Las retenciones son una llave doble: regulan el precio del dólar pero también el resultado fiscal

Hay un relativo consenso entre los economistas de que el sistema de bandas cambiarias que puso en marcha Luis Caputo es el esquema que debería tener la Argentina hasta que el nivel de reservas que consiga el BCRA archive para siempre este debate.La definición del tipo de cambio oficial dejará de estar atada a cálculos históricos sobre la competitividad argentina, sino al flujo de oferta y demanda de divisas que produzca la economía. El riesgo es que, si se cumplen las profecías y tanto Vaca Muerta como la minería inundan de dólares a la Argentina, el dólar bajo puede convertirse en un problema, al que la academia bautizó como la "enfermedad holandesa".Banco Central de la República ArgentinaEsa apreciación del peso juega en contra de los exportadores, ya que le agrega una presión cambiaria a su ecuación económica. Si el dólar les rinde poco en el mercado interno para enfrentar sus costos laborales, impositivos y logísticos, vender al exterior perderá atractivo.Ese contexto, de todos modos, todavía no se presentó. La Argentina todavía está en la etapa de acumulación de reservas, porque tiene un superávit comercial modesto y un déficit de balanza de pagos considerable, porque debe enfrentar vencimientos de deuda y porque además la población ahorra en divisas, ya sea para atesorar o porque consume esa porción en turismo y gastos en el exterior.El Gobierno decidió abrir una ventana de oportunidad a los agroexportadores, con una baja de las retenciones transitoria hasta fines de junio. El Presidente recordó días atrás que ese beneficio no será renovado, mensaje que algunos leyeron como una advertencia y otros directamente como una amenaza.Desregulación Nueva estrategia del BCRA para captar divisas, estabilizar y bajar el dólar MEP Enrique PizarroPero hay un hecho que debe ser computado en esta situación: al Gobierno le resultaría fácil extender la rebaja si estuviera urgido de reunir reservas. Pero hay un objetivo que cuidan con más cuidado que el de la recuperación patrimonial del BCRA: el resultado fiscal.Las retenciones volverán a su nivel porque la recaudación las necesita. No son coparticipables, con lo cual sostienen una curva de gasto que, por la indexación de las partidas sociales (jubilaciones, en particular) demanda más ingresos. El nivel de la actividad económica crecerá pero el consumo todavía debe esperar algunos meses más para funcionar a pleno y sumar recursos extras.Javier Milei y Luis Caputo esperan una lluvia de dólares que convenza a todos de tolerar esta apreciación del peso. La apertura del mercado cambiario a las inversiones financieras puede tener un efecto demoledor sobre el mercado cambiario. Pero el nivel de la tasa de interés podría entrar en tensión con el financiamiento al sector privado. También puede causar una salida abrupta cuando termine el plazo (algo que el ministro de Economía sufrió en la gestión Macri). Habrá que aprender a hacer nuevas cuentas.

Abr 21, 2025 - 04:54
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Las retenciones son una llave doble: regulan el precio del dólar pero también el resultado fiscal

Hay un relativo consenso entre los economistas de que el sistema de bandas cambiarias que puso en marcha Luis Caputo es el esquema que debería tener la Argentina hasta que el nivel de reservas que consiga el BCRA archive para siempre este debate.

La definición del tipo de cambio oficial dejará de estar atada a cálculos históricos sobre la competitividad argentina, sino al flujo de oferta y demanda de divisas que produzca la economía. El riesgo es que, si se cumplen las profecías y tanto Vaca Muerta como la minería inundan de dólares a la Argentina, el dólar bajo puede convertirse en un problema, al que la academia bautizó como la "enfermedad holandesa".

Banco Central de la República Argentina

Esa apreciación del peso juega en contra de los exportadores, ya que le agrega una presión cambiaria a su ecuación económica. Si el dólar les rinde poco en el mercado interno para enfrentar sus costos laborales, impositivos y logísticos, vender al exterior perderá atractivo.

Ese contexto, de todos modos, todavía no se presentó. La Argentina todavía está en la etapa de acumulación de reservas, porque tiene un superávit comercial modesto y un déficit de balanza de pagos considerable, porque debe enfrentar vencimientos de deuda y porque además la población ahorra en divisas, ya sea para atesorar o porque consume esa porción en turismo y gastos en el exterior.

El Gobierno decidió abrir una ventana de oportunidad a los agroexportadores, con una baja de las retenciones transitoria hasta fines de junio. El Presidente recordó días atrás que ese beneficio no será renovado, mensaje que algunos leyeron como una advertencia y otros directamente como una amenaza.

Pero hay un hecho que debe ser computado en esta situación: al Gobierno le resultaría fácil extender la rebaja si estuviera urgido de reunir reservas. Pero hay un objetivo que cuidan con más cuidado que el de la recuperación patrimonial del BCRA: el resultado fiscal.

Las retenciones volverán a su nivel porque la recaudación las necesita. No son coparticipables, con lo cual sostienen una curva de gasto que, por la indexación de las partidas sociales (jubilaciones, en particular) demanda más ingresos. El nivel de la actividad económica crecerá pero el consumo todavía debe esperar algunos meses más para funcionar a pleno y sumar recursos extras.

Javier Milei y Luis Caputo esperan una lluvia de dólares que convenza a todos de tolerar esta apreciación del peso. La apertura del mercado cambiario a las inversiones financieras puede tener un efecto demoledor sobre el mercado cambiario. Pero el nivel de la tasa de interés podría entrar en tensión con el financiamiento al sector privado. También puede causar una salida abrupta cuando termine el plazo (algo que el ministro de Economía sufrió en la gestión Macri). Habrá que aprender a hacer nuevas cuentas.