que los han protegido como símbolo. Aquí reunimos cinco de los castillos más antiguos y mejor conservados del país, auténticas joyas medievales que siguen en pie y que se pueden visitar. 1. Castillo de Almodóvar del Río (Córdoba): entre omeyas, almohades y Juego de Tronos Situado sobre un cerro que domina el Guadalquivir, el castillo de Almodóvar del Río tiene raíces íberas y romanas, pero su fisonomía actual se remonta al año 740, cuando los omeyas levantaron una fortaleza llamada Al-Mudawar. A partir del siglo XII fue controlado por los almohades y en 1240 pasó a manos castellanas. El recinto ha vivido diversas restauraciones, siendo una de las fortalezas mejor preservadas de Andalucía. Además, ha sido escenario de producciones como Juego de Tronos, donde representó tanto el Reino de Altojardín como las mazmorras de Roca Casterly. Hoy ofrece visitas guiadas, rutas libres e itinerarios temáticos. 2. Castillo-colegiata de Alquézar (Huesca): del islam al románico En pleno prepirineo aragonés, sobre un espectacular acantilado, se alza el castillo de Alquézar, erigido a principios del siglo IX por el caudillo musulmán Jalaf-Ibn-Asad como enclave defensivo. En 1067, fue conquistado por Sancho Ramírez y transformado en una colegiata cristiana. La fortaleza conserva gran parte de su estructura original y ofrece un magnífico ejemplo de transición entre estilos islámicos y románicos. Su torre cuadrada y la iglesia del recinto hacen de este lugar una visita imprescindible en el Somontano. 3. Castillo de Frías (Burgos): roquero, inexpugnable y casi intacto Con orígenes documentados en el año 867, el castillo de Frías es uno de los ejemplos más llamativos de arquitectura militar roquera. Su enclave elevado sobre el río Ebro le otorga una imagen imponente. Alfonso VIII lo reformó en 1201, reforzando su valor estratégico. El acceso al castillo, a través de un puente levadizo sobre un foso tallado en la roca, conserva su trazado medieval. La torre del Homenaje, que se alza de forma independiente del resto del recinto, es uno de los puntos más destacados de la visita. 4. Alcazaba de Zorita de los Canes (Guadalajara): entre califas y caballeros Construida en el 853 por Mohamed I, la alcazaba de Zorita guarda aún su arco de herradura original y buena parte de sus muros. Posteriormente, fue cedida a Castilla por una alianza política, y en el siglo XII, Alfonso VIII la donó a la Orden de Calatrava, que la convirtió en enclave religioso-militar. En su interior, los visitantes pueden descubrir los restos de una iglesia románica y pasear entre torres, pasadizos y restos defensivos que aún conservan la esencia del siglo IX. 5. Castillo de Burgalimar (Jaén): uno de los más antiguos de Europa En Baños de la Encina, en plena provincia de Jaén, se levanta uno de los castillos más antiguos y mejor conservados del continente: Burgalimar, levantado por orden de Alhakam II en el año 968. Su nombre original, Burch al-Hamma, evolucionó hasta el actual. El castillo conserva quince torres de diez metros de altura y una poderosa Torre del Homenaje, reformada en el siglo XV. Aunque su interior ha tenido usos diversos, incluso como pista de baile, el recinto exterior permanece intacto y puede visitarse. Su importancia fue tal que pasó varias veces entre manos musulmanas y cristianas hasta quedar bajo control castellano en 1225. Historia viva a lo largo de los siglos Estos cinco castillos son mucho más que piedras apiladas: son símbolos de resistencia, de poder y de transformación. Desde fortalezas musulmanas hasta recintos cristianos, han sido testigos de múltiples episodios que marcaron el rumbo de la península. Hoy, siguen en pie como museos al aire libre, abiertos a quienes desean viajar en el tiempo sin salir de España. Si estás buscando una escapada cultural y patrimonial, pocas experiencias igualan el impacto de recorrer sus torres, cruzar sus puertas y dejarse envolver por siglos de historia.

Abr 26, 2025 - 12:22
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Los 5 castillos más antiguos pero mejor conservados de nuestro país

Los 5 castillos más antiguos pero mejor conservados de nuestro país

Fortalezas que han resistido siglos de historia y hoy se pueden visitar casi intactas

La provincia con más castillos por metro cuadrado es española

Los castillos son parte del ADN histórico de España. Testigos de batallas, conquistas, alianzas y traiciones, sus muros guardan siglos de historia. Pero entre todos los que salpican la geografía del país, hay algunos que destacan no solo por su antigüedad, sino por su excelente estado de conservación.

