Las grandes tecnológicas ocultan la real huella de carbono de la IA

Las emisiones de los centros de datos de los gigantes tecnológicos podrían ser hasta 662 por ciento superiores a lo que están reportan debido al crecimiento de la inteligencia artificial.

Mar 13, 2025 - 12:08
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Las grandes tecnológicas ocultan la real huella de carbono de la IA

Las emisiones de los centros de datos de los gigantes tecnológicos como Google, Meta, Microsoft, y Apple podrían ser hasta 662 por ciento superiores a lo que están reportando oficialmente, ya que el auge de la Inteligencia Artificial (IA), el aumento en el uso de datos y de almacenamiento en la nube han incrementado la demanda energética de los Data Centers.

De acuerdo con un estudio realizado por The Guardian, las emisiones reportadas por dichas compañías en sus centros de datos podrían ser hasta 7.62 veces superiores, lo que las estaría alejando de sus metas de neutralidad de carbono.

“Es un hecho que la adopción de herramientas, aplicaciones y servicios de Inteligencia Artificial (IA) en México y en todo el mundo está aumentando la demanda de energía, tan sólo en México, que se perfila como un hub de centros de datos, se espera que la demanda de electricidad crezca 230 por ciento en los próximos cinco años”, comentó Marco Antonio Ortega, gerente de Soluciones en Stratosphere.

El análisis, que abarcó el periodo entre 2020 y 2022, mostró que las emisiones “basadas en la ubicación”, es decir, las emisiones reales generadas donde operan los centros de datos, superaron significativamente las cifras oficiales, mismas que, según The Guardian, fueron ajustadas para que los gigantes tecnológicos pudieran obtener certificados de energía renovable (REC).

Empresas como Google, Meta, Microsoft y Apple cada año obtienen millones de REC desagregados para declarar reducciones de emisiones en sus actas voluntarias a la CDP, una organización sin ánimo de lucro que gestiona un sistema mundial de información medioambiental.

“El problema es que estos certificados permiten a las empresas adquirir energía renovable en cualquier lugar del mundo, sin considerar dónde se consume, lo que genera una gran discrepancia entre las emisiones reales y las reportadas”, puntualiza un estudio de The Guardian.

En el estudio, Amazon, considerado como el mayor emisor entre las grandes tecnológicas de e-commerce, quedó fuera debido a la complejidad para aislar sus emisiones en centros de datos.

México no escapa de la mayor demanda eléctrica

México busca posicionarse como un hub de centros de datos en América del Norte, de hecho, se espera que para los próximos cinco años arriben al país al menos 73 nuevos data centers, hecho que, según la Asociación Mexicana de Centros de Datos (MEXDC), obligará a la CFE a aumentar su capacidad de generación y distribución.

Se estima que, para los próximos cinco años, los centros de datos demandará mil 492 MegaWatts hora, una cifra muy superior a los 300 MegaWatts hora que aproximadamente necesitan las empresas del segmento que ya operan en el país.

“La IA va a demandar mucha energía y los centros de datos deben garantizar que esa electricidad que se necesita provenga de fuentes limpias, porque si no, las emisiones van a seguir aumentando y a tecnología más que una solución, va a ser un nuevo agente de contaminación”, explicó José Otero, vicepresidente de 5G Américas para AL y El Caribe.

Empresas de inteligencia artificial ignoran sostenibilidad

Sumado al problema de las emisiones de gases de efecto invernadero en los centros de datos, se suma el problema de las propias empresas que buscan usar herramientas de IA para sus operaciones, ya que, según un informe del Instituto de Investigación de Capgemini, están ignorando los usos y cuidados al medio ambiente.

El estudio revela que el uso de la IA Generativa tiene un impacto medioambiental negativo y creciente en México, ya que muchas organizaciones no están haciendo un seguimiento adecuado de la huella que generan.

“Mientras las empresas sopesan la capacidad de la IA Generativa para impulsar el crecimiento del negocio frente al costo medioambiental de la tecnología, los impactos son cada vez más evidentes; se necesitan políticas públicas que empiecen a regular esto cuanto antes o de lo contrario, en tres o cuatro años tendremos un problema de emisiones mucho mayor que el que ya tenemos”, alertó José Otero.