Las señales que podrían anticipar un giro alcista en Wall Street, según Goldman Sachs

Cuando los mercados se tambalean y los gráficos se tiñen de rojo, el ruido se apodera de las pantallas y la ansiedad de los corazones. Pero entre la marea de titulares alarmistas, a veces se esconden señales que, bien interpretadas, pueden anticipar la recuperación. Eso es precisamente lo que intenta descifrar Peter Oppenheimer, estratega jefe de Goldman Sachs, en su último análisis: no cómo evitar los vaivenes del mercado, sino cómo entender su lógica para invertir con cabeza fría.

Abr 21, 2025 - 15:33
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Las señales que podrían anticipar un giro alcista en Wall Street, según Goldman Sachs

Con un enfoque casi clínico, Oppenheimer radiografía el momento actual: una caída aguda que, aunque dolorosa, no necesariamente augura un desastre prolongado. El reto para los inversores es distinguir entre un simple tropiezo y un terremoto estructural. Y según Goldman Sachs, este “oso” tiene más de susto que de cataclismo.

¿QUÉ TIPO DE MERCADO BAJISTA ES ESTE?

La clave para no perder el norte está en la taxonomía de los mercados bajistas. Según Oppenheimer, no todos los osos muerden igual. En su informe titulado “Are Bear Markets in Stocks an Investment Opportunity?”, distingue tres especies bien definidas:

- Estructurales, como la crisis financiera de 2008, donde los cimientos del sistema tiemblan.

- Cíclicos, causados por la propia dinámica del ciclo económico: subidas de tipos, recesiones, sobrecalentamientos.

- Eventuales o 'event-driven', desencadenados por shocks puntuales, como guerras, pandemias… o aranceles, como en el caso actual.

“La situación actual está claramente impulsada por un evento concreto: la política arancelaria. Eso la encuadra en la categoría de mercado bajista eventual, el menos preocupante de todos por su naturaleza breve”, afirma Oppenheimer.

Esta clasificación no es meramente académica. Según los datos de Goldman Sachs, los mercados bajistas eventuales duran, de media, apenas 44 días. Y la mayoría recuperan sus niveles previos en menos de un año. Es decir: el miedo, aunque intenso, tiende a ser efímero.

Pero, advierte el estratega, “podría transformarse en un mercado cíclico si el entorno macroeconómico se deteriora más y se materializa una recesión técnica”. Esa es la línea roja que vigilan de cerca en Wall Street.

CUATRO LLAVES PARA LA RECUPERACIÓN

Para saber si el rebote está cerca, Goldman Sachs identifica cuatro señales clave que deben encenderse como luces verdes en el tablero del inversor. Estas son las condiciones que, históricamente, han precedido a un repunte sostenido de las bolsas tras una caída:

- Valoraciones atractivas: Aunque las cotizaciones han corregido, los múltiplos aún siguen por encima de la media histórica. “No estamos en terreno de gangas todavía”, apunta Oppenheimer.

- Posicionamiento extremo: Los niveles actuales muestran una aversión al riesgo marcada. Pero esto, paradójicamente, puede ser una buena señal: cuando todos están fuera, suele ser momento de entrar. “La capitulación suele preceder a la recuperación”.

- Apoyo de políticas económicas: Cambios en la dirección de los tipos de interés, en la política fiscal o en las tensiones comerciales pueden actuar como catalizadores. “La política importa, y mucho. No se puede subestimar su efecto de palanca”, explica el analista.

Mejora en el ‘segundo derivado’ del crecimiento: Es decir, no tanto que el crecimiento aumente, sino que el ritmo al que crece deje de desacelerarse. “Es un matiz técnico, pero crítico. Lo que cuenta no es solo si crecemos, sino si lo hacemos cada vez más rápido”, aclara Oppenheimer.

UNA CAÍDA, PERO SIN PÁNICO

Desde su pico más reciente en febrero, el Nasdaq ha caído un 19%, mientras que el S&P 500 se ha dejado un 14%. Son cifras que rozan el umbral de mercado bajista, aunque no lo cruzan oficialmente. El Dow Jones y el Russell 2000 también han corregido fuertemente, pero han logrado estabilizarse en las últimas semanas.

Con este telón de fondo, la pregunta no es tanto si estamos en un mercado bajista, sino qué tipo de “bajista” estamos enfrentando y cuánto podría durar. En este sentido, Oppenheimer tranquiliza a los inversores: “Aunque las valoraciones están elevadas, no vemos una burbuja como la de 2000. Las empresas tienen balances sólidos y los bancos están bien capitalizados. Eso reduce el riesgo de una corrección profunda y prolongada”.

La recomendación para los inversores, en este contexto, es clara: prudencia, sí, pero sin parálisis. Una estrategia posible, según Goldman Sachs, es la diversificación internacional. “Con EEUU aún caro y presionado por la inflación, mirar hacia mercados más baratos y con mayor potencial de rebote puede ser una jugada inteligente”, señala Oppenheimer.

IMPLICACIONES PARA LOS INVERSORES: MÁS ALLÁ DEL MIEDO

El mensaje subyacente del análisis de Goldman Sachs no es meramente técnico, sino también psicológico. Los inversores tienden a sobrerreaccionar ante caídas abruptas, vendiendo en el peor momento y perdiendo el rebote. Entender la naturaleza del mercado bajista puede ayudar a evitar ese error tan común.

“La historia demuestra que los mejores retornos suelen venir tras los peores momentos. Pero solo los que saben mantener la calma -o comprar cuando otros venden- los capturan”, concluye el estratega.

En definitiva, lo que Oppenheimer ofrece es un mapa para orientarse en medio de la tormenta. No un oráculo infalible, pero sí una brújula basada en datos y experiencia. En tiempos de incertidumbre, ese tipo de guía vale oro.

CONCLUSIÓN: CUANDO EL MIEDO ES LA OPORTUNIDAD DISFRAZADA

En los mercados financieros, como en la vida, lo importante no es evitar las tormentas, sino saber navegar en ellas. Lo que hoy parece un abismo puede ser mañana una rampa de despegue. Reconocer los síntomas de una corrección pasajera frente a los de una crisis estructural es clave para no dejarse arrastrar por el pánico colectivo.

El análisis de Goldman Sachs no es una invitación a lanzarse al vacío, sino a observar con inteligencia. A mirar más allá del ruido y preguntarse: ¿estoy huyendo del oso… o estoy dejando pasar la oportunidad de mi vida?