El estreno de la segunda parte del
documental ‘Laportagate’, de Andreu Rauet, ha puesto al barcelonismo en estado de alerta. El periodista pretendía demostrar que
Laporta sí tenía que ver con el Reus y, de pronto, se encuentra destapando un modus operandi que ha terminado en
cinco querellas por estafa agravada contra Joan Laporta y Joan Oliver. Y que salpican al Barça. Un ejemplo. Las dos
hermanas Tartas, y su hermano pintor, invirtieron hasta 450.000 euros de sus ahorros en
Core Store y CSSB Limited, con la aspiración de recibir un 6% en intereses. El éxito de la operación pasaba por el
éxito deportivo del Reus y del Bit, el club chino de tercera categoría que compraron las compañías. Lo que aportaba confianza a los inversores, según contó
el intermediario Fernando Oliveira (antiguo miembro de la comisión social del Barça que se quedaba el 1,5% de cada operación) era el nombre de
Laporta.
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