Lo que una dermatóloga advierte sobre la limpieza facial: tres errores comunes
La doctora Leire Barrutia ha explicado algunos de fallos que solemos tener a diario a la hora de limpiar nuestra cara.

Tener una limpieza facial diaria es fundamental para la salud de nuestra piel. Eliminar todas las impurezas previene de problemas cutáneos como las irritaciones o el acné, pero también mejora la eficacia que van a tener los productos de cuidado más tarde. En España, existen cientos de clínicas que ofrecen este tipo de servicio. Sin embargo, es una acción que hay que llevar a cabo en casa a diario, puesto que una piel limpia va a reflejar una mejor luz, dando como resultado un aspecto más rejuvenecedor y brillante.
El problema real llega cuando existen dudas sobre los productos que debemos utilizar. No es que haya muchos, sino que más de una persona no sabe el orden en el que se deben emplear. La dermatóloga Leire Barrutia ha explicado tres errores que se producen a la hora de hacer la rutina de limpieza facial.
Los tres errores en la limpieza facial
La dermatóloga explica que el primero de los errores es creer que el agua micelar es un tónico que se utiliza como último paso de la limpieza facial después de haber aclarado el aceite y gel limpiador. Barrutia cuenta que "el agua micelar nos sirve para retirar la suciedad liposoluble, maquillaje, fotoprotector... Así que si lo utilizáis, utilizadlo como primer paso de la limpieza facial y, a continuación, vuestro gel limpiador".
Otro de los errores es "tenerle miedo a la exfoliación física". Señala que muchas personas piensan que "nos van a irritar la piel" y ocurre todo lo contrario. "Si escogemos uno adecuado, nos puede ayudar a quitar detritus celular, células muertas, agentes que inflaman nuestra piel, como el Demodez folliculorum y, por tanto, mejorar mucho nuestra barrera cutánea", explica la doctora.
Además, la experta revela un truco muy sencillo para hacer esto: mezclar un poco de exfoliante con el gel limpiador facial y aplicarlo al mismo tiempo.
Y el último error que recalca la dermatóloga es evitar los aceites limpiadores o desmaquillantes en pieles grasas. Barrutia explica que los aceites son eficaces en este tipo de pieles porque ayudan a quitar la suciedad liposoluble, el maquillaje, el protector solar, pero también "a disolver mejor nuestro propio sebo". Por eso, concluye que utilizar un aceite bueno y un gel limpiador específico es una gran decisión.
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