Muchos han sido restaurados con mimo, otros se han integrado en pueblos que los han protegido como símbolo. Aquí reunimos cinco de los castillos más antiguos y mejor conservados del país, auténticas joyas medievales que siguen en pie y que se pueden visitar.

1. Castillo de Almodóvar del Río (Córdoba): entre omeyas, almohades y Juego de Tronos

Situado sobre un cerro que domina el Guadalquivir, el castillo de Almodóvar del Río tiene raíces íberas y romanas, pero su fisonomía actual se remonta al año 740, cuando los omeyas levantaron una fortaleza llamada Al-Mudawar. A partir del siglo XII fue controlado por los almohades y en 1240 pasó a manos castellanas.

El recinto ha vivido diversas restauraciones, siendo una de las fortalezas mejor preservadas de Andalucía. Además, ha sido escenario de producciones como Juego de Tronos, donde representó tanto el Reino de Altojardín como las mazmorras de Roca Casterly. Hoy ofrece visitas guiadas, rutas libres e itinerarios temáticos.

2. Castillo-colegiata de Alquézar (Huesca): del islam al románico

En pleno prepirineo aragonés, sobre un espectacular acantilado, se alza el castillo de Alquézar, erigido a principios del siglo IX por el caudillo musulmán Jalaf-Ibn-Asad como enclave defensivo. En 1067, fue conquistado por Sancho Ramírez y transformado en una colegiata cristiana.

La fortaleza conserva gran parte de su estructura original y ofrece un magnífico ejemplo de transición entre estilos islámicos y románicos. Su torre cuadrada y la iglesia del recinto hacen de este lugar una visita imprescindible en el Somontano.

3. Castillo de Frías (Burgos): roquero, inexpugnable y casi intacto

Con orígenes documentados en el año 867, el castillo de Frías es uno de los ejemplos más llamativos de arquitectura militar roquera. Su enclave elevado sobre el río Ebro le otorga una imagen imponente. Alfonso VIII lo reformó en 1201, reforzando su valor estratégico.

El acceso al castillo, a través de un puente levadizo sobre un foso tallado en la roca, conserva su trazado medieval. La torre del Homenaje, que se alza de forma independiente del resto del recinto, es uno de los puntos más destacados de la visita.

4. Alcazaba de Zorita de los Canes (Guadalajara): entre califas y caballeros

Construida en el 853 por Mohamed I, la alcazaba de Zorita guarda aún su arco de herradura original y buena parte de sus muros. Posteriormente, fue cedida a Castilla por una alianza política, y en el siglo XIIAlfonso VIII la donó a la Orden de Calatrava, que la convirtió en enclave religioso-militar.

En su interior, los visitantes pueden descubrir los restos de una iglesia románica y pasear entre torres, pasadizos y restos defensivos que aún conservan la esencia del siglo IX.

5. Castillo de Burgalimar (Jaén): uno de los más antiguos de Europa

En Baños de la Encina, en plena provincia de Jaén, se levanta uno de los castillos más antiguos y mejor conservados del continente: Burgalimar, levantado por orden de Alhakam II en el año 968. Su nombre original, Burch al-Hamma, evolucionó hasta el actual.

El castillo conserva quince torres de diez metros de altura y una poderosa Torre del Homenaje, reformada en el siglo XV. Aunque su interior ha tenido usos diversos, incluso como pista de baile, el recinto exterior permanece intacto y puede visitarse.

Su importancia fue tal que pasó varias veces entre manos musulmanas y cristianas hasta quedar bajo control castellano en 1225.

Historia viva a lo largo de los siglos

Estos cinco castillos son mucho más que piedras apiladas: son símbolos de resistencia, de poder y de transformación. Desde fortalezas musulmanas hasta recintos cristianos, han sido testigos de múltiples episodios que marcaron el rumbo de la península. Hoy, siguen en pie como museos al aire libre, abiertos a quienes desean viajar en el tiempo sin salir de España.

Si estás buscando una escapada cultural y patrimonial, pocas experiencias igualan el impacto de recorrer sus torres, cruzar sus puertas y dejarse envolver por siglos de historia.

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