Las enseñanzas del papa a Évole: cómo consolar a quien pierde a un ser querido, crisis de fe...
El periodista Jordi Évole tuvo la oportunidad de hablar en dos ocasiones con el recientemente fallecido papa Francisco, tanto en el programa Salvados, en marzo...

El periodista Jordi Évole tuvo la oportunidad de hablar en dos ocasiones con el recientemente fallecido papa Francisco, tanto en el programa Salvados, en marzo de 2019, en la residencia del papa en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, como en Lo de Évole por videoconferencia, durante la pandemia de coronavirus.
De aquellas dos charlas se pudieron extraer muchas enseñanzas y revelaciones de Jorge Mario Bergoglio, un papa sabio y con ánimo modernizador que fue reconocido por su gran carisma.
Repasamos algunas de las frases, postulados y consideraciones que el papa hizo a Jordi Évole y que cobran especial importancia después de la muerte del sumo Pontífice este lunes.
Empezando por el especial sobre el coronavirus, cabe recordar las palabras del papa sobre qué decirle a alguien que pierde a un ser querido. "Lo que trato es de hacerles sentir mi cercanía. Hoy en día es más importante el lenguaje de los gestos que de las palabras. La cercanía, el gesto de hacerles llegar un saludo".
Los que más sufren
El papa se volcaba entonces con los más vulnerables, quienes más sufren en las grandes crisis. "Está saliendo un drama no sé si subterráneo, pero disimulado, de nuestras sociedades, que a veces son sociedades hipócritas, a veces sociedades inconscientes, que no se dan cuenta de este submundo de humanidad. Hace un par de días un policía con buena intención se acercó a un hombre y le dijo 'señor, no se puede estar en la calle, vaya a casa' y el señor le dijo 'no puedo, no tengo casa, vivo en la calle'".
La soledad, un gran problema
Para Francisco, las nuevas tecnologías afectan a nuestra capacidad para relacionarnos y la soledad de las personas era lo que más le preocupaba por entonces. "Hemos tercializado la convivencia. El mano a mano de la convivencia lo hemos olvidado, no lo recordamos. A veces ves a una familia que están comiendo juntos y los padres viendo la tele y los niños con el teléfono y entre ellos no se comunican. Ahora los padres y los niños se comunican y juegan porque tienen tiempo para reencontrarse. Tenemos que rescatar la convivencia, quizá sea uno de los logros que podemos sacar de esta tragedia. Hay que recuperar la convivencia humana, la cercanía", exponía el sumo Pontífice.
Crisis de fe
"Nadie está exento de las tentaciones existenciales. En mi vida alguna vez he dudado de la fe, mis crisis de fe, pero en este momento no. Las resolví por la gracia de dios", le confesaba Francisco a Jordi Évole.
Las mujeres en la iglesia
"Las mujeres en la iglesia deben tener más funciones, consejeras, jefas... y cuanto más abierto, mejor. Todos estamos en al servicio, pero parece que a las mujeres además del servicio les está reservada la servidumbre y eso no está bien", decía el papa sobre la participación de las mujeres en la Iglesia.
Riqueza y pobreza
El papa Francisco dejó claro en Salvados que no era ni anticapitalista ni antisocialista, pero tenía clara su visión sobre la riqueza y la pobreza. "Cada vez hay menos ricos con mucha plata y cada vez hay más pobres con muy poca plata", exponía. Y es que el papa Francisco se alineaba más con los pobres que con los ricos.
"Lo que no anda es el mundo de las finanzas. También esto crea las guerras, por la posesión de la riqueza, ¿no es cierto?, sean internacionales o nacionales. Sostengo que estamos ya en una tercera guerra mundial, a pedacitos", decía ya en 2019.
"Asimismo, del capitalismo se desprenden también los problemas migratorios y demográficos. También esto crea las guerras internacionales y nacionales, o el hambre, por la explotación", añadía sobre el asunto.
La inmigración
Una vez que vio las concertinas, cuchillas, que protegen las fronteras de España y sabiendo que hay quien se arriesga a saltarlas, decía: "Cada uno de los que hacen eso y que necesitados de todo, se arriesgan a pasar y les pasa eso, son mi madre, mi hijo o mi hermano", aseguraba el papa, que se quejaba de que "el mundo se olvidó de llorar".
Esperanza, mejor que optimismo
"Optimismo es una palabra que no me gusta. El optimismo a mí me suena a maquillaje. Yo tengo esperanza, esperanza en la humanidad, en los hombres y las mujeres, esperanza en los pueblos, en que se tomen enseñanzas para aplicar a sus vidas", hacía ver Francisco durante la pandemia. El pontífice hacía ver además que hay quien se piensa inmune a los males y de ahí su insolidaridad: "Siempre existe la presunción de que a mí no me va a tocar. Yo soy un preferido de la sociedad, de los dioses, de la cultura…".
Abusos sexuales en el seno de la iglesia
"Una época hay que interpretarla con la hermenéutica de la época. En una época era costumbre tapar todo. No solo los abusos en la Iglesia, los abusos en las familias", empezaba explicando el papa sobre los abusos sexuales del pasado en el seno de la iglesia.
"La inmensa mayoría de las estadísticas de Naciones Unidas hacen temblar porque yo no sabía que era tanto", decía, aunque dejaba claro que el número de casos ha bajado mucho "de 70 años para acá" y reconocía que "al cubrir, se propaga" el problema.
Un papa valiente, ante los jóvenes
El papa Francisco llevó a cabo algo inaudito ante la fecha: se sentó ante un grupo de jóvenes de diveras edades y procedencias para responder sus preguntas sin filtro, en una conversación que se recogió en el documental Amén, Francisco responde, recientemente estrenada en Disney Plus+.
"Aprendí mucho de ustedes, me hizo mucho bien y se lo agradezco", terminaba diciéndoles Francisco a los jóvenes después de muchas preguntas difíciles